viernes, 31 de julio de 2009

NOS AMAREMOS IGUAL (II)


Cuando seas una anciana y tu cabello sea blanco
En el mes de mayo iremos al parque, de madrugada
Para que el sol encienda tus mejillas ya sonrosadas
Y nos sentaremos, muy juntitos, en el mismo banco

Cuando tu seas vieja, seguro que yo también lo seré
Todos nuestros cabellos se habrán vuelto de nieve
Todo a lo largo de las manos nuestra vida se irá,
Como resbala el agua por la acera cuando llueve.

Y es que no puede ser de ninguna otra manera,
Pues la vejez es el destino que a la juventud espera

De una vida hecha de retazos, nos quedará la ilusión
Si nos tomamos el trabajo de hacer caso al corazón.

Como este amor se renueva por entero cada día
Nuestros corazones siempre estarán como de fiesta,
Y dejaremos que nos vean como la pareja perfecta
Un dúo de dos amantes a los que solo el deseo guía.

Yo te sonreiré meneando mi cabeza
Tú te irás delante intentando no mirarme
Pero tendré, como siempre, la certeza
De que nunca vas a dejar de amarme.-


Y haremos una pareja adorable de ancianitos
Acerca de cuya vida se darán mil opiniones
Porque la edad de la gente siempre constituye un mito
De la que ni el joven ni el viejo aciertan a dar razones.-


Luego ambos nos miraremos sentados en el albero
De un banco junto a ése árbol que hemos visto crecer,
Nos contaremos historias hasta ver amanecer
Sin que se quede ninguna en el fondo del tintero.-


Cada vez seremos un poco más consecuentes
Con todas aquellas trabas que nos dictará la edad

cláusulas que día a día se hacen más evidentes
hasta que llega el momento de asumirlas de verdad.

Apartando de tus ojos ese negro velo espeso
Entre flores y entre plantas con aroma de azahar

Sobre el pasado común empezaremos a hablar
y alguna de nuestras frases finalizará en un beso.

Cuando nuestra juventud atrás hayamos dejado

y nuestros cuerpos por la edad se hayan debilitado
A tu brazo con mas fuerza con mis manos me asiré
y así un instante de anhelos junto a ti destaparé.-

Es probable que algún día
tú vengas sin compañía a sentarte en este banco
Tus mejillas sonrosadas, toda vestida de blanco
Mientras en la lejanía.


Mi espíritu te acompaña, aunque yo ya no estaré.
Puede ser, porque la vida no es para siempre, lo sé
Es por eso que he escrito estos versos deslucidos
Que tan solo entenderán amigos y conocidos.


Pues este amor compartido, es como un sueño
Y yo quiero conservarlo en el fondo de mi alma,
Retener si puedo al menos la impresión de ser su dueño
Para saborearlo más tarde con gran lentitud, con calma.-

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