lunes, 29 de julio de 2013

HACIA UNA ESTRELLA EN EL CIELO (1)




De pasadas experiencias hablaré en otra ocasión,
dejando, para otro rato, el explicar brevemente
lo que nos llevó aquel día a decidir mutuamente
dejar de lado lo nuestro, sin ninguna explicación

pese a todo lo vivido, algo nos debió quedar
atrapado en el tintero donde se moja la pluma;
no sé si suena sincero, pero nunca dejé de amar
y mi amor, en su apogeo, subía como la espuma

enarbolando banderas como si estuviese loco
pudiendo notar, a veces, que tu amor era real
ahora me siento un poco como el trigo candeal
que para desarrollarse debe de mojarse un poco.

No es bueno para nadie estar solo en esta vida
la soledad no es remedio para males de amoríos
hay un punto de ilusión que produce desvaríos
y el recurso al desconsuelo, una idea socorrida,

sólo deja tras de sí dolores y enfrentamientos
efímero panorama para quien amó en su día
pasajero singular de aquellos viejos tranvías
oxidados y vacíos cuando llega su momento

pero que en su plenitud hicieron buenas jornadas
llevando de un lado a otro a personas y equipajes
hoy en día no hallarás por muchas veces que viajes
traqueteos tan dispares, ni esas rutas tan pesadas

en las cuales hasta Job se daría a la impaciencia,
que comenzaban al alba en cualquier apeadero
para acabar cuando el sol, recogido con esmero
se dirigió hacia el ocaso con fingida suficiencia

igual que me hacías tú, cuando no querías verme
y de mi lado te ibas simulando tener prisa
aquello que, por gracioso, debía causarme risas
acabó, como se dice, incluso por conmoverme

y a la puerta de esa iglesia me pasé tardes enteras
donde antes te encontraba sobre la hora prevista
cuantas horas olvidadas viendo pasar los turistas
cuya cuenta no llevaba siempre que tú aparecieras.

De aquello que pudo ser, quedó lo que no está escrito
y el dolor yace enterrado bajo un foso de hormigón
hacia una estrella en el cielo señalarte me permito
tan solo para que entiendas que perdimos la ocasión

...///...

HACIA UNA ESTRELLA EN EL CIELO (2)



...///...

de ser amantes normales de los que se mandan flores
a veces se dan un beso y escriben cartas de amor
hay un poso de inquietud y un vergel de sinsabores
cada vez que uno se aleja, deja al otro en el temor

de no saber si algún día ya no volverán a verse,
será como un libro abierto en el que nadie repara
como ésa efigie antigua y por lo tanto muy cara
cuyo único cometido consistirá en no moverse

del sitio en el que su dueña la colocó en el pasado
quizá no es el más bonito, pero a ella le da igual
para una vez que la miran, algunos la miran mal
y los demás no la ven ni se dan por enterados

a no ser que se golpee y se rompa, contra el suelo
es entonces cuando todos se acuerdan de cómo era
sólo pretendo decirte, aunque sea a mi manera
que si un día no viniste, fue una jornada de duelo.

De cuanto vivimos juntos apenas queda un segundo
apartado delas horas que pasamos sin amar
es necesario salir de este impasse sin tardar
o en el caso contrario será un fracaso rotundo

como lo fue la esperanza puesta en ése amanecer
tras cuyos pasos salimos, empero sin muchas ganas;
siempre que acaba la noche, estrenamos las mañanas
y la falta de sol nos marca que llega el anochecer

y con él las alabanzas se esconden tras la premura
concitada por los hados, felices de ver crecer
el amor entre dos almas rebosantes de ternura
un cariño semejante nunca puede fenecer

pero sí puede morir el deseo y cuando ocurre
todo lo que se ha vivido ya no importa realmente
hay dos almas enlazadas por el talle brevemente
mientras al lado de ambas un viejo ladrón discurre

la mejor forma y manera de llevarse hasta su casa
anillos de compromiso que ya estorban, olvidados
bajo el manto de una cita preparada con cuidado
pero que si nadie viene, el encuentro va y fracasa

y llena de indiferencia el interior de dos almas
para tratar de olvidar pasados lances del juego
que parece resurgir, tal y como hace el fuego
volviendo a quemarlo todo cuando parecía en calma.

jueves, 25 de julio de 2013

ANTES DE QUE LLEGUE EL AMOR, Y TÚ TE VAYAS





Verás como las aguas vuelven a su cauce, si las dejan
pasando por encima de piedras y de cantos colocados
vilmente a modo de presa de contención en ambos lados,
mientras los que ponen las trabas en silencio se alejan

pues no suele armar mucho ruido la ignominia
ni la cobardía levanta la voz, antes bien calla
delante de la verdad, cuya misión termina
una vez que ha comenzado la batalla

entre el yo soy alguien y tú no eres nadie, sin saber
quien empezó el combate y porqué se llegó a esto
sin conocer siquiera el desenlace, no vaya a ser
que alguno presuma únicamente de lo expuesto

y no vaya más allá, a las raíces del problema
allí donde el amor y el odio a menudo confluyen
para formar una asociación sin tener un esquema
definido, y cualesquiera acuerdo, ambos rehuyen.

Ya no veré jamás el mar, al menos como lo hice otrora
a lomos de un corcel hecho de espuma de mar, engalanado
como una novia para la más importante de sus horas
aquella en la que se entrega en cuerpo y alma al ser amado.

Y sin embargo aún mantengo intacta la esperanza
y las ganas de vivir no se me han ido, antes bien lucen
como recién sacadas del viejo camión de la mudanza
con distinta trayectoria según sea aquel que lo conduce.

Hoy, por ayer, te has ido, y puede que para siempre esta vez sea
porque incluso es posible hollar un sendero sin retorno si los hados
no se comportan contigo tal y como todos deseamos, una vez descontados
el honor y el orgullo, trofeos por los que nadie ha ganado nunca una presea.

Puedes volver, siempre que no lo hagas en tren de madrugada
yo prefiero dormir hasta muy tarde, no quiero despertarme
con la vacía sensación de que un día te amé, ni desnudarme
para darme una ducha, pues toda mi ilusión ya está mojada

por lágrimas encadenadas a un sufrimiento inconcebible
en estos tiempos donde todo en el amor resultará posible
siempre que no abusemos de la ilusión apenas perceptible
de que todo lo que ha habido entre los dos, ha sido horrible.

Pero si un día te da por ordenar de una forma serena tus vivencias
y pones a ambos lados de la mesa, de una manera sensata y ordenada
todos aquellos instantes en los que, por supuesto, te sentiste amada
verás que no fue la falta de cariño lo que nos provocó desavenencias.

viernes, 19 de julio de 2013

A UNA MUJER QUE ME AMÓ





Fue como si la tormenta nos arruinase el momento
dejando caer sus gotas, sin freno de ningún tipo
sobre dos cuerpos andantes en rápido movimiento
dos almas en comunión, que formaban un equipo.

Era el alba de algún día por el cual no pasé pena
no recuerdo si estaba triste o la locura guiaba
unos pasos susurrantes recorriendo la alcazaba
dejando atrás por inútiles, castillos sobre la arena

medio sándwich de jamón mordido en su mayoría
una botella vacía de cerveza, y sobre la sucia mesa
alguna migaja errante, siempre en continua porfía
para no caer al suelo, donde pudiera ser presa

de predadores ocultos, hasta que huelen comida
de pájaros atrevidos que asaltan habitaciones
de una troupe de roedores, guiados por obsesiones
de una certeza infinita, en duda reconvertida

por mor de la libertad que a la anarquía silencia
la parte proporcional de una ilusión compartida
el colmo de la ilusión para gente divertida
una pasión sin amor, un hartazgo de impaciencia

como la que pueden darse dos amantes en apuros
sin ninguna conexión, perdidos en el espacio
medido entre cada instante que camina muy despacio
mientras alguien recolecta el fruto ya bien maduro

de la planta del deseo o del árbol de la ilusión,
no debo coger más piezas, tengo todo cuanto quiero
y pienso que acaparar más producto, es obsesión
que sirve igual en la vida, cuando se piensa en dinero.

Nunca he sido rico en nada, ni tampoco pobre en todo
he vivido, me han amado, y también he sufrido, a veces
mas de lo que merecía, pero ahora me apetece de este modo
poner a toda la gente, para bien o para mal, en el lugar que merece.

A la mujer que me amó yo le haría un monumento
empezando por su cuerpo, difícil de modelar
si se hace de memoria, empleando algún cemento
con el que sus bellos miembros se pudiesen acoplar

para seguir por su alma, sin duda blanca y enorme
hecha para el sufrimiento, pues amar no es placentero
sobre todo si en el amor no hay un discurso uniforme
y duro, si la otra parte no entrega su cuerpo entero

y restringe las miradas, ocultando sentimientos
como quien juega a encontrar besos en la oscuridad
sin más brújula que el amor, en medio de una ciudad
alumbrada por destellos y olvidada por momentos.

Y a las que no me amaron, que sin duda son legión
a ésas, no les doy cancha, pues ya tuvieron su premio
en forma de libertad, olvidada para siempre la pasión
del bebedor, que a la postre, se ha declarado abstemio

y mira con desconfianza las botellas apiladas
en estantes polvorientos hallados en cualquier bar
alguna vez la nostalgia le podría hacer dudar
pero recuerda que el vino ya le dejó en la estacada

y tan solo bebe agua, fuente de vida infinita
come con frugalidad, pues la gula desmerece
cualquier otra cualidad en la medida que crece
la idea de una pasión que algunas dudas suscita.

En el fondo y en la forma en el amor siempre estuve
preparado para entrar como un toro en el albero
sin más freno que la capa de una mujer que sostuvo
que en cuestiones amatorias, yo sería un buen torero.

domingo, 14 de julio de 2013

IGUAL QUE LA PASADA PRIMAVERA (1)




Sé que el mundo seguirá adelante, cuando me haya ido
conozco las leyes por las que se rige todo el universo
habrá muchas opiniones tratando de explicar lo sucedido
y como en toda historia de amor, también hay un reverso

el lado oscuro de una relación que se nos fue acabando
mientras rompíamos los lazos de azúcar que la sujetaban
es posible amar sin caer en la melancolía, nos contaban
todos aquellos que sin ellos quererlo terminaron amando

pues el virus del cariño se inocula de una sola vez y no se cura
por mas desengaños que la vida nos produzca, ni tampoco
cuando el árbol en el que se graban corazones en su tronco
a fuerza de regarse, y con el paso del tiempo aumenta su estatura

y se hacen grandes los mensajes que decoran su corteza
el grácil corazón parece enorme, y nuestras iniciales,
adquieren una dimensión que las hace sobrenaturales
recorridas cada día por la oruga, con su habitual pereza.

El sol saldrá puntual a su encuentro con las nubes turquesa
que tratarán de ocultar su fulgor, siquiera por un instante
pero nunca podrán acabar con sus rayos, estos las atraviesan
y será lo mejor para el que se despierta, mirar hacia delante

o el brillo cegador del astro rey le dejará indefenso
sin más apoyo que un ligero bastón sobre su palma
escuchará ciertas voces llamándole a la calma
y buscará en el cielo, un punto de consenso

para que cada idea surgida del fondo de su alma sea cierta
para poder amar, un lujo es estos tiempos de impostura
para expresar a gritos sus buenas intenciones, su cordura
para llamar sin sentirse un extraño, a una de esas puertas

con las que los enamorados parecen subvertir las ordenanzas
y a contracorriente, viven de noche cual cigarras y aman de día,
poniendo el corazón en cada intento, recibiendo alabanzas
a no ser que topen con alguien que teniendo sus razones no se fía

de la aparente fragilidad de la montaña cuando llega el deshielo
y abre agujeros en su superficie, por los que el agua se desliza
haciendo agujeros bien visibles en la piedra porosa, cual caliza
por donde caen todas las esperanzas, atraídas hacia el subsuelo

cual presa fácil de un viejo donjuán que a las vírgenes seduce
poniendo todo su empeño en parecer enamorado y fiel
elaborando en su interior para el final ese mensaje cruel
que a todas incomoda, haciéndolas llorar, y que a nada conduce.

...///...

IGUAL QUE LA PASADA PRIMAVERA (2)



...///...

Sé positivamente que el mundo no se detendrá jamás, siquiera
por un mísero instante, para poderte decir lo que nunca escuchaste
de mis labios fríos, campos sin flor como los de la pasada primavera,
por los que sin más equipaje que una maleta medio vacía, te marchaste.

Y en medio del tumulto aparecerán gurús de todas clases llamando
a la oración, y sonarán sin tregua las campanas de mil templos, repartidos
en otros tantos monasterios, tañendo sin cesar, sus sones bien curtidos
por el áspero puño del hombre que preso de la emoción las va volteando

y cada una de ellas emitirá su son para sus propios fieles
que las distinguen en la lejanía por su especial sonido;
no hay ninguna campana que me avise cuando te hayas ido
pero no por esa razón hay que acabar perdiendo los papeles

pues tampoco la vida se detendrá del todo si te marchas
el hielo seguirá frío, y el agua de los ríos acabará en el mar;
enero nos traerá, hacia el final del invierno, las escarchas
y en abril las flores librarán sus perfumes, para poder amar

y en cada rincón de cada aldea, las mujeres, se pintarán
los ojos, para recibir a los hombres que traen la comida
un poco de ese amor guardado, a su llegada sacarán
y nueve meses después habrá en el pueblo nuevas vidas.

Es malo si pensamos que nuestra existencia es infinita
sólo estamos de paso en esta tierra que a nadie pertenece
y que a todos acoge, haciendo su papel de patrona solícita
por el cual ninguna crítica, aunque sea fundada, se merece

pero es peor pasearse por el mundo en plan perdonavidas
como si cualquier tiempo pasado fuese un cuento inventado
por alegres juglares que deben recitar los versos adecuados
a cada situación, recordando a las persona retazos de su vida

en los cuales salieron triunfantes de ese duelo entre el amor
y la cruda realidad de una vida sin demasiados alicientes
nunca parecer tener las ganas, ni el tiempo suficiente
para darle a su gris existencia un poco de color.

Y a pesar de todo el universo seguirá su camino, sin parar
ni cuando te hayas marchado, ni cuando me haya ido
el barco de la vida está preparado y a punto de zarpar
en cuanto nuestras almas por la frágil pasarela hayan subido

y una vez en marcha, nadie lo va a detener ni a cañonazos,
no volverá hacia atrás, pues no puede girar si no es en mar abierto;
así quedó mi alma después de tu partida, deshecha en mil pedazos
mientras tú ponías la tuya, salvando las distancias, a cubierto.-

martes, 9 de julio de 2013

PARA PODER SER NOSOTROS (1)




Hoy hablaré del amor, de una forma un poco extraña;
puede ser como el alcohol, que en demasía te daña
si bien en pequeñas dosis aumenta sobremanera
la posible conexión entre dos almas viajeras

que en el peñón del olvido han plantado su estandarte
esperando una señal que aplauda el atrevimiento
de un viaje sin cortapisas quizá hacia ninguna parte
una forma de seguir, de estar siempre en movimiento

en pos de una sinrazón, de un sueño, de una futesa,
o de un árbol en extinción abocado a ser madera
para una combustión más lenta y más duradera
o para formar el eje de una ligera calesa

en la cual los corazones van cogidos de la mano
dejando atrás la ilusión de los que quedan en tierra
cualquier destino es posible, incluso los más lejanos
y a los que se ha rechazado la desilusión entierra

en una tumba cavada por manos muy preparadas
tomando como modelo las simas del mar profundo;
del carruaje, en su camino a lo largo de los mundos
una vez en movimiento, no están previstas paradas.

Si el amor es la calesa y nosotros los pioneros
en visitar los lugares donde nunca se ha llegado
es posible que al final nuestro destino soñado
sólo consista en saber que hemos sido los primeros

en disfrutar de un brebaje preparado para otros
en recorrer la distancia con la que nadie contaba
en poseer un destino que a mucha gente inspiraba
dejando de ser tú y yo, para poder ser nosotros

y en franca condescendencia con el vino y el jolgorio
olvidadas, por antiguas, las normas de la decencia
yo partiré cualquier tarde emulando a un tal Tenorio
mientras desde tu ventana proclamas la independencia

que tienen los corazones cuando se sienten dañados
una forma de existir que no se enseña en la escuela
una historia verdadera, narrada en tono pausado
de la que no es conveniente escribir una secuela.

Ah, qué bueno es el amor cuando se tiene a raudales
y como se echa de menos cuando llega su partida
si en alguna situación se aprenden buenos modales
no es menos cierto también que si sangran las heridas

...///...

PARA PODER SER NOSOTROS (2)





...///...

es posible que el amor haya sufrido un desgaste
un conflicto de intereses entre lo bello y lo útil
una suerte de pelea en la que no te implicaste
porque la confrontación te pareció un poco inútil.

Quien no ha estado enamorado no leerá poesía
y aquellos hombres juiciosos que nunca lloran
no son sino la excepción en un mundo de fantasías
donde vive la ilusión y donde el encanto mora

en un cuartito amueblado con pequeñas posesiones
de una pareja feliz cuya relación no pasa
de ser una conclusión cargada de mil razones
y a la que un rayo de luz cada mañana traspasa

y cuando la noche llega vestida de un manto oscuro
los sorprenderá abrazados bajo la luz emergente
de una estrella en combustión, un astro en estado puro
que brillará allá en el cielo, como tú entre la gente

cuando yo iba distraído y me encontré tu reflejo
escondido entre la bruma de una serena mañana
quizá en ese momento te mirabas en el espejo
y fuera eso lo que vi al mirar por la ventana.

No me importa si el amor se ha marchado de mi vida
pues aún me queda cuerda para andar durante un rato
si vuelves será bonito el llamarte, mi querida
pero si no regresases, he de hacer pagar el pato

a Cupido y a sus flechas que no aciertan ni queriendo
tanto más cuando está tuerto, tal vez de alguna pelea
no quiero que me dispare, pues ya casi estoy muriendo
en brazos de una ilusión que mi espíritu malea,

y llego a la conclusión de que en buena compañía
todos los malos momentos se reducen a detalles
he de decirte, mi amor, que por ti recorro calles
por las que de motu propio nunca me aventuraría

voy llegando al callejón donde nos dimos dos besos
a la sombra de un castaño, sin hojas ya y sin corteza
aún puedo ver tu mirada, de un gracioso embeleso
ése es mi único recuerdo, eso si, con la certeza

de saber que me quisiste al menos por un instante
luego apareció tu padre y te hiciste la despistada
me quedé frente a su ira, y previendo una morrada
tuve que dejarte ir, con tu madre – ay - por delante.

lunes, 1 de julio de 2013

SI ESTO FUESE TAN SÓLO POESÍA





Si no piensas volver, házmelo saber por cualquier medio
no vaya a ser que piense que algo malo te ha ocurrido
te imagine herido, casi muerto, o tal vez sin sentido,
y me ponga a buscar para mi soledad, cualquier remedio.

A la hora en que sueles llegar, hay siempre una esperanza
difuminada en ocasiones por tu ausencia inexplicable
es verdad que los vecinos suelen echarme un cable
hartos de ver mi corazón en continua mudanza.

Nadie me ha oído todavía llorar, de eso presumo
y como las lágrimas son mías, no las quiero soltar
tras años de tristeza me habrán visto, a lo sumo
recorrer a solas la avenida que acaba frente al mar

llevando en mi cabeza, en perpetua desazón, imaginarios
poemas escritos para mi, pensados para otras, mas propios
de un pasado cuya razón de ser, es haber hecho acopio
de pasajes escritos casi en su mayoría,de modo rutinario

y recitar al paso de la gente que acude a casa a descansar
una especie de rimas, sin mucho afán de serlo, cuasi ripios
que se basan en profundos sentimientos y suelen acabar
tergiversando de tal modo el final, que parece el principio.

Son poemas o no, según el gusto almibarado del autor;
están en las antologías, de lo que no debe de ser la poesía
nadie paga por ellos y sin embargo es posible que un día
de un cuento de hadas sin madrastras puedan ser el motor.

Pasan a mi lado pero sin detenerse, jóvenes y mirones
aunque miran más los primeros, tal vez por diversión,
yo, que antaño fui más joven no pierdo la ocasión
de reordenar mi vida, tratando de obviar las opiniones

que, o bien no son sinceras, o en caso de serlo, no interesan
pues no es más feliz quien más presume de serlo, en todo caso
es incluso posible sentirse emocionado en esta vida intensa
en la que todo lo que no proporciona algún placer es un fracaso.

Somos lo que queremos ser, y alguna vez somos tan sólo viento
pero en el resumen de mi vida, el cual todavía está por escribir,
he de poner a modo de epitafio, escrito con todo el sentimiento,
“aquí yace un cariño eterno”, al cual la soledad le prohibió vivir.

Y al llegar al mar, tal vez de olvidar la soledad será el momento;
quién sabe si al llegar yo misma me pondré a relatar a los presentes
tantas penas de amor que bastarían para llenar cien aposentos
mientras que por mi rostro empiezan a caer mil lágrimas ardientes.-