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necesario en estos tiempos de codicia sin remedio
donde se compra el cariño y se vende el porvenir
aún me quedan muchos versos para poderte decir
que estando junto a tí nunca he conocido el tedio
ni tampoco me ha vencido el sueño mientras veía
como tu pecho subía y al instante descendía
al compás de ése vaivén que causa el aire aspirado
al penetrar en el cuerpo, para ser aprovechado
por células clandestinas que lo convierten en vida
aire sin coste ni precio, no disponible en las tiendas
aunque nunca ningún viento ha curado alguna herida
si esta empieza a sangrar, debes ponerle una venda.
Y si el amor te hace daño, mejor destensar la cuerda
por la cual dos corazones se unen a un sitio fijo;
nada recordará al padre, una vez nacido el hijo
si acaso, por compasión, a la madre se recuerda
y como buen colofón, el viaje hacia lo imposible
se convierte en una suerte de destino hacia la nada
debe de quedarnos claro que apartando la mirada
no es posible conseguir que sea reconocible
la sinrazón adobada con mentiras descaradas
trufada de incontinencias verbales y de desdenes
que no soportan del mar la calma ni los vaivenes
y que quedan por el centro, totalmente cercenadas
por el lascivo cuchillo portado en la mano izquierda
por un amor sin vendajes, llevando la herida abierta
voy a salir a la calle, no hay peligro que me pierda
pero no quiero volver y hallar cerrada la puerta
y desangrarme en el porche como una animal herido
que acude a donde conoce para su último estertor
una vez que nuestro amor has dado por concluido
puedo decir lo que quiera sin que me causen temor
tus reacciones ficticias, mas propias de la niñez
que en nada se corresponden con tu probada ternura
me hace creer que el pasado te ha pasado factura
como te hace diferente el camino a la vejez.
Y como el mundo no es tan bello como lo pintan
teniendo en cuenta además que el amor no se improvisa
no hay futuro, y aunque mañana luzca una leve sonrisa
escribir sobre lo nuestro es desperdiciar la tinta.
