Qué pasará cuando la noche llegue
y las aves se recojan en sus nidos
la luna los arrope con sus pliegues
al menos hasta que estén dormidos.
Que será de nuestra casa, en ruinas,
las puertas sin cerrar, con las ventanas
abiertas de par en par, y las cortinas
sin dejar pasar la luz de las mañanas.
Qué solución tendrá nuestro problema
complejo ejemplo de infeliz ruptura
agua de manantial, quizás impura,
y de conversaciones de salón, el tema.
Qué alegarás, cuando el tiempo del juicio
nos llegue a todos por igual y en un receso
hablemos para no proseguir con el proceso
y que sólo los abogados obtengan beneficio.
Qué viste en aquel hombre gris que nos seguía
con la mirada fija, admirando tu hermosura
porqué te coge ahora de la estrecha cintura
mientras tú le sonríes con presunta alegría.
Qué me queda por decir que no haya dicho;
no encuentro palabras, ni reflexionando
quiero volver a empezar y en ello ando
mientras odio profundamente al susodicho.
Qué será de mi vida si ya no formas parte
de ella; quedará en stand by, como dormida,
apartada del mundo, su fe casi extinguida
desde aquel día en el que te dio por alejarte.
Qué te aporta ése amor que no tuvieras
quizá te compre flores allá por primavera
pero habrás de planchar lo mismo su camisa
y algunas veces deberás parecer algo sumisa.
Qué esperas para romper con él y volver
a nuestra vieja casa antes de amanecer,
tal vez sin llaves, con la maleta a cuestas,
y a tratar de reconducir el asunto dispuesta.
Qué voy a decir yo, si apareces de repente
habiéndome hecho a la idea de perderte
puedo mirar al suelo, o mirarte de frente,
pero por favor no me pidas que sea fuerte.-
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