Cuando por una vez la vida me colocó a tu vera
Una bonita tarde de una más que alegre primavera
Y cuando pasado el verano, junto a mí, aún seguías
Siendo aquel dulce faro que era mi luz y mí guía,
Al llegar el otoño, con los primeros fríos
Que hacen de contrapunto al calor del estío,
Supe que ya te amaba y en mi fuero interno
Sentí que sin tu amor sería duro el invierno
Apenas pude articular palabra en todo el año
Quedando por lo tanto afónico e inerte
Deseando tan solo alguna otra vez verte
Para experimentar alegría, para no sentir el daño
Que supone el saberse profundamente enamorado
Reconocer que ahora mismo eres de la vida mi futuro
Saber que has terminado con mi pasado más oscuro
Para sentir que, sin tener intención, me alejas de tu lado
Como alejas al mosquito inoportuno
Con un golpe certero de fortuna
Que provoca su adiós, por el momento
Renunciando a que seas su alimento.-
Nunca he querido ser el mosquito que molesta
Ni la inquieta avecilla que en la tarde se aleja
En cuanto encuentra una rendija por la puerta
Que hasta el día anterior, protegía una reja.
Encuentro más bonito ser el perrito de lanas
Que ladra de placer y mueve su rabo a tu regreso
Que se arrima a tu piel con ternura y embeleso
Porque de ti, todavía y como siempre, tiene ganas.
No somos animales aunque a veces parece
Que nuestro amor tiene un puntito de locura
Locura de amor, que de cuando en cuando crece
Hasta que el paso del tiempo todos los males cura.
Pero aún así y con todo, yo he venido
A decirte que te quiero, y en este momento
Retomo la parte mas humana de este sentimiento
Para darle un poco de forma a lo que ya has oído.-
Te amo profundamente aunque a veces no lo diga
Te quiero por lo que eres y por lo que pareces
Te adoro porque sin duda es algo que mereces
Te quiero con locura y también como amiga.-
Y si el cariño que te tengo un día se agotase
A fuerza de utilizarlo, y de gastarlo, cada día
En la tienda de Cupido quintales compraría
De forma que, para ti, nunca el amor faltase.-
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