DÓNDE QUEDARON MIS CARTAS

Vaya donde vaya y hable con quien hable
siempre tendré un recuerdo para tí, culpable
pura nostalgia, al fin y al cabo, de un pasado
que incluso podría parecer lejano y olvidado.

No fuimos los mejores amantes de este hemisferio
ni siquiera supimos comportarnos en momentos
concretos; y sí, es verdad, el amor era un misterio
pero hoy por hoy todavía me queda algún lamento

inexpresado, efímero, atado con cuerdas invisibles
más lejano cuanto más cerca la vejez y las canas
capaz de todo por salir a flote, de ideas previsibles
y en cierto sentido, de vivir, con muchísimas ganas.

Si hemos de quejarnos de algo, hagámoslo ahora
cuando apenas si levanta el alba, todavía en pijama
dejemos de fingir, puesto que compartimos la cama
y amémonos antes de ir a trabajar, al menos una hora.

Porque todo en el amor es infinito, las flores recibidas
las cartas enviadas, los besos dados, las caricias robadas
la tensa espera cuando no sabes si el amante volverá
y si es así, intentando adivinar cuánto amor traerá.

en otros tiempos, ya lejanos y olvidados no se quería así,
pero luego las costumbres cambiaron, supongo que a mejor
y en cada manuscrito había que poner en todo su esplendor
las sublimes palabras, escritas con letras de oro del potosí

que una chica joven quiere leer antes de acostarse
y que le venza el sueño con los folios en las manos
no importa si a veces, leyendo, le cuesta concentrarse
después de todo, dormir, también es un acto humano.

Dónde quedaron mis cartas, escritas hace muchos años
dónde quedó el amor que a veces, travieso, se escondía
dónde se fue la calma, quizá se fuese para no sufrir daño
pero no es el motivo por el que se marchó, lo que dolía,

sino la certidumbre de que no volverá aquello que tuvimos
que tal vez no fue tan importante como para perder la cabeza
en un momento dado, tú y yo, en un claro paraíso nos vimos
y luego, al dejarlo, vinieron las dudas, los celos, la tristeza.

Pero no podíamos vivir siempre de fantasía y champán
aunque son buenos argumentos para la vida, seguro
luego queda el rencor, y el camino se torna un poco duro
pero seguramente, las penas que vinieron algún día se irán.



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LOS CAMINOS NO SON TRISTES (1)

Cuando escuches una voz lejana, discordante
no exactamente un grito, pero casi, no te asustes
será mi corazón que por ti clama, expectante
tratando de encontrar alguna palabra que te guste.

Sólo el eco repite sin cesar mis pensamientos
dichos en voz alta, listos para ser compartidos
mientras tanto la calma se apodera sin ruido
de un poco de tiempo, y disfruta el momento

como si fuese un dios venido a menos
cuya túnica blanca se ha ensuciado
de arrastrarse por caminos embarrados
y aún así sigue su camino con paso sereno

en pos de un porvenir que, por su estatus, se le debe
tras de una simple gota de placer, de los cielos caída
persiguiendo ilusiones, de vez en cuando para y bebe
y rememora sentado en una piedra como sería su vida

si nunca hubiese amado como amó en el pasado
si nunca hubiese dicho palabras sin sentido
si nunca hubiese dado el paso equivocado
tal vez entonces nunca hubiera envejecido.

Los caminos no son tristes, lo son los caminantes,
ni tampoco el agua, fría o caliente, es siempre igual
quizá debimos ponernos al corriente de lo que iba mal
tal vez nos habría ido mejor, de no ser tan pedantes

y creer que las estrellas están ahí solo para nosotros
que no alumbrarán a nadie que no esté a nuestro lado
que sólo saldrán a requerimiento y nunca para otros
es el error que siempre se comete si se está enamorado.

Hablando del error, te equivocas si crees que este mundo
pertenece a los buenos, y los malos, no tienen dónde ir
hay un poco de tarta para cada invitado que debe decidir
si se la come aquí o espera a llegar al bosque más profundo

allá donde las mariposas se posan libremente y su aleteo
provoca una brisa, suave como la piel de algunos niños
el amor, escondido esta vez tras de un seto, hace un guiño
y sólo te dan ganas de echarte otra vez en brazos de Morfeo

y soñar con pasados amores, ésos que nunca se olvidan
o al menos, eso se dice, cuando apenas si se recuerda
donde se hizo aquella foto en la que apareces tan movida
o si el reloj que allí se ve, va a pilas, o hay que darle cuerda.



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LOS CAMINOS NO SON TRISTES (2)

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Cada amanecer tiene un color distinto, alguno es rosa
otro blanco y azul, como el cielo, donde siempre aparecen
las nubes que forman grupo y componen figuras hermosas
mientras en el horizonte, la luz del sol horas tras hora crece.

Y como los enamorados no tienen a dónde ir
va la tierra y los acoge, sentados y sonriendo
mientras allá en la distancia se oye el lejano mugir
de unos bueyes arrastrados por su dueño componiendo

unas figuras serenas, sobre el polvo del camino
que apenas si se levanta al paso de la manada
hay fuego en el interior de esos ojos, tu mirada
da miedo a veces, en otras y mezclada con el vino

es bebida de pasión, consumida con desgana
sobre una mesa gris en un mesón sin ventanas
hay un violín a lo lejos interpretando unas notas
será su dueño un artista, tal vez con el alma rota

y así va pasando el mes, entre música y olvidos
luego nos vemos, me dices, mientras te llevas los dedos
a la boca y sonriendo, te metes en tu casita
yo me voy y tus palabras en los oídos me pitan

nada de esto es la verdad, todo se vendría abajo
si no hubiese un corazón, tras de la bella postal
que componen esas flores que algún amigo te trajo
tal vez pude hacerlo yo, y sin embargo está mal

que ahora me arrepienta de no haber pensado en eso
o quizá, tras de pensarlo, no haberlo llevado a cabo
eso pasa cuando pienso que es preciso tener seso
y mucho antes de decidirme, las opiniones recabo

de aquellos que en mi opinión, nunca fallaron en nada
ni los cogió el relente, sin ropa, en la madrugada
ni tampoco consiguieron que parase el corazón
para hacerlo era preciso tener alguna razón

y ya no quedan razones cuando el amor se despide
si acaso, una vía muerta, por la que el tren se desvía
espero que no lo cojas porque el cuerpo te lo pide
antes bien, con toda el alma, por permanecer, porfía

pues existe por mi parte un interés desmedido
en poderte ver un rato, de cuando en cuando, sin prisa
aunque todo este verano nos moriremos de risa
mientras huimos, sonriendo, de las flechas de Cupido.



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PUES ES DIFÍCIL VOLAR

No sólo la esperanza inunda el corazón de los amantes
también a veces, hay bastante dolor, y ello se traduce
en largas discusiones de pareja, con voces discordantes
batallas sin fin que no consiguen nada y que producen

esos malos recuerdos que no es posible olvidar
capítulos impresos de un mal libro, un pestiño
cuya lectura es imposible, aunque puedas pensar
que el autor, desconocido, lo escribió con cariño.

Nuestra historia empezó, casi sin querer, en un mensaje
justo cuando la vida nos había olvidado y no quedaba
nada de juventud en nuestra mente que pagaba el peaje
de un periodo de tiempo sin amor, en el que se contaban

los años por decepciones, como lo son las relaciones
que, a pesar de la brújula, no llegan a buen puerto
teniendo a bordo un buen capitán cuyas nociones
de navegación no se ponen en duda, pues es cierto

que para todo hay que estudiar, bueno, quizá no para amar
pero es mejor estar preparado, que esperar a última hora
para hacer los deberes, pues eso tan solo te lleva a fracasar
y quizá a llorar, como se suele hacer, si algo te enamora

y no eres capaz de conseguirlo, cielos !, es difícil volar
en un mundo donde todo gira en torno a una esperanza
y no ves llegar el momento preciso de poder alcanzar
los sueños que olvidaste, y con bastante templanza

recorres el camino aún virgen de los nuevos amores
esos que no convienen, pero que dan cierto prestigio
cuando en las charlas de salón, con motivos egipcios
reúnes a tu gente y les cuentas como son los olores

de cuando el agua, de una mujer que acaba de ducharse,
cae por su piel y forma en el suelo una huella indeleble
a mitad de camino entre la puerta y algún ajado mueble
que no se va hasta que la fregona le obliga a marcharse

y también, cómo no, del olor del perfume dispersado
en olorosas gotas por el escote un tanto pronunciado
que mancha un poco el ayer mismo estrenado vestido,
y todos ellos encuentran tus relatos bastante divertidos.

No debiste de olvidar el pasado, a no ser que quisieras
sufrir lo que se llama el síndrome total de la abstinencia
que no es sino de la falta de cariño la fatal consecuencia
y el resultado de pasarte la vida, persiguiendo quimeras.


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SIN HACER MUCHO RUIDO

Amores hay a cientos, y para todos los gustos
algunos, ciertamente, sólo nos dan disgustos
otros se mueren de viejos, cuando llega su hora
el nuestro se fue en un tren con bastante demora.

Si me amaste, como dices, no debes de quejarte
aunque mis besos no llegaron a ser obras de arte
ni tampoco mis cartas, escritas a veces sin pensar
un poco como para salir del paso, pero sin caminar.

Aún recuerdo , a veces, tu sonrisa, perdida
en el medio de una habitación a contraluz
con sábanas arrugadas, y la ropa extendida
gozando del momento que nos dio juventud

mientras todo a nuestro alrededor envejecía;
el salón del hotel, la alfombra, el ascensor
todo era un buen lugar para hacer el amor
y anidaba en tu pecho un árbol que crecía

a la par que en el mío, las rosas florecían
en un jardín eterno, propio sólo de dioses
recuerdo con nostalgia, qué pronto te dormías
haciendo algunos ruidos, y quizá algunas toses.

Todo aquello pasó y luego nos despedimos
de cualquier otra forma, hubiese dado igual
nada es eterno aquí, todo lo que tuvimos
lo ganamos a pulso y no nos fue tan mal.

Es verdad que los sueños con el alba se van
es cierto que algún día, pudimos ser mejores
no conocí el amor, hasta que en un diván,
olvidándome un poco de pasados rencores

me sinceré contigo, frente a alguna bebida
en un bar olvidado de una calle escondida
a media luz los dos, como en la canción
poniendo en cada beso un poco de pasión

esperando el momento de irnos al hotel
contando los minutos para estar a solas
escribiendo poemas sin tener un papel
y tan lejos del mar, sorteando las olas.

Sí, me amaste, y te amé, como nunca he querido
con sentimientos ocultos entre dunas y estrellas
creí que nuestra historia no podía ser más bella
y por eso me fui, de noche, sin hacer mucho ruido.


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YA ES HORA DE DEJARLO

Cuando sueñas con alguien, es hora de dejarlo,
pues los sueños nadan siempre a contracorriente,
es decir, si en ellos eres una persona pudiente,
de las que tienen dinero y no paran de contarlo

lo más probable es que seas pobre como una rata
que los demás te miren por encima del hombro
que no dejes nunca en público de meter la pata
y que tu vida se haya visto reducida a escombros.

Ayer soñé contigo, y nos íbamos de viaje juntos
a algún lugar remoto, una isla quizá, no consigo
recordar los detalles, pero llegados a este punto
lo único importante es que tú estabas conmigo.

Como ves, los sueños nunca se hacen realidad
puesto que te has marchado, y si nunca regresas
y no tengo ya a nadie a quien hacer promesas
iré a por otros horizontes, y lo haré de verdad

no como en el cuento del lobo que nunca aparecía
aunque quizá sea mejor así, pues los depredadores
no tienen sitio en este mundo, que con ellos, sería
un conjunto de eternas dudas y profundos temores

más propio de una guerra que de tiempos de paz
y que conste que un día, ya pasado, fui guerrero
pero el rápido paso de los años, hizo perecedero
mi espíritu de lucha, aquel por el que fui capaz

de pelearme contra las estructuras de tu mundo feliz
rodeada de lujos, bien tratada y con ínfulas de dama
como suelen tener aquellos a quienes traen a la cama
el desayuno, y que no suelen cometer ningún desliz

pues tienen su vida programada, como robots humanos
constantemente en marcha, sin hacer nada de provecho
pero viviendo, en cada circunstancia, una vida mundana
colgándose a cada momento, falsas medallas en el pecho.

Si ayer soñé contigo, no fue algo que tuviese pensado
más bien surgió así, como el sol detrás de la tormenta
me había ido a la cama sólo, y también muy cansado
así que supongo que ese sueño en concreto, no cuenta

puesto que soñar sólo te trae decepciones
y es el amor profundo lo que se busca sin parar
llámame un día de estos, si quieres emociones,
y si no te contesto, lo vuelves a intentar.-



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MIENTRAS EL TREN SE DETIENE

Me dejaste pensar y me salió una frase lapidaria
de esas que te dejan anonadado y boquiabierto,
no puedes dudar de mi amor, pues es muy cierto
pero si así lo deseas puedes entonar una plegaria

por un amor de juventud, que se perdió, al caer
la tarde de un estío que nunca debió marcharse
quizá era pronto para amar, pero equivocarse
tiene sus consecuencias, como has podido ver.

Todos los momentos dulces suelen acabar mal
o bien se discute mucho mientras uno se viste
o en el peor de los casos, ése beso del final
sabe a rencor, a colilla, a labios que no supiste

limpiar a tiempo, y las lágrimas afloran a tu pesar
porque el corazón no manda sangre hacia arriba
y el alma, partida en dos, hace una pequeña criba
y se apunta a un solitario, siendo incapaz de soñar

porque ya todos sus sueños se han cumplido,
incluso aquellos que luego devienen en pesadilla
es un decir, pero un beso, aunque sea en la mejilla
proporcionará alimento a un corazón desvalido

en tanto que un largo adiós, a nadie deja contento
es como si en la estación, mientras el tren se detiene
para que suba la gente, que mientras tanto va y viene
un momento de pasión proporcionase alimento

aunque éste será corto, para todo el viaje y más
hoy he visto en tu mirada cierto grado de tristeza
y cuando llega la pena, un largo camino empieza
pero a veces no encontramos ese consuelo jamás.

Que tengas suerte, mi amor, en tus nuevas aventuras
si estoy presente en tus sueños, no te duermas todavía
no soy de fiar, lo sabes, y pese a ello hay ternura
en todos nuestros encuentros, porque tu alma confía

ciegamente en el cariño, en la amistad, en los besos
y nunca se vuelve atrás por mucho que los encuentros
sean a veces tan cortos, que parezcan desencuentros
quizá en el fondo nos falte el hacer algún exceso.

Hoy por ayer, tuve miedo, y me marché de estampida
te dejé sola, pero seguro que tu alma, compungida
aún cree en el amor, aunque de hecho es consciente
de que para amar así, se ha de ser muy valiente.-



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HAY UN AROMA A FRACASO

Hoy te escribo brevemente, y no contestas ni mu
quizá te hayas ya cansado de mensajes sin sentido
vale que no hace mucho ambos nos hemos querido
como verdad es ahora que, llegando a la senectud

y peinando ya sin ganas, las canas de la experiencia
el pasado no consigue reverdecer los laureles
los mensajes no emocionan, se mira con suficiencia
por encima de las lentes, actuando como lebreles

que vigilan con sigilo a un amor que se perdió
una noche en que la luna, con timidez se ocultó
de miradas ardorosas, bajo el manto de una nube,
cuya belleza sin par, hasta el firmamento sube.

Si estás alegre, coloca en tu puerta una señal
pero si estuvieras triste, no salgas en todo el día;
ten en cuenta que la gente podría pensar muy mal
si te viesen como lloras, aunque fuese de alegría

y achacarme algunas culpas cuya pena no merezco
si acaso fui un imprudente por demandarte paciencia
para poder soportar mis largas tardes de ausencia
ahora mismo aquellos viajes, sinceramente aborrezco

pues nos separaron más, de lo que nunca estuvimos
y aunque traje los regalos que aún adornan tu salón
un objeto no es mejor que los abrazos que nos dimos
casi durante un mes entero, cuando volví de Japón

y te encontré cohibida, pensando en las musarañas
todo pasión, retenida en un corazón ardiente
recuerdo bien esa mesa con la comida aún caliente
y el ligero movimiento de la brisa en tus pestañas

y la tarde se marchó para no ver nuestro encuentro
y apareció el de la luz, para cobrar las facturas
y llamaron por teléfono, contestaste con premura
y mientras salías fuera, pues yo me quedaba dentro

como ése viejo juego, el del ratón y del gato
que se evitan, aunque saben que un día volverán
a encontrarse, pues la vida no suele durar un rato
y seguro que, aún más fuerte, ese día se odiarán.

Nada hace que el camino sea más corto, si acaso
puede ser más llevadero, si se marcha en compañía
hoy, como ayer, en el aire, hay un aroma a fracaso
y mañana si hace viento, con él, vendrá la alegría.-



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DEJAR DE AMAR, DA TRISTEZA

Dime hasta cuando estarás enfadada y dolorida
por hechos, que cuando menos, son menores
realmente no hay lugar para pasados rencores
so pena de condenarte a pasar toda la vida

pendiente de un hilo, atisbando a través
de una ventana rota, el oscuro porvenir
que te espera si al final decidieras partir
tras de haber soportado el último revés.

Aprendemos de pequeños a querer a los mayores
y luego las circunstancias marcan la pauta final
el amor llega y se queda, o bien se te da muy mal
y lo que fueron certezas, hoy son tan sólo temores

llevados en procesión por la senda del despecho
ése que deja una huella en corazones enfermos
dejar de amar da tristeza, y a llorar tienes derecho
si no tienes la piel dura como la del paquidermo

hecho que suele ocurrir en contadas ocasiones
tan raras que pocas veces se apuntan en un cuaderno;
por amor se hacen locuras y produce depresiones
para eso, tras el verano, aparece el crudo invierno

para recordar al mundo que el amor tiene dos caras
una amable y primorosa, con mejillas sonrosadas
la otra un poco más gris, las ojeras bien marcadas
y sobre todo un reloj, en el que el tiempo se para

con ásperas manecillas, hechas de polvo de cielo
números sin destacar y sobre todo una pila
en su medroso tic-tac, hallaste un día consuelo
y tu mente antes abierta, ahora se cierra y cavila

la mejor forma de amar allá por el mes de agosto
cuando todos bajo el sol beben tragos de cerveza
y si abusan de las rondas, se les sube a la cabeza
el que no quiere sufrir, se apañará con el mosto

y más tarde, al comenzar la noche y sus desvaríos
todo el mundo tratará de exorcizar sus demonios
unos y otros convendrán en que empezar amoríos
puede ser tan peligroso como manejar plutonio

pero aún así seguirán por la senda del deseo
creyendo que hay amor hacia el final del paseo
no es mi caso, pues no salgo normalmente por la noche
a no ser que me aseguren que voy a volver en coche.-



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