Supeditando los sueños a un sinfín de conjeturas
Aún me envenena el recuerdo de todos aquellos días
En los que nos fue imposible consumir tanta ternura
Ni bebernos las caricias, como si fuesen licor
En busca de una ebriedad que nos dejase inconscientes
Para dar unos bandazos, entremedio de la gente
En busca de una obviedad, de un algo llamado amor.
El desplome del cariño nos dejó sin argumentos
Igual que el ruido del viento te deja un poco aturdido
Con la triste destemplanza de quien todo lo ha perdido
Tratando de imaginar tan sólo por un momento
Que las nubes en el cielo son señales de otros mundos
Y el agua que mana clara, puede ser hasta un veneno
Que te mata si la bebes en menos de dos segundos
Y el perfume de las flores, que nos pareció tan bueno
Es ahora un olor agrio que nos recuerda el sentido
Que dimos a nuestras vidas aquellas tardes de Mayo
Postergando hasta el ocaso los recuerdos o el olvido
Persiguiendo mil razones sin descanso, sin desmayo
Escapando al mismo tiempo, porque es un hecho cierto
Que para que alguien huya, otros le han de perseguir
Por esa tierra de nadie, por donde se suele huir
Y creer que es un vergel lo que no es sino un desierto
En el que las caravanas que se cruzan entre dunas
No se detienen jamás y por ello los andantes
Sólo se saludarán, cuando en el cielo la luna
No esté en su plenitud, tan sólo en cuarto menguante.
Una luna y sólo un sol, eso tenemos ahora,
La luna ya nos dejó, harta de nuestra inconsciencia
Conservemos pues el sol, al menos por una hora
Y aprendamos la manera de soportar con paciencia
De una relación basada en un triste desistimiento
En distintas circunstancias que podemos resumir
En unas pocas palabras, pero sin poder sentir
Una miajita de pena, siquiera por un momento
///...SIGUE
Se llena de destemplanzas el alma, si está vacía,
Igual que el cauce del río se nutre de los aportes
Que la lluvia va dejando a la orilla de los ríos
Pudiera ser que en el fondo el amor no se soporte
Y aunque en la superficie, todo sean alabanzas
Tengamos un corazón a cada instante en mudanza
Y de tanto redecorarse, pueda terminar por ser
Más que un órgano regido por la pulsión del placer
Un trocito de madera de un árbol desconocido
Inerme ante la termita que le agujerea por dentro
Le come el alma, le deja a veces muy mal herido
Y al final hay que cortarlo, empezando por el centro
Para que suelte despacio la savia que le mantiene
En forma de suave lluvia que se recoge sin pena
Aunque uno muera por dentro el mundo no se detiene
Y si algún día se para, que sea a la hora de la cena
Porque de buena mañana no es prudente emocionarse
So pena de empezar mal un día que pudo ser
Después de haber disfrutado de tan bello amanecer
Una jornada perfecta tal vez para enamorarse
O quizá para olvidarse, que todo puede ocurrir
En esta viña regada por caudales de pasión
Voy a seguir tu consejo, voy a dejar de sufrir
Una vez que tus desaires ya me han roto el corazón.
Y si te encuentras trocitos de mi amor en tu regazo
No trates de componerlo, dudo que puedas hacerlo
Primero porque eres tú la que acabó de romperlo
Segundo porque estalló el menos en mil pedazos
Y ni todo el pegamento que pudieras conseguir
Bastaría para unir todos aquellos fragmentos
Déjalo pues como está, y no trates de fingir
Algo que no está a tu alcance como es el sufrimiento
Nunca te he visto sufrir, será porque no he mirado
Más que por buscar en ti los más bellos sentimientos
Se que no fui para ti mas que un divertimento
Y ahora que no te hago gracia, de tu vida me has echado.-
Y brindemos por todos aquellos días que vivimos
Por la miel derramada, por los besos que nos dimos
Y por la tenue luz que sobre nuestros cuerpos incidía
Cuando el sol naciente, ése que ningún día elude su trabajo
Desplegaba sus rayos, tan livianos a veces que fenecen
Anulados por la obscuridad que se emplea a destajo
Sombra cruel, exenta de alegría, que al amor empobrece.
Descorchemos esa botella de champán que ahora duerme
Entre sueños en desuso, en algún lugar de nuestras vidas
Y tomemos a la salud de los ausentes, esa dulce bebida
Cuyos efluvios, o bien te resucitan, o te dejan inerme
Ante las embestidas del viento de poniente, casi siempre ligero
Que anda tropezando con las velas del barco del olvido
Y lo lleva a la deriva, por lugares ciertamente escondidos
Mientras a un puñado de nubes en el cielo, las trata con esmero
Al volver de ese viaje en el que no supimos
Acotar bien el tiempo, ni pergeñar la ruta
Debemos recordar aquello que dijimos,
En mitad de una charla, que sonaba a disputa
Algo así como que el sol no es el origen de la vida
Ni las nubes heraldos de un futuro aún por descubrir
Y que nunca nadie en este mundo nos iba a hacer sufrir
Ni tan siquiera en el momento final de una despedida.
Bebamos largamente, por si no hay un mañana
Cerremos las cortinas de la ventana al pasado
Y sirviéndonos de ejemplo un cariño olvidado
Resolvamos el enigma de la dulce manzana
Que en el Edén supuso un paso hacia otros mundos
Sin duda más humanos, pero también más fieros
De donde nuestros primeros padres eran oriundos
Y que han resultado ser ingrávidos y efímeros
SIGUE....///
Sin horizontes grises que disfrutar unidos
Sin desdichas impresas en viejos corazones
Cuyo funcionamiento a veces causa ruido
Cuya ausencia infinita nos carga de razones
Para salir corriendo en pos de un vendaval
Que surge temeroso de provocar destrozos
Reprimiendo su fuerza, trata de ser cabal
Y de toda su pujanza solo muestra un esbozo.
Si es cierto que hay un Dios en lo alto del cielo,
Representado siempre con una barba blanca
No puede ser mentira que nuestro único desvelo
Haya sido encontrar de una vez por todas, la palanca
Con la que mover el mundo que nos ha sido asignado
Sobre cuya existencia a veces, tuvimos ciertas dudas
Se podría alcanzar, al menos por un día, un exilio dorado
Al que tal vez se pudiese describir, con la verdad desnuda
Con la miel en los labios, con flores en el pelo y ambrosía
Un poquito afrutada, y puede que con un cierto aroma a desafío.
Vivamos pues la vida, orientando el lento devenir de este navío
Hacia aguas profundas, de donde emergen sin cesar las alegrías.
Mientras tanto las penas se quedan en el fondo marino
Rumiando su maldad en las enormes fosas abisales
No se puede luchar eternamente en contra del destino
Pero puedes plantearte alguna vez si te quedas, o sales
De parranda, mientras los bucles del olvido retoman su lugar
Dejando a los ancianos solitarios que sigan con su lento caminar
Abriendo las heridas que el tiempo se había encargado de cerrar
Y sobre todo intentando que los enamorados, nunca dejen de amar.
Es Cupido el guardián de la palanca que mueve el universo entero
Y también del botón que, al apretarse, al amor marca el paso
Habrá algunos amantes despechados, cuyo intento postrero
Por encontrar el camino correcto los conduzca al fracaso
Pero habrá otros que, sin entrar en largas discusiones
Solucionen sus cuitas tal y como se hacía antiguamente
Atiborrando de flores, de la persona amada, los jarrones
Y depositando un casto beso de amor, en mitad de su frente.
Para cerrar el ciclo de la vida que comienza al nacer
Recorriendo la senda de la infancia, hasta la senectud
Se orienta hacia sueños oníricos buscando libertad
Evitando todas aquellas trampas que le impiden querer.
