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y nunca miré hacia atrás aunque a veces lo anhelaba
a modo de testamento, paso a darte mis razones
por amor mi cuerpo entero se quedó hecho jirones
una vez tuve asumido que en verdad tú no me amabas.
pero si crees que vaya a pedirte una limosna, deliras,
y si has soñado algún día en regresar, no lo hagas
déjame un poco de tiempo para curarme las llagas
antes de volverte a amar, prefiero arder en la pira
de la injusta incongruencia de un declive en la pasión
del inacabado atrezzo de una canción inaudible
de una montaña de azúcar cuya cima no es visible
de un porvenir sombrío en busca de una razón
por la cual tu compañía me estaba haciendo sentir
que los hados no sonríen a los amantes cobardes
no te vi por las mañanas, pasamos juntos las tardes
y ahora que no estás aquí, mi vida es un sinvivir
puede que me recupere, sobre todo si el verano
deja suficiente grano para alimentar al ave
que se posa dulcemente en la palma de mi mano
pero si vas a dejarme, dímelo de forma suave.
Y entre el áspero run-run, la veleta con el viento
sólo habrá de realizar un único movimiento;
en cuanto muera la tarde y la noche nos envuelva
pensaré bien qué decir, en ese instante que vuelvas
luego se me olvidará, pues mi memoria no es buena
y de mi te reirás, como solías hacer
cada vez que el sol nacía, cada bello amanecer
en el que yo, despistado, preguntaba por la cena.-
y tú,siempre en tu papel, tapándote con la mano
sonreías displicente, como viéndolas venir
a tu lado yo esperaba tener un buen porvenir
pero veo que lo nuestro no llegará ni al verano
será porque el mes de Abril alimentó nuestro amor
tras el letargo invernal propiciado por el frío
a tus gestos me remito, de tus palabras me fío
aunque creo que tu ausencia me producirá un dolor
soportable si los hados me permiten apostarme
junto al lecho inabordable del río de la ilusión
pero en el caso contrario, no dejaré de acordarme
de que en asuntos de amores, sólo manda el corazón.
