lunes, 31 de octubre de 2011

PRESA DE SU PROPIA VIDA




Soy un astro girando en derredor tuyo, sin vida propia
Un calco al carboncillo de tu alma, la vulgar copia
Que harás trizas, una vez el original a buen recaudo
A veces me parece tener tan solo vocación de felpudo.

Y aunque me creas feliz, no lo soy en demasía
Me hacen falta buenos ratos para no sentirme mal
He de decirte también que es cierto que algún día
Hemos disfrutado juntos de una vida más normal.

Soy la que se sienta frente a ti en la otra silla
Mientras comes mirando la prensa, sin hablar
La que pone la mesa, la que se ocupa de guisar
Y ordena cada día tu ropa interior en la mesilla.

Pienso a veces si la vida ha sido justa conmigo
Sin pararme mucho rato en aquella reflexión
Yo sería feliz contigo, con la única condición
De que escuchases, alguna vez, lo que te digo.-

Si no soy para ti nada más que un estorbo en tu camino
Si a veces has pensado partir en busca de otro destino
No dejes de hacerlo por creer que eso me dolería
Aún con las alas cortadas el pájaro canta con alegría

Cada día en la mañana me ha dado por pensar
Si tal vez al mediodía esta vez no volverás
A la hora de siempre oigo el ascensor llegar
Una vez más me doy cuenta que ése día no te irás.

Soy feliz a la manera que son felices los simples
Que nunca se preocupan de por donde sale el sol
Lo disfrutan, o lo evitan detrás de algún parasol
Y su papel en la vida, con gran dignidad cumplen

Hoy he decidido poner en una vieja romana
De esas que pesan a ojo, sin ninguna precisión
En el plato del haber, de vivir todas mis ganas
Y en el otro, en el del debe, la evidente depresión

Causada por los momentos en los que no estás conmigo
Y compito con la gente en busca de tu atención
Soy lo que soy, eso es cierto, y por quedarme contigo
De volar libre y feliz, ya he perdido la ocasión-


Soy muy consciente que el tiempo no pasa sin dejar huella
De que los años no vuelven, de que el cielo es duro y gris
Pero creo que alguna vez habrás estado en un tris
De entonar una canción, tal vez de amor, a capella

Y aunque no creo haber sido la única destinataria
Me congratula pensar que tienes un lado amable
Y pienso que si así no fuese, nuestra relación diaria
Tendería a resultarnos un poquito insoportable

Soy paja en el ojo ajeno, la viga en el propio ojo
Una aguja en un pajar, la última de la fila
Aquella flor machacada, cuyas lágrimas titilan
Mientras la ropa manchada humildemente recojo

Y al poner la lavadora, tiendo a mirar el reloj
Que preside la cocina donde sigo prisionera
Si mañana tengo fuerzas aún he de ver la manera
De construirme un refugio con la madera de boj

Donde nadie pueda entrar, pero yo pueda salir
Si me da por desquitarme de tantos años de oprobio
Liberarme de una vez de esos momentos de agobio
Y tras de estar muerta en vida, tal vez volver a vivir.

Y comprarme esa lencería tan cara y superlativa
Que convierte a las mujeres en objeto de deseo
No quiero ser un juguete, ni tan siquiera una diva
Pero mi cuerpo y mi alma es todo cuanto poseo

Y como soy exigente, aunque un poquito infeliz
Voy a dejar de escribir todo aquello que me pasa
Cuando vuelvas estaré, como siempre, en nuestra casa
Aunque trates de ignorarme, intentando ser feliz.-

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