Y si te crees mejor tan sólo porque amas más
si te sientes ganador por haberme abandonado
si el cariño que mostré te tiene ya sin cuidado
y no piensas en volver a enamorarte jamás
ten cuidado pues las nubes a veces tapan el sol
de una forma pasajera, pues la luz siempre aparece
y al igual que nuestra unión una reflexión merece
siempre vista de reojo a través de algún crisol.
Yo no estaría tranquilo si estuviese en tu lugar
cada instante de tu olvido será un profundo penar
pero habiendo decidido seguir mi ruta sin miedo
no permitiré que nadie me elija el destino a dedo
antes bien procuraré dirigir siempre mi vista
hacia aquellos horizontes que soñaba desde niña
no pretendo sin embargo mirar como aquel turista
que desde las atalayas el ancho mar, escudriña
sin distinguir a lo lejos entre un ave, y el oscuro
bajel que atrae la simpatía del marinero burlón;
quedan notas olvidadas en el piano del salón
pero en tu nueva andadura tú te sientes bien seguro
craso error, pues las mujeres con las que vas a topar
no me llegan en conjunto, a la altura del zapato
puedes, si quieres, pasar junto a ellas algún rato
pero volverás conmigo si se trata de encontrar
un amor equidistante entre el deseo y el miedo:
miedo a perder lo ganado en tantas tardes conmigo
pánico sin paliativos, por dejar de ser mi amigo
y un aterrador silencio conminado por un dedo
posado sobre mis labios cuando te intento decir
que la vida no se acaba si has decidido partir
no soy frágil porcelana modelada para tí
ni mis alas tan ligeras como las de un colibrí
antes te hubiese rogado que no te fueses jamás
ahora lo que te pido es un poco más sensato
si el destino ha decidido que ya no te vea más
es posible que el convite me haya salido barato.
Y puede que mis deseos se marchiten al compás
de una canción olvidada, otrora marcha nupcial
convertida en melodía, ahora me suena mal
pero no pienso tampoco en volver la vista atrás
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