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y en el medio de la duda se alza la incongruencia
de una relación injusta en la que no hay paridad
el elixir del amor es producto de la ciencia
su falta en el organismo produce una soledad
parecida a la existencia de la única persona
habitante de un castillo inacabado y distante
puede ser un viejo rey en busca de su corona
o un príncipe cuya fe le tiene siempre anhelante
si algún día su princesa, ahora en reinos ignotos
se decide a regresar lo hará hacia la primavera
deberá de circular por lugares bien remotos
y antes del amanecer seguro estará a su vera.-
hay un poco de mi vida en la almena del castillo
y en la espesura hay bastante de la tuya, refugiada
entre la verde hermosura de sus plantas adosadas;
cuando tengas un momento te pasarás el cepillo
por tu pelo nacarado y tras de tomar un baño
leerás, como al descuido, alguna de mis misivas
puede ser la de ayer mismo, o también la de hace un año
no me importa la que sea, con tal de que tu la vivas;
las cartas de amor sincero, no se deben ignorar
o el castigo pueden ser cien años de soledad
viviendo sin compañía en medio de la ciudad
intentando a todas horas hallar tiempo para amar.
He cruzado el viejo puente y no pienso volver atrás
desandar el recorrido es igual que claudicar
cuando se quiere de veras el destino está de más
y no se va de las manos ni con el agua del mar.
Pero siento para mí que tú piensas diferente
por eso yo te elegí, en medio de tanta gente
ahora pienso en si acerté y la duda me corroe
eres para mí un misterio como los cuentos de Poe
pero no es primordial saber si tú me quisiste
sobre todo al recordar aquellos tiempos pasados
bajo el liviano paraguas de besos apresurados
otorgados sin pasión el día en el que te fuiste
lo importante es conocer si aquello que compartimos
eso por lo que luchamos, todo cuanto juntos fuimos
no fue sino el resultado de una pasión desbordante
siendo tu mi damisela, yo fui caballero andante
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