Hay algo en tu forma de amar que me impresiona
al menos por un rato, pero pasado ese momento
después de haber luchado, y caído en la lona
aún pienso en el amor como mi único alimento;
Y vuelvo a poner los pies en el suelo sin pensar
ni por un instante en todos los sueños incumplidos
hoy, como ayer, deseaba que hubieses venido
no ha sido así y no nos queda sino lamentar
los escasos instantes en los que nos vemos
las pocas alegrías que ambos nos tomamos
la negra suerte que pasó de lado sin rozarnos
perdiendo acto seguido toda ocasión de amarnos.
Toda acción tiene su consecuencia y cada emoción
perdida nos retrotrae a una vida insincera y precaria
mas cerca de la muerte cuanto menor es la pasión
faltos de energía,como lo está un tren sin catenaria;
aupados en pesados vagones sin puerta ni ventanas
oliendo sin cesar los efluvios a libertad fingida
que emanan por las rendijas obturadas y frígidas
a través de las cuales nadie verá el mañana.
Te ciega el sol si miras hacia arriba, y si bajas la vista
no ves las estrellas brillando en el cielo, ni las aves
rotando sin cesar en el espacio, como esperando pista
para aterrizar en un espacio ya poblado de nubes
que no amenazan lluvia pero dejan caer de vez en cuando
chuzos de punta, gruesas gotas perfectamente alineadas
sobre la vieja carretera repleta de marcas de frenadas
por la cual, en eterno soliloquio, voy, sólo, paseando,
observando como el firme tiene un final descolorido
y toda la esperanza acumulada se hace añicos;
amar no puede ser tan solo un asunto de ricos
ni todo el cariño que nos dimos,se puede haber perdido
aunque es posible que nadie lo recuerde, pues ahora
justo cuando el reloj del salón viene de dar la hora
es el momento exacto de recordar los ratos divertidos
consumidos a dúo como si fuesen rodajas de embutido
en un buffet de platos fríos y de almas calientes
propio de la alta sociedad, que ni es alta ni sociable
y que encuentra la debilidad del todo despreciable
y no entiende de amigos, tan sólo de clientes
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