viernes, 24 de julio de 2009

CUANDO NOS LLEGUE EL ADIOS


Llora la tierra y mana el agua que desafía al rocío
Lloran las nubes también y su carga de tristeza
Se convierte en una suerte de sutil rompecabezas
En el que hay que conciliar tu destino con el mío.-

Si se trata de sufrir, ambos somos doctorados
Es la falta de alegría que tenemos asumida
Porque no solo la dicha forma parte de la vida
Aunque como sea el caso, estemos enamorados.

Cuando emprendes un camino, al ponerte a caminar
Sin conocer la distancia ni cuantos pasos darás
Solo sabemos de cierto que al volver la vista atrás
Puede ser que lamentemos haber dejado de amar

Cuando el camino se empina y suben las emociones
En tanto que los amantes se regalan mil canciones
Cuando el sol llega al ocaso y la luna se aparece
Es entonces cuando el deseo entre nosotros crece

De una forma diferente cada día que nos vemos,
Ora en forma de caricia que resbala por la piel
Ora en forma de palabras tan dulces como la miel
Que probar o no probar solo nosotros podemos

Se nos presenta el amor, en forma de corazón
Cuasi roto en mil pedazos a fuerza de utilizarlo
Nos dedicamos con mimo a juntarlo y a pegarlo
Sin que para este trabajo haga falta una razón.

Mientras el camino sigue, por senderos de pasión
Buscando como el viajero, un destino, una estación
Que le lleve hacia el refugio de la tierra prometida
Donde el cielo y la ilusión formen parte de su vida.

Se desempolva un cariño que creímos olvidado
Se juntan dos corazones que dejamos divididos
Dos almas que caminaron por un sendero perdido
Amor al fin descubierto, secreto muy bien guardado.

Y hete aquí que en la distancia, impresa en el horizonte
Puede verse una caricia que una mano ha dibujado
Sobre la piel dulce y clara de un rostro enamorado
Perdido entre al mar de cuerpos que constituye la gente.

Cuando nos llegue el adiós y la lógica del viento
Nos haga reflexionar sobre el amor y el pasado
Debemos dejar pasar la historia por nuestro lado
Y tenemos que pensar que se acaban los momentos

Rodeados de pasión, de locura, y de cariño
Para dejar su lugar a instantes de decepción
Como los que sufriría un buen día cualquier niño,
Al que un amigo más fuerte le ha arrebatado el balón.-

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