LA MITAD DE MI VIDA

Mecido por tus firmes manos y apesadumbrado
por el dolor causado por mi comportamiento,
ahora con todo nuestro universo en movimiento
me gustaría hablar, de manera pausada, del pasado

de aquellos instantes vividos en cualquier lugar
en el que nuestros jóvenes cuerpos estuviesen,
siempre dispuestos y raudos para empezar a amar
a nada que tus padres, aún vivos, no nos viesen.

por lo que yo recuerdo éramos un par de jóvenes
sin futuro, pero con algo de pasado en común,
como aquellas parejas que juntaban sus bienes
amarrando la gloria, sin dejar nada al buen tun-tun.

No sé mucho del porvenir que tuvimos disponible
he olvidado lugares, fechas y sobre todo el eco
de cualquier conversación, aunque fuese inaudible
llevada a cabo en derredor de aquel árbol hueco

del parque donde solíamos citarnos
cuando el anochecer lo permitía,
y por no dejar de amarnos
una vela se encendía

en algún rincón remoto de una iglesia vacía
sin púlpito ni altares, ni imágenes sagradas,
tan sólo la triste soledad de la vieja sacristía
donde poner a punto las ropas empleadas

en el eterno oficio de la misa en latín,
aquella cuya escucha producía sosiego
en varias ocasiones por nuestro amor pedí,
como tantas ahora del recuerdo reniego;

y no soporto verte tan lejos, y me duele
pensar que nunca más podré abrazarte,
así que pase un siglo, no dejaré de amarte
pero temo que halles algo que te consuele.

Qué me causa el dolor, podrías preguntarte
si me amas tanto que te duele hasta el alma,
pues no sé qué decir, tal vez deba contarte,
cualquier día de Abril, con la debida calma

que el mundo en el que vivo me obliga a decidir
entre mis dos mitades, distintas y hasta opuestas;
hay veces que hasta incluso el respirar me cuesta
pero ten por seguro que sin ti, yo no quiero vivir.




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DE LOS BUENOS MOMENTOS

Podría darte mil razones para que te quedes
sin encontrar una sola para que me dejes;
pero si es así, al menos permite que me queje
y luego, si es tu deseo final marcharte puedes,

porque el amor no significa estar encadenados
cada persona es libre de amar a quien prefiera
tú me elegiste a mí, como la opción primera,
y no yerro al narrar, cómo, de enamorados,

pasamos a querernos sin medida y sin fecha
cada uno poniendo de su parte los besos
tan necesarios siempre, a veces tan escasos,
que en alguna ocasión quedaste insatisfecha.

Hoy, muy cerca del final de la amplia escalera
crujirán los peldaños cuando la misma acabe
supongo que será, porque son de madera,
me imagino que al menos el motivo tú sabes.

Intuyo que el cansancio ha hecho mella en tí,
y los días pasados, ya son recuerdos sin sentido
cuánto tiempo supone curar un corazón herido,
cuánta paciencia hace falta para quererme así.

De los momentos buenos siempre queda sabor
mientras que los peores, dejan regusto amargo,
voy a decir, te quiero, como prueba de cargo,
pero hay gran distancia entre sentir amor

y estar con la persona a la que has amado
hasta casi el final, desde la adolescencia
de una vida que creo haber desperdiciado
en fuegos de artificio de excelente presencia

pero hueros y vanos como el aire en altura
cuyo fin nadie intuye pero que es necesario
para que las nubes giren en aquel escenario
del dios de los amores poblado de esculturas.

Cada uno, en sus trece, dirá que su cariño
siempre fue verdadero, sublime como el fuego
que arde en un principio y que se apaga luego
una vez se han secado las faldas y el corpiño

pero la verdadera razón de estas disensiones
no es quién puso más, o quién amó más veces;
yo creo que este amor nuestro esfuerzo merece
pero aun así sigo abierto a otras opiniones.-




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COMO SI FUESE UN LOCO

Recuerdo un día gris de un Noviembre agitado
por envites del viento, y de nieve cubierto
y aún revive el miedo en mi cuerpo angustiado
por tu segura ausencia, y mi futuro incierto.

De todas las maneras, he de salir de ésta
con heridas profundas, espero que curables,
y también con orgullo y la esperanza cierta
de saber que ninguno hemos sido culpables.

Tal vez otra mañana, de cualquier otro día
cuando la poesía se adueñe del presente
y quede en las cortinas un olor diferente
a aquel que compartimos, y que tú elegías,

descubriré gozoso que me sigues amando
cantaré por las calles, como si fuese un loco
iré hasta donde llegue la luz de cualquier foco
andaré vigilante, por si me estás llamando;

Y quizá simplemente me dé por esperarte
al amparo de un risco en medio de la nada
te veré allá a lo lejos, bailando en la explanada
esperaré un momento, y sin dejar de amarte

escribiré un poema sobre la humilde roca
cuyos años se cuentan por docenas de miles
aún regresaré a tiempo, para besar tu boca
y espero que mi ansia, con paciencia asimiles.

Pero ya no regresarán las lluvias este año,
ni sus gotas plomizas te harán sentirte mal
haremos que su fuerza no nos produzca daño
rezaré porque el viento no sea un vendaval

y al pairo de un amor, que ambos entendemos
como un brindis al sol, sin nada de aguardiente
quizá hablemos de amor, en medio de la gente
tal vez se nos escape que ambos nos queremos.

Más si no fuese así y el céfiro, furioso
por no poder seguir soplando silencioso
trata de convertir cualquier nao en historia
mientras deja entrever jirones de memoria

nos arrolla y nos guía hacia un futuro incierto
a mitad de camino entre el suelo y el cielo,
podemos recoger el fruto del amor, en un huerto
cuya riego son lágrimas de puro desconsuelo.-



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CON EL ALMA A FLOR DE PIEL

No recuerdo nada bonito que me hayas dicho
ni tan siquiera un gesto hacia mí de simpatía
tan sólo algunos abrazos, dados con poca alegría,
tal vez, de tanto insistir, haya logrado un capricho;

pero te quise de veras incluso cuando al marchar
me juraste que la vida sería mejor sin tí
eso es algo que dijiste simplemente sin pensar
palabras que considero no dirigidas a mí.

las mujeres cuando aman, como suele ser mi caso
nunca piensan en que el hombre las va a dejar;
antes bien, se ponen metas que no suelen alcanzar
aunque cuando esto sucede nunca hablan de fracaso.

Hoy he querido romper una lanza por las que aman
a hombres cuyo destino está escrito en un cometa;
sin brillo, y sin luz del sol, por el universo vagan
en pos de un alma infeliz que a sus egos se someta

y cuando el día amanece y descubre las miserias
de una noche de placer que no fue tan placentera
hay una canción para esto, de letra muy puñetera
cuyas palabras ardientes te queman como la cera

de la vela que gotea sobre el velador de roble
a punto de prender fuego a una historia interminable
hoy es un día especial, hagamos que nunca acabe,
aunque tiene pocas horas, como todo el mundo sabe.

Si se sabe ser mujer y se conoce el papel
que la vida te reserva, no queda nada al azar
tan sólo debes sentir, y tratar de no pensar
y que no te vean nunca con el alma flor de piel,

pues los hombres aprovechan todas las debilidades
quizá porque en la niñez se alimentan de bondad
qué madre no moriría por su hijo de corta edad
sin dejar de hablar nunca de todas sus cualidades.

Y el hombre en su egoísmo, busca, una vez mayor
otra madre sustituta de la que se quedó en casa,
así confunde el cariño con algo llamado amor
y en la vida de pareja luego pasa lo que pasa.

Que los gritos finiquitan a tantas otras historias
como parejas distintas se unen con igual fin;
golpes dados con figuras con la forma de un delfín
es cuanto queda de ellas, al escribir las memorias.




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HAY QUIEN CREE EN LA PASIÓN

Oigo al viento resoplar contra la vieja ventana
y los ecos de las hojas cayendo en el frío suelo
veo las penas pasar, por delante, sin consuelo
espero que algo mejor me suceda en la mañana.

Hoy es viernes y con él, la semana está finita
hay un poco de nostalgia de tantos días pasados
tiernamente en el sofá del comedor, abrazados
viendo la tele y comiendo de ese bol de palomitas.

Hay quien cree en la pasión, y otros en el dinero,
así, cuando ya se tiene, solo hay que conservarlo,
me pasó con el amor, al menos con el primero
sólo quise entretenerlo, cuando debía cuidarlo

luego un día me encontré sin cariño y sin futuro
en una especie de limbo, donde no estaba a gusto
cuando quise darme cuenta, casi no tenía un duro
una vez que te perdí, me llevé un buen disgusto.

las vecinas del tercero tratando de consolarme
me hicieron unos pasteles que acogí sin interés
quizá porque con aquello trataban de sonsacarme
tal vez por haber llamado al timbre sobre las tres

hora sagrada de siesta y de sueños incumplidos
de visitas muy escasas, por mor de lo relatado
si las recibí en pijama les está bien empleado
aunque creo que pensaron que era un degenerado.

La nostalgia de tus besos se une a la decepción
de tantos días pasados a solas en nuestra casa
el tiempo, con gran sigilo, circula como ladrón,
por el hall de la tristeza, donde la luz es escasa.

Hoy no quisiera perderme en vanas expectativas
y escribir muy parcamente sobre amor y desengaño
de tu partida va a hacer dentro de muy poco un año
mis recuerdos están llenos de ideas muy negativas

pero si llegase el día de verte, siquiera un rato
con las luces de neón iluminando tu silueta
si veo que aún conservas aquella vieja maleta
deseando que tu viaje te haya salido barato

me dará por abrazarte que es lo que antes hacía
cuando ninguna palabra te podía consolar
no fuimos nunca, lo sé, un dechado de alegrías
pero en amor estuvimos casi a punto de triunfar.



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TE VEO COMO DIFUSA

Por si aún no estás despierta y entre sueños
las nubes compiten por tener extrañas formas
por si un rato de sol, cuyos rayos, sin dueño
con calentar a un viejo lagarto se conforman

escribiré un poema que trate de engarzar
aquellos viejos versos que no pude rimar
cuando todo ocurrió, y fue tan de repente
que mi alma, insegura, todavía se siente.

Parece ser invierno, aunque no hace frío
y entonces era Abril, pero no había flores
las discusiones llenaron el alma de rencores
la solución, no la pude hallar, y ahora me fío

de la voz de la conciencia que repite a diario
cuántas caricias más hube de dedicarte
ahora más que nunca me gustaría amarte
y tal vez escribir unas letras sería necesario;

pero no lo haré más, so pena de que pienses
que un instante sin ti, es tiempo perdido,
que incluso si alguna vez yo te he querido
ha sido con un amor enano, de liliputiense.

cuando todo queda dicho y la sensatez
se escurre sin rumbo por la vieja tubería
hay un instante de paz entre tanta algarabía
pero los peores augurios los traerá la vejez

experta en demonizar todos aquellos instantes
en los cuales la tristeza impregna la habitación
suena a lo lejos un piano, cuyas notas incesantes
forman parte de un escrito y éste de una canción.

La letra, que no recuerdo, trata ahora del olvido,
te la envío por correo en cuanto venga a mi mente
quizá podamos cantarla a dúo, conjuntamente
tal vez un día cualquiera, donde los pasos perdidos,

nos llevaron sin remedio a un punto de no retorno
nuestras manos resbalaron y nos separó el azar
por no haberlo previsto todo aquello tuvo lugar
y ahora en la lejanía, cuando los ojos entorno

te veo como difusa, bien vestida pero triste,
y recuerdo cierto día en el que yo te besaba
deseando oír de ti que desde luego me amabas
pero tú no lo dijiste: no pudiste... o no quisiste.




...................

ES INVIERNO, LO SÉ.

Como parte de la condena por tu actual ausencia
comparto mi vida con la soledad y con un gato;
supongo que es hora de acordarse de esos ratos
en los cuales, con celo y con la debida diligencia

nos ocupamos de que el amor nunca muriese
y de que siempre hubiese un poco de comida
para acompañar los besos, a la hora que fuese,
comer, dormir y hacer el amor, ésa era la vida

que el destino nos tenía preparada y dispuesta
y así lo creí, al menos hasta el momento exacto
en que uno de los dos quiso romper el pacto
y se marchó corriendo, llevándose a cuestas

años y años de besos, montones de ilusiones
alguna foto vieja, con polvo ya en los marcos
una triste maleta, un pasaje ya pagado, de barco
y en la mente una serie de oscuras intenciones.

Quizá no sea neutral, sino sólo parte del problema
y no me gusta escribir sobre el fracaso, tema baldío,
allá donde los haya, siempre es preferible un tema
con el cual, aún abriendo la ventana no entre el frío.

Es invierno, lo sé porque ya han encendido las farolas
y si fuese verano, en algún jardín florecerían amapolas,
y en las terrazas llenas a rebosar de tímidos veraneantes
con su risa, sus chanzas, y sus ligeros cuerpos oscilantes

la confusión sería el plato principal, de algún postre seguido
como sigue a la manada el cervatillo que aún no ha cumplido
la edad reglamentaria para salir sin tutela de la selva infinita
en la que sin temor puede alimentarse de las tiernas ramitas.

Aún me quedan unos cuantos años por cumplir, pero te digo
que lo haré con toda la dignidad que el tiempo proporcione
compartiré una parte de mi vida pasada, con aquellos amigos
con los que antes de conocerte, solía pasar las vacaciones.-

y cuando las puertas se abran y la condena toque a su fin
seré libre y feliz, y aunque no haya olvidado, quizá haga
algún viaje por ésos procelosos mares donde vive el delfín
aún a riesgo de que la sal del mar, me haga daño en la llaga.

pero lo que no haré de ninguna manera es suplicarte
si te has ido, te doy la enhorabuena por ésta decisión
y aún estando recogiendo los pedazos de mi roto corazón,
cada uno de ellos expresa su deseo de no dejar de amarte.-


...........

EL CAMINO QUE NOS QUEDA

Por no aceptar en su momento que te amaba
pasé de puntillas por una relación encantadora
¡ah! si hubiese sabido entonces lo que sé ahora
es decir, los motivos por los que me abrazabas

no hubiésemos llegado a esta situación,
o tal vez sí, ahora mismo tengo dudas,
ciertamente prefieres la verdad desnuda
a mentiras piadosas, de cuya sinrazón,

pues se podrían dar muchas versiones,
casi todas malas y con poco sentido
lo único cierto es que te he querido
el resto, tan solo produce confusiones.

El camino que nos queda es largo y triste
el sendero sinuoso y las fuerzas escasas
ahora que ya estás segura y en tu casa
mientras yo me voy alejando, te desvistes

y mientras tomas bien caliente una ducha
y se moja tu cuerpo y el jabón discurre
mil y una tretas, y contra el agua lucha
en este preciso instante, si se me ocurre

llamarte, será en vano, pues no saldrás mojada
a ver quién te llama, lo he hecho tantas veces
que la conciencia me remuerde y me escuece
la idea de saber que por mí no sientes nada,

o por mejor decirlo, se te acabó el amor
y ahora queda el regusto amargo de los besos
una vez que de tus ojos estuve un tanto preso
me quedaré tranquilo pensando qué es mejor.

Llorar no es solución o de otra manera
nos pondríamos a ello en cada primavera
esperando del llanto mágicas soluciones
para así evitarnos el caer en depresiones.

Puesto que ha llegado el fin, aquí lo dejo
y sirvan estos versos a modo de epitafio
ahora ya no sirven de mucho los consejos
ni acordarse los días en los que fui zafio

y arrasé con todo, tu amor también incluido
y gasté, por encima de mis ingresos, la parte
proporcional de mi vida, la que ya he vivido
y que para mi mal, se me ha ido en añorarte.-



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QUE LA FUERZA TE ACOMPAÑE

Lo nuestro empezó mal, y así termina
en cada tallo de una flor, hay espinas,
con mis besos creí haberte convencido
ahora sé que una vez más te he perdido.

No sonarán por nosotros las campanas
y a la llamada del amor nadie acudirá
debo decirte ahora, con absoluta pena
que sin ti, la nostalgia, pronto resurgirá.

No quieres buenas palabras, eso lo entiendo
puesto que a veces hacen daño, como flechas
alojadas en un corazón que está muriendo
para cuya curación, aún no hay prevista fecha.

Si de algo puedo presumir es de quererte;
de callar tantas cosas, para no hacerte daño
que podría estar escribiendo todo un año
algo inútil ahora, que acabo de perderte.

ya no me recibirás con alegría;
para revivir mi viejo corazón
no hace falta una sola razón
yo sabía que sin ti, se moriría,

y bien que lo intenté, sin resultado
te abracé cuanto pude y era sincero
ahora que lo nuestro ha terminado,
recorreré con calma ése sendero

que me llevó hacia ti no hace tanto,
en sentido contrario, y es el destino
el que de forma cruel provoca llanto
y obliga a rememorar los desatinos

que cometimos juntos, aun conociendo
cuál era la situación real de nuestra vida
es bueno decir adiós, si estás sufriendo,
es malo callar, y peor darte por vencida.

Tal y como te dije, te quiero sin reservas
y me gustaba tanto verte, que no deseaba
llegar hasta este punto, pues yo te amaba
y mi cariño hacia ti, todavía se conserva.

No sé qué te ha influido, pero quizá sea tarde
lo cierto es que por alguna razón desconocida
habiendo decidido dar un mal giro a mi vida
espero que no pienses de mi: es un cobarde.-