lunes, 4 de marzo de 2013

NO SIEMPRE HE LLORADO ASÍ (1)





Ahora mismo vuelven a empezar a surgir en mi mente
retazos de un amor efímero y cruel, surgido de la nada
y a la nada abocado, quemado por un fuego incandescente
que extinguió el agua, cayendo sobre él, como una cascada.

Hablando mucho de la vida que pasamos juntos,conociendo
de sobra las claves que nos llevaron de repente al abismo
puede ser que recuerdes gratamente incluso los guarismos
que hicieron de nuestra relación un infierno, aún sabiendo

que hicimos todo lo humanamente posible para no colocar
ninguna verja que dejase fuera la pasión o el encanto
tratando siempre de abrir los corazones, no fuesen a quedar
encerrados, en el baúl del olvido y la desidia, a cal y canto.

Un Abril fugitivo dejó paso a un Marzo con ganas de quedarse
y en plena primavera rescatamos del olvido nuestros sueños
tras de llevar el alma a una residencia, no fuera a enamorarse
fuimos por el amor dejado en prenda en la casa de empeños;

y sucedió que la vida nos vino a demostrar, como suele decirse,
que segundas partes nunca fueron buenas, ni existieron siquiera
es por eso quizá que Cupido tenía tantísimas ganas de lucirse
y trató de llevarnos a ambos a su huerto, sufriera quien sufriera

sin darse cuenta de que hay personas propensas a sentir
alegría cuando se añora lo perdido, sin ganas de afrontar
un pasado trufado de mentiras, capaces de llegar a suplicar
tan sólo para que la persona a la que amaron les permita vivir

una historia imposible en la que el malo es malo realmente
y los buenos no pronunciarán ni una sola línea en el guión
podría ser peor, si no consiguen aprovechar bien la ocasión
y el alba les sorprende sin haber logrado dormir lo suficiente

como para estar despiertos cuando se forma la fila del deseo
y se numeran todos los enamorados desde el cero hasta el cien
e incluso más allá, pasando a las tres cifras, otorgando a voleo
los dorsales de la carrera hacia el éxtasis, repartiendo también

una cierta dosis de ternura, necesaria al final, cuando las fuerzas
acaben fallando y lo que fue una competición de enamorados
para tratar de demostrar al mundo que estaban preparados
conseguirán tan solo que la senda otrora recta, ahora se tuerza

y les deposite en un abismo sin nombre del que no se ve el fondo
cuyo eco repite de una forma infantil cualquier queja o lamento
mientras el aire forma volutas en el cielo, hurtando el movimiento
a un amor al que ha dejado una especie de temor, mondo y lirondo.

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NO SIEMPRE HE LLORADO ASÍ (2)





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las consecuencias de una ruptura son tan imprevisibles
como la dirección que toma el humo que sale de la hoguera
amar después de haber roto la relación se me antoja imposible
aunque podría entender que tu pensases tal vez de otra manera

y en todo caso yo siempre he respetado tu opinión y tus deseos
tanto como tú has cumplido lo pactado; nada de compromisos
ni de amores eternos, de historietas de esas como de los tebeos
y aquí está el final de una relación que parecía eterna, claro aviso

a los que aman a otra persona que realmente no desea ser amada
a los tontos sin fe, a los listos que todo lo fían a su verbo florido
a aquellos que por amor dejaron una parte de su vida abandonada
a todos los que en fin les quedó el corazón un poquito mordido

herido por el dardo envenenado lanzado certeramente contra él
o quizá fuese dirigido a otra persona y entonces se interpuso
en la trayectoria de la flecha, o el destino -ay – así lo dispuso
tan sólo porque el final de aquella historia debía ser cruel.

ahora queda el adiós, o un hasta mañana si así le prefirieses
no hay nada que objetar a tu opinión, serena y respetable
no habiendo hecho nada para que te fueses, sería razonable
el no intentar tampoco hacer nada para que tú volvieses

aunque sé que las lágrimas labraron en tu cara un camino indeleble
y la nostalgia te atrapó la mayor parte de las tardes de aquel verano azul
no estoy dispuesto ya a realizar por ti nada fuera de lo razonable
como verás, me he convertido por obra y gracia del desamor, en un gandul

no me interpretes mal, pues nosotros tuvimos todo aquello que vale
un amor bien sincero, cierta dosis de humor, y ternura a raudales
y disfrutamos con enorme pasión cada minuto juntos, cada segundo
y cada instante si me apuras, descubriendo sin duda un nuevo mundo

en el que sólo tenían cabida los mensajes de amor, más abundantes
cuando hacía algún tiempo ya que nuestros cuerpos se alejaban
mas espaciados, sí, cuando nuestras almas alguna tarde se juntaban
mientras el atardecer allá afuera se mantenía ocioso y expectante

y dimos rienda suelta a nuestro amor en tantas y tantas ocasiones
que aún me duele el recuerdo de tus besos sobre mi piel desnuda
sobre este particular estoy dispuesto a admitir diversas opiniones
pero lamentaría que sobre mis sentimientos por tí tuvieses dudas.

o bien se finge, o bien se ama, las dos cosas a la vez no son posibles
y lamento el daño producido cuando hice por ultima vez el equipaje
me di cuenta de que no estabas lista para verme partir, en ese último viaje
porque al contrario que en otras muchas ocasiones, tu llanto era inaudible.-