viernes, 30 de octubre de 2015

DÉJAME CONTARTE HOY






Déjame contarte hoy, hablando de sufrimiento,
una de esas historias huecas como los buñuelos
luego si vas a llorar no te olvides del pañuelo,
escoge bien la manera y aún mejor el momento

porque pasadas desdichas no traen buenos presentes
ni el tren arrastra vagones llenos de melancolías
es cierto que tu y yo, pasamos muy buenos días,
no es menos cierto también, que con el lecho caliente

nos dio por filosofar en una tarde de junio
cuando todos los demás se iban a trabajar;
pudimos ver a la luna en todo su plenilunio
obtuvimos una beca, y sin tener que estudiar,

nos sacamos unos másteres en amor, en qué si no
lástima que no nos dieran título a final de curso
creo que no hicimos bien el examen, e imagino
que ninguno de los dos querrá poner un recurso.

Si la pena te conmueve y te lleva a la locura
si todo a tu alrededor se mueve como la arena
que va de aquí para allá, acarreando su pena
deberías aceptar que a veces la vida es dura

y no vivir de recuerdos, disfrutando del presente
cuando los primeros fríos están preparando hielo
y puedes ver a las aves surcando un trozo de cielo
sin más motor que sus alas, usando el aire caliente

para subir más arriba de las nubes, donde el aire
es tan puro que hace daño, tan sutil que ni lo ves
y si hubiese que sufrir, de la vida, algún revés
lo que se suele llamar, en amor, algún desaire

no sería muy distinto a los que hay en la tierra
punto de desdicha ajeno a los tiempos y las modas
tumba abierta donde el perro algunos huesos entierra
panteón gris acerado, cuya vista no incomoda.

Déjame contarte hoy una historia que no es tal
por no ser, no es verdad y ni siquiera es real,
y aunque vaya a ir envuelta en bonito celofán
sólo será un cuento más de ésos que viene y van

de boca en boca, sin pausa, pero también sin pujanza
hueros relatos de amantes, cuyo final ya está escrito
cuando acabas de leer, que hay que tener esperanza
te dan ganas de mandar a la porra el manuscrito.-




...............

No hay comentarios: