domingo, 27 de enero de 2008

DÉJAME QUE TE AME


Nunca he amado tanto como ahora
ni tan siquiera antes de conocerte

Ya te amé mucho, aún antes de poder verte,
pero, desde entonces, te he querido cada hora.-

Pero si hablo mucho de amor, sin duda que será
porque quiero hacerte ver mi pensamiento
decirte que te quiero, sin ningún miramiento
Quiero gritar mi amor, tal y como lo hago ahora.

Con suma complacencia, con deseo
Yo quiero besar tus ojos tan seguros
Que me guían en esos días tan oscuros
Como el amor que llevas dentro y que yo veo.

Pero tú no siempre pareces ser humano;
Un día, quizá cercano, yendo hacia el ocaso
Nos veremos, nos amaremos sin descanso
y si hay ocasión, nos cogeremos de la mano

Serán pocas las palabras, ese día hablarán
Nuestros cuerpos en pos de un sentimiento
que nos ha de llevar a buen ayuntamiento
Ese día sentirás que te amo y me dirás

"Déjame que te ame tiernamente
como dulce es la luz del mediodía
concédeme el deseo de ser mía
permite que te bese suavemente."

y yo te diré mimosa
haciendo como quien no quiere la cosa
"hazme tuya esta noche
que hoy de amor haremos un derroche".

La luz está apagada, estamos enlazados
ahítos ya de amor, quizá cansados
de tener en nuestros brazos la pasión
y un par de almas en un solo corazón.

Yo vigilo tu sueño y tu me miras de reojo
mi pelo se ladea un poco, y yo no lo recojo
tu me observas un rato, sonriente
y te vuelves a dormir, profundamente.-

viernes, 18 de enero de 2008

UN SOL DE PRIMAVERA


Algún día creo que entenderás mi pensamiento
y puede que entiendas mi forma de quererte

Cuando ya me haya ido, cuando no pueda verte
Y no puedas amarme ni siquiera un momento.

Sentirás no haber dicho ni una palabra sola
no decir lo que quisiste decir y te callaste

Y que nunca siquiera expresarlo intentaste

Prefiriendo ver como llegaba esa pequeña ola


Que mojó todo lo bello que ambos compartimos
Llevándose consigo todas las obras buenas
Todos nuestros destinos y también alguna pena
Y empujando al mar aquello que un día sentimos.


Sentirás, como yo siento ahora, la pena del olvido
Como duele la soledad, como el amor se convierte

en amargura y la ausencia del amor te deja inerte

Y lo larga que es la noche cuando se ha querido.-


Querrás buscarme, amor, entre la luna llena

Y la paz infinita de un sol de primavera

Y cuando de encontrarme no veas la manera

te sentirás tal vez como un alma en pena.-

Pero ya será tarde, y no habrá lugar al llanto

Porque yo me habré ido, debajo de aquel manto

De tiernas aleluyas de cuando estábamos juntos

Y también por qué no, de algunos desencantos

Espero haberme ido para siempre jamás
dejando mi lugar a otra persona amada
O tal vez me vaya y no te deje nada
llevándome conmigo nuestro amor además.

Siento decirte esto, pero es lo que pienso
En esos días tristes en los que nada sale
Cuando ni siquiera el hecho de amar vale
Y acordarme de ti es como oler incienso

Cuyo olor me deja seriamente aturdida
Exánime, sin fuerzas, un poco mareada

Con el oído atento y la mirada perdida

Tal y como me siento estando enamorada.


Pero hoy estoy aquí aún, deseando tus besos
Empezando a escribir un poema inconcluso
Con la misma fe con la que alguien compuso
Esa sutil melodía que al fin fue el universo.

Y si por fin llega el día en que no pueda verte
Ni escribirte ni amarte ni siquiera un instante
Creo que por mi parte ya he tenido bastante
Habiendo conseguido la proeza de amarte.-

APRENDI DE TI


Mi amor, quiero decirte que me
encanta acurrucarme en tus brazos
despacio, tiernamente,
sentir el calor de tu cuerpo

y depositar apasionadamente

un beso sobre tu piel,
porque al instante siento
una sensación mágica.

Recorrer todo mi cuerpo
cuando estamos juntos.

El sol no parece tener ocaso
y se transforma nuestros
momentos de ternura

en una lluvia fina de caricias.


Y también quiero decirte

que de ti aprendí

lo absoluto del presente,

la intensidad del deseo,

lo precioso que son los recuerdos

y la dulzura infinita de la espera.

RECUERDOS DE LA INFANCIA


Como olvidar de cuando era niña
una casa con sus viejos escalones de madera.
el olor a jazmín del otro lado de la calle.
Un hombre tirado en el suelo ebrio
bajo la luz de una farola.
Una mujer sumisa de rostro tétrico
que cada noche acudía a recogerlo
llevando en sus brazos a un bebé
casi desnudo y un poco desnutrido.

Una niña descalza de pelo enmarañado
afanosamente agarrada a la falda de su madre.
Un par de gotas rodando por su rostro
y el dolor de una situación incomprendida.

Unas veces observaba la escena desde mi ventana.
Otras, las mayoría, junto al escenario.

Mi último y más reciente recuerdo me lleva
a una noche lluviosa y fría de invierno.
Y me hace pensar, respirar profundo.
Una tenue luz que alumbra mi interior
asemeja la lentitud de los días que no pasan...

Una escena como casi cada noche:
los mayores al amor de lumbre
cuentan cuentos, historias que me gustan,
me embelesan, envanece y las amo.
Las menos agradables las dejan para después.

Un hombre mayor, cercano a la familia
comienza la ronda de esa noche. Y,
es así que recuerdo yo aquella historia:

Un padre, un sátiro viejo y encorvado,
(comenzó su relato asegurando ser verdadero),
tenía una hija a la que frecuentemente
solía enviar a comprar el vino para la cena.

Una noche creyó percibir un profundo dolor.
Algo le aprisionaba en sus costados,
y un hedor a sobacos, a humedad en su cara.
La garganta seca, amarga, llanto ahogado.
La luz de un candil titubeante insinuó
un punto de orientación a su mente
confusa e intentó levantarse. Sólo pudo ver
entre la penumbra la figura de su padre
y a un hombre con su sexo anhelante
al que su padre incitaba a una frenética orgía,
y a su madre de rodillas suplicante.

Quiso llorar, sus manos de niña se apretaron
hasta cortar el aire. En su garganta un grito
ahogado. Su mirada penetra la realidad,
la atrapa en su memoria y sus labios
estrangulan el aliento. Una carcajada,
una botella en el suelo vacía, sin vida.

Las vigas de la sonrisa de una niña
que hoy se infiltran en su conciencia.
Una madre sumida entre las sombras,
envuelta en despojos corporales, en
momentos sudorosos, volvió su rostro
contra ese hombre buscando calmar
el dolor de su alma, el desorden de la lujuria.

Cerré mis oídos. Mi mente está confusa.
Y me siento triste, dolorida, quise
despedirme, dar las buenas noches.

Pero las palabras se atropellaban y
mi garganta sólo emitió un grito ahogado.
En mi mente, un intento de desmarañar
toda aquella historia, y pensar que no es
cierta, que es fantasía de aquel hombre...

Un día pensé: me iré de casa.
No quiero escuchar más historias. Quiero
ir más allá porque más allá hay tantas cosas...
Y quiero andar tantos caminos
que nunca pensé que podría andar.

En esa noche dos lágrimas corrieron
por mis mejillas. Yo que nunca antes
había llorado. Aún hoy no sé si fueron
lágrimas o fueron gotas de rabia contenida.

HOY COMO AYER


Hoy me desperté rendida
confusa y decepcionada,
una gran tristeza fría
llenaba mi alma, huía

de los miles de recuerdos

que de ti guardaba; versos

que acudían a mi mente

perdidos entre la gente.


te busco entre los momentos

de nuestra postrera cita

entre el vestigio sucinto

de nuestro último encuentro,


entre esas dos poesías

que hace días me enviabas
quizá en verso tu pensabas
cuando me las escribías.


Te busco…

en lo mas recóndito de mi mente
pero lo cierto es que eres diferente
y a pesar de conducirme con paciencia
sólo percibo, de tu parte, indiferencia.


Te busco en mi memoria, castigada

Por la ya larga lista de tus agravios

Ninguna queja ha salido de mis labios
Es así como entiendo estar enamorada.


pero ya no te encuentro, amor

has desaparecido nuevamente
como alma errónea y errante

dejando tras de ti un gran dolor.


Busco en mi corazón, adormecido

Por los cantos de una sirenita
Que con un marinero tiene cita
Y lo encuentra cariacontecido

y encuentro mas besos que caricias,
mas deseo que comunión, melancolía

mil y un desencuentros, alguna delicia
y es que llegado ya el final me parecía.-

Melancolía, tristeza, rutina y desatino

desesperación, agonía, agua salvaje

Busco más en el fondo que en el viaje

Me parezco un poco al peregrino

Que camina por la vereda del camino

Ayudado por un cayado enmohecido
Alegre porque llega al final del destino

Pero triste porque llega muy vencido.


Esperaré, le digo yo a mi mente
a que el viento se calme,
a que venga la brisa y el relente

y a lo que quiera darme.-

Le besaré en mis sueños
de mujer enamorada

Y le diré a la almohada

Que aún es mi dueño


Y me rebajaré para pedir perdón
Por algo que no se si he cometido
Todo lo que he visto me ha servido

Para reconfortarme en la razón


un juguete en sus manos yo sería

si él me lo pidiera; por el yo daría

toda mi vida entera y acto seguido
le confesaría cuanto le he querido.


Cuanto daño hacen, como duelen
unas palabras hirientes carentes de sentido
si proceden de aquel a quien se ha querido
y esa procedencia tener suelen.-

Absurdo es intentar escribir poesía,

hablar de sentimientos y de amor

arrastrarme con palabras no querría
solo conseguiría producir mas dolor.


sobre el cálido papel,

él, nunca comprendería;

aquello que yo escribía

pensando tan solo en el.-

YO





Amarte a ti, me gusta
Pero si esto te disgusta
Si te percibo enfadado
Si te noto triste, apagado

Porque a veces te hago daño
Yo, que hace tan solo un año
Debo decir que aún no te conocía
Y de ti nada, o menos aún, sabía

Me apago unas cuantas veces
Si odias lo que te cuento,
Si no te siento contento,
si hay algo que te ensombrece

Yo...

Temo estar en un erial
Si por mi culpa estás mal,
Se que a veces me equivoco
o que tu te vuelves loco

Pero si te veo triste
Yo...
Me apago, mí amor
Me apago, mi bien

Y quisiera ser capaz
De parar el mundo un día
En un instante fugaz
Que de nada serviría

De cruzar la tierra andando
De cruzar el mar nadando
Y estar junto a ti un ratito
Para abrazarte despacito

Dejar un beso en tus labios,
Aspirar muy fuerte el llanto
Y esconderte bajo mi manto
Sin recordar los agravios

Cuando me regrese el día
En que digas que me quieres
Querré decirte que eres
Para mí la parte umbría

De un bosque imperecedero
De una maniobra silente
Pasarela de aquel puente
Por el que pasan primero

Las penas y las desdichas
La tiranía y la holganza
Donde lo mas bello traza
Un camino hacia la dicha

Quisiera darte un abrazo
Llevarme lo malo, amor;
Y abandonar el dolor
Para perderme en tus brazos.

PASA LA VIDA


Pasa mi vida sin que acontezca nada de extraordinario
pasa un día, y otro, y poco o nada añado yo a mi diario

nace cada día un mundo nuevo sólo en mi imaginación

y cuando llega la noche me gusta dejar libre al corazón


Me gusta soñar, recordar lo que entre nosotros ha habido

que es como recordar el origen del universo, sometido

a una serie de presiones, a una serie de malentendidos

que hacen de seña de identidad de lo que hemos vivido.-


Es cierto que la maldad no tiene sitio en mis sueños,

ni la cobardía, ni la añoranza, ni siquiera la melancolía

me gusta, cuando es de noche, esperar que llegue el dia

para decirte que siempre serás de mi existencia dueño


Cerrar despacio los ojos, mirar el azul del cielo

olvidarme de la pena que nos causa algún destino

me abrazo a la almohada, sueño contigo, te anhelo

y entonces me parece que la vida es tal desatino


Que no tiene ni sentido, ya que no estás a mi lado

yo dejaría de vivir, de tanto que te he amado.

desde otra perspectiva me parece que las penas

desaparecen un poco, no me parecen tanto, apenas

Lo son cuando en la noche abrazada a la almohada
siento al darme la vuelta, que encuentro tu mirada

que nuestros cuerpos se unen en un lado de la cama

que por ti puedo olvidar que yo he sido una gran dama.


Es la noche, son mis sueños y a veces siento

que estás tan cerca que estás dentro de mí

en mis sueños todo es cierto si se trata de ti
tus caricias, tus besos, y hasta sentir tu aliento


Tu puedes vivir tu vida sin mi

seguir mi vida yo puedo sin ti

pero de este maravilloso mundo

que nace de mi sueño profundo


Nunca te podrás escapar, aunque quisieras
nunca voy a olvidarte, aunque hacerlo pudiera
pues dando por bueno todo aquello que fuimos

no podemos acabar con lo que tu y yo sentimos.-