martes, 31 de julio de 2018

AUNQUE EL COMBATE SE PIERDA





Todos los caminos me conducían a tu vida
el del amor era llano, con un poco de subida
en cambio el del desprecio, venía de bajada,
el despecho que siente la que está enamorada

no se rige por reglas, antes bien es cambiante
y ojito con ofender a la mujer que se quiere
decir palabras vanas que en el fondo la hieren
es condenarse en vida, perder en un instante

cualquier atisbo de futuro mejor, planes sinceros
cuya resolución esperas sea buena, es lo primero
que se busca en una relación condenada al fracaso
si dedicas a los asuntos del amor, un tiempo escaso.

Hay tratados que dicen que en las relaciones
es mejor pasarse que no llegar nunca a destino
opino que quizá la vida nos pone en situaciones
ásperas y sin alma, protegidas por alambre de espino

cuyo asalto es difícil, ya no digo imposible
nada lo es, si sabes encontrar ése punto
en el cual el amor y el deseo irán juntos
pateando el jardín con un ritmo increíble

a mil por hora, como va el corazón de los que aman
sin pensar en que luego, cuando el amor se acaba
y las canas dan paso al cansancio, se descubre la trama
y los asuntos del cariño se discuten con muy mala baba.

Se mezclan los recuerdos buenos con aquellos
que quizá no lo son tanto, pero que has vivido,
retazos sosos de un pasado, un poco en el olvido
que suben por la garganta y te aprietan el cuello

hasta hacerte boquear y luego, cuando sueltan
la presa involuntaria, con sus peores artes
te conminan a hacer de tu sueño, un aparte
mientras lleno de lágrimas, tu temor se alimenta

de la misma materia de la que está hecho el mundo
un trocito de angustia, un poquito de sol y mucha
agua; es así, y si aún no lo sabías, pues escucha
de tu alma el quejido, que surge de lo más profundo

y recorre tus venas, hasta llegar arriba, a las cuerdas
vocales, que le dan expresión a quien no la tenía
a veces cuesta amar, pero en otras ocasiones la valía
se demuestra luchando, aunque el combate se pierda.-


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SON TANTOS LOS BESOS QUE NOS DIMOS






Cuántos besos habría que robar hasta lograr que un corazón
perdido en la nostalgia de amores, que nunca se entregaron
volviera a latir, con parecida fuerza y con la misma razón
sabiendo que fue precisamente por esto por lo que lo crearon.

No hay una cifra exacta o si la hay, al menos yo la ignoro
serán millones, tal vez más, pero llegados a éste punto
tan sólo queda brindar por la felicidad en su conjunto
y quizá llorar de pena puntualmente sin que sea un desdoro

pues hay almas muy sensibles, al igual que existen algunas más duras
capaces de enfrentarse sin miedo a problemas de gran envergadura
exentas si cabe de nostalgia por los tiempos pasados, sin memoria
ni trabas, que les impidan el poder contar a todos nuestra historia.

Caminando hacia arriba, se llega al cielo, en casi todos los casos
en cambio, cuesta abajo, está más cerca el infierno, tan sombrío
como un día de niebla en medio de la nada, con un viento escaso
que nunca la disipa y cuando sopla más fuerte, incluso viene frío

y te deja los huesos temblando, deseando llegar al hogar donde espera
un tresillo, un poco de vino, una estufa de leña y una buena comida
para poner al día al cuerpo, cansado ya de las habituales despedidas,
ansioso por encontrar alivio, en forma de alimento, en la vieja nevera.

Pero no ocurre así siempre, sino que hay momentos también para soñar
quizá sean los menos, pero tengo para mí que hay que aprovecharlos
es posible, se dice, que una gran parte de nosotros desee ver el mar
mientras la mayoría, presa de su ignorancia, se apresta a criticarlos

porque el mar es la fantasía del que nada tiene y nunca ha visto antes
tanta agua recogida en un punto infinito, que parece no tener fin;
si quieres saber cuánto mide, tendrás que preguntarle a un delfín
pero antes de acariciarlo te aconsejo encarecidamente que uses guantes

o su piel resbaladiza dejará alguna huella, lo mismo que el amor hace
cuando estando mojado, le da por secarse contra tí, a cualquier hora
y entonces comprendes que quizá no sea el color rosa lo que enamora
ni tampoco el cariño, en el árbol más viejo de la esquina, siempre nace.

Son tantos los besos que nos dimos que es preciso pararse a recordar
momentos, instantes incluso, en los que fuimos dos almas anegadas
por una ola de soledad que nadie quiso nunca, y para siempre, secar
abandonándonos a nuestra suerte, en un piso con las persianas bajadas

y un trocito de jardín donde nunca han crecido las flores, ni en primavera
se ha visto a las útiles abejas libar en sus pistilos, que no existirán jamás;
es una alegoría del trabajo, lo sé, y es por esto que se me ocurre que quizás
teniendo en cuenta tu desdén hacia todo tipo de amor, mejor es que me fuera.


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ERA PUES SAN VALENTIN (1)





Volaba sobre nosotros, ligera, la poesía
y leíamos los versos juntos en el canapé
era ya San Valentín, y la hora, mediodía
teníamos en la mano cada uno, su café

Sonreíamos felices, como dos enamorados
que descubren cada día un motivo para amar;
una paloma en el patio, no dejaba de llamar
a su pareja, posada sobre un lejano tejado

y en la tele, había series sobre amores y sus celos
las más eran divertidas, aunque no lo fuesen todas
también a veces se llora, la tristeza está de moda
cuando la melancolía parece llover del cielo.

Era martes, lo recuerdo porque el lunes tengo yoga
y tú habías comido, con un cliente habitual
lo cual me pone celoso, ya sé que no es lo normal
pero chica, tu trabajo, siento como que me ahoga

cuando pienso en otro hombre alrededor de tu vida
hay voces en mi interior que me impulsan a odiar
todo aquello que en un tiempo, sólo me hacía pensar
y sobre todo, al final, siempre eras bienvenida

cuando al entrar en el bar atraías las miradas
de la plebe, embrutecida por una copa de más
mientras ibas hacia mí, parecías embrujada
tu mirada de contento, no la olvidaré jamás

ni tu beso, apasionado, y apenas correspondido
merecía tal reproche, y menos en esos días
qué quieres, si la conciencia entonces no me decía
que no está bien recordarte, todo lo que has vivido.

Era tal la procesión de sentimientos que el aire
se nos hizo tan espeso, que no veíamos nada
en los cuentos, al final, siempre se aparece un hada
acabando, con su vara, con casi cualquier desaire

y la pareja es feliz, así como el que no lo quiere
y los pájaros se marchan en pos de su porvenir
y las madres se preparan para aquello que les hiere
y la vida, antes tranquila, ahora es un sinvivir;

Era martes, como he dicho y los celos me pudieron
me propuse recordarte todos los días que estuve
a solas con mi deseo, los muebles mi llanto oyeron
pensé en echarte la bronca, gracias a Dios me contuve


...SIGUE

ERA PUES SAN VALENTIN (2)





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y la ira, en procesión, se fue marchando deprisa
dejando tras de su estela un poco de confusión
no seré yo el que se parta ahora mismo, de risa
porque el futuro lo espero con una gran ilusión

si es contigo, o es con otra, el tiempo me lo dirá
aunque a veces ni las horas hablan conmigo;
con cariño ahora mismo, de corazón yo te digo
que todo lo que tememos, sin duda nos pasará

y las cartas que escribimos serán nuestro pasaporte
hacia un mundo irracional dominado por idiotas
con gruesos trajes de paño, corbata y con altas botas
magníficos en su aspecto y de señorial porte

pero hueros, como frutas agusanadas y negras
partícipes de un festín que comenzó de repente
en una casa de barro en las afueras, con gente
que para dar bien la nota se presentó con la suegra

si saber la dirección fiando todo a su instinto
tantas veces se perdieron que al final casi no llegan
pero al final concurrieron a un convite muy distinto
a aquel en que las partes discuten y hasta se pegan.

Son maneras de olvidar un pasado esplendoroso
plácido y con buena nota, todo se cae a pedazos
cuando la suerte, enfadada, te da el abrazo del oso
y la tristeza aparece, propinándote un mazazo

y la historia se convierte en un reguero de sangre
mueves el barco y observas las redes deterioradas
te gustaría salir, navegar, ver las nubes apiñadas
mientras pescas algún pez empleando tu palangre

pero volverás a puerto con las bodegas vacías
nadie comerá del fruto del mar hasta otro año
quedará la juventud varada entre varias vías
la cubrirás con su funda, para que no sufra daños

y en la tasca, en comandita, se hablará por hablar
todas la conversaciones giran en torno del mar
queda el recuerdo, si quieres, de lejanas latitudes
donde habitan unos seres con muy escasas virtudes

entre ellas la de amar, a todo quisque, sin freno
tal y como haremos hoy, cuando el sol desaparezca
reflejando un postrer rayo sobre el agua de una alberca
y la quietud de repente, pues dará paso a los truenos


...SIGUE

ERA PUES SAN VALENTÍN ( y 3)





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de una tormenta lejana, pero que se está acercando
será mejor recoger el jardín, por si es el caso
de que el agua llega pronto y todo lo va mojando
dejando para limpiar un buen reguero a su paso.

Si lloviese en este día que se celebra el amor
y el paraguas fuese, al fin, el regalo preferido
si acabases la jornada con el cuerpo dolorido
y el futuro, por nefasto, te trajese algún temor

dormirías sin embargo a pierna suelta, lo sé
porque tantas noches juntos dan para una novela
leída bajo la lámpara tras de tomar un café
mientras la luz proyectada deja tras de sí una estela

con la cual apenas vemos, más allá del comedor;
y sin embargo, sabemos dónde está el resto de cosas
está muy cerca el sillón y si miras en derredor
verás cómo entre la sombra, algunas sillas preciosas

que son parte del ajuar de la boda y los regalos
donados por gente amable que te acompaña en tu día
aunque tienen que pagar por hacerte compañía
no por eso han de pensar que fueron momentos malos

pues la ira, como el hambre, sólo se pasa comiendo
y si puede ser muy bien, que para eso se paga;
el corazón necesita de vez en cuando un remiendo
cada vez que la tristeza lo atraviesa con su daga.

y luego en el hospital nos hacen radiografías
en las cuales no se ven sentimientos ni certezas
puestos a mirarte todo, que miren en la cabeza
a ver si encuentran el sitio donde el amor desconfía

y se protege del mundo con su coraza dorada
cerrando bien las ventanas por donde salen los besos
si nadie llama a la puerta, será una historia acabada
si llaman muchos, no sé, gritará como un poseso

que no es aquí donde aman, ni siquiera en este día,
señalado por la fiesta de las parejas que querrían
aprovechar cierta fecha para darse garantías
de un amor que, si faltase, recuperar no sabrían.

Era pues San Valentín, era martes y era amor
lo que ocurre es que la gente se empecinó en no creer
y entonces ocurrió lo que siempre hay que temer;
cuando no es correspondido, el cariño da dolor.


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sábado, 30 de junio de 2018

CUANDO VUELVAS DEL TODO






Cuando vuelvas del todo, si algún día lo haces
tráete el periódico, y también una barra de pan;
delante de un buen café se hacen bien las paces
y como muy bien sabes, las penas vienen y van.

el amor, como los autobuses, va por barrios;
a veces debemos de saltar alguna zanja aislada
no todas las calles estarán siempre ajardinadas
y en algunas aceras hay abundancia de zarrios.

Pero aun así, vivimos a gusto en compañía
de todos aquellos que nos conocen bien
por ahí pasa la vecina, más guapa cada día
todo el mundo lo sabe, y su marido también.

Enfrente del colmado, en la zapatería hay un cartel
ajado y polvoriento de un concierto ha tiempo celebrado
nadie lo quita nunca, ya forma parte del paisaje, colocado
por alguien a quien siempre le gusta pegar algún papel

en los muros ajenos, dejando los suyos impolutos
a veces se colocan con esmero, y otras, a lo bruto
pero en esencia suelen cumplir de sobra su misión
que no es otra que anunciar un cantante, una canción

cuya letra quizá no nos sepamos nunca
quizá ni recordemos la cara del artista;
es el poster el que nos da alguna pista
una vez roto la información se trunca

y entonces aparece otro superpuesto y pegado
con litros y litros de buen pegamento encolado
hay paredes que son más que muros, soportes
de alguien que hace del anuncio un deporte;

tal vez sea bueno publicitarse en la calle
cuando amas a alguien, se podría anunciar
cuando dejes de hacerlo, basta con arrancar
aquello que pegaste, borrando algún detalle

de esos esenciales, como el verso que guía
cada luna que ves pasar en buena compañía
perseguida por nubes, que no son de algodón
aunque tampoco duras, le sirven de colchón

cuando quiere acostarse, caliente, porque el sol
no perdona siquiera a los astros más próximos;
quise estar en tu vida, aspiraba a lo máximo
y tan sólo he servido para ser tu parasol.


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Y POR LO TANTO, TRISTES.






Cuando venga la calma, detrás de la tormenta
y la luz de la luna, ilumine la casa totalmente
llegará la hora de soñar contigo nuevamente
tal vez sea cierto que los sueños se alimentan

de fantasías sin cumplir, de proyectos fallidos
que un buen día dejamos a un lado, cansados
de no llegar nunca a buen puerto, obnubilados
por el recuerdo de unos momentos, ya vividos

y por lo tanto tristes, porque no hay alegría
en la rutina que nos mata en su torpe levedad
más bien es al revés, pues para mí yo querría
hacer en cada instante, todo lo que deseo de verdad;

por ejemplo, amar, que es algo que no recuerdo
haber cejado nunca de intentarlo, ni siquiera
cuando los hados conspiraban contra mí en primavera
tratando de llegar con mi corazón a algún acuerdo.

Ya de por sí el amor es algo muy sensible, diminuto
se habla de ello de pasada, como si fuese vergonzante
en efecto, lo es si partes de la base que, en un minuto
pasas de ser, de amante reconocido, a simple aspirante

y entonces no hay cartas de amor que escribir
sobre todo si nadie va a leerlas en silencio
la soledad es del vuelo hacia el amor, el precio
la tristeza es el regalo que nadie quiere recibir

y sin embargo, amamos desde niños, bien pequeños
luego la vida sigue y a todos nos adjudica una pareja
a veces llegan cartas, de otros amores que eran sueños
en sobres arrugados, con papel amarillo y tintas viejas

y tratamos, con lupas, de descifrar lo indescifrable,
para aumentar el tamaño de la letra, y hacerla legible
en ocasiones nos quedamos tan sólo con lo intangible
en otros momentos, damos con hechos muy probables

y entonces guardamos la misiva con mucho cariño
riendo emocionados como si hubiese allí un tesoro;
el amor es a veces, se dice, más valioso que el oro
quizá lo sea en el caso de tener el alma de un niño

pero cuando no recibes cartas, en digamos, un año
y nadie te reclama nunca un abrazo en la mañana
cuando no has visto a tu amor, durante una semana
quizá la lectura de una simple carta te haga daño.


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