viernes, 28 de octubre de 2011

EN BRAZOS DE LA DIOSA SOLEDAD





Hoy ya no nos queda nada de amor en la nevera
Y ni siquiera tenemos un poco de cariño congelado
Tal vez haya que ir esta tarde hasta el supermercado
Y llevarnos, de ésos besos enlatados, una fila entera

También habrá que comprar paciencia para aguantar
Todos esos días tristes en los que predomina la rutina
Y sobre todo los malos momentos que están al llegar.-
En forma de discusiones que tienen lugar en la cocina

Si te sobra dinero, si no has gastado todo, al llegar a la caja
Recuerda que debes de coger algo de ternura de la puerta
La última remesa que compraste me supo un poco a paja
Aunque es posible que llevase ya varios meses abierta.

Compra también champán, o mejor aún, cava
Para brindar por todo lo vivido y lo olvidado
Para que el alcohol nos aleje a ambos del pasado
Y avive el amor en esta relación que ya se acaba

Y ya con el carro lleno y las gotas de agua cayendo
De una forma sutil, desafiando al sol de mediodía
Mira de volver a casa dulcemente conduciendo
Como sueles hacer, de un tiempo a esta parte, cada día.

Yo te estaré esperando, para ayudarte a descargar el coche
Que irá lleno hasta los topes, como siempre, y mientras tanto
La lluvia pertinaz nos irá cubriendo con su delgado manto
Sin poder hacerle, a su húmedo abrazo, ni un sólo reproche.

Será sencillo, con todo lo que traes, el llenar la alacena
Y mucho más fácil disipar tu cansancio con mis besos
Habrá que consensuar un ligero menú para la cena
Para que Morfeo no nos pueda enseguida poner presos

Y mientras recoges de la mesa las últimas migajas
Y yo saco la basura, hasta dejarla en la acera de enfrente
No puedes evitar que tu mirada si dirija tristemente
Hacia el rincón del comedor, donde una pila de cajas

Anuncia a quien quiera verlo tu inminente marcha
De la casa común, después de haberte hartado
De muchos días tan sólo a base de cariño enlatado
Y de haberte helado, sin ser invierno, con la escarcha

Que deja el amor cuando la falta de pasión enfría
Ésa ilusión que pusimos en marcha hace unos días
En forma de corazones tan sólo preparados para amar
Y fuimos dos almas caminando muy juntas hacia el mar

Con la mochila llena de todos esos productos que compraste
Con la íntima ilusión de que nos proporcionasen alegría
Eso no será así, y ni siquiera podré devolverte algún día
La enorme factura que por todo ello en el súper pagaste

Cuando te vayas tú y yo me quede en brazos de la diosa soledad
Deberé ir a comprar tal vez al mismo sitio, e iguales alimentos
Pero nada será igual, porque al llegar a casa, habrá una realidad
Aquella que me dice que jamás en la vida los comeremos juntos.-

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