viernes, 4 de julio de 2014
Y LUEGO LLEGA ABRIL
Nunca dejes de amar en primavera
eso sería lo que todo el mundo espera
ni tampoco lo hagas en el fértil otoño
momento preferido por los retoños
de los árboles desnudos bajo el cielo
para intentar pasar inadvertidos;
aquellos que un día estuvieron vestidos
y ahora esperan la llegada del hielo
cuando en diciembre se desplacen las olas
y los envuelvan a todos con espuma de mar,
otra vez volverás a sentirte un poco a solas
mientras todos a tu alrededor parecen caminar
en pos de una ilusión a mitad de camino
entre la sufrida esperanza del amante
y la torpe reflexión del caminante
en busca de su efímero destino.
Y luego llega Abril con su triste pasado
nos llena de esperanza, pero en vano
tal vez solo sea el preludio del verano
pero el pájaro canta con su tono afinado
una canción de cuna para un pobre niño
abandonado a su suerte en su cunita
su madre se afana en llenar la marmita
limpiando trajes de tafetán y armiño.
Nunca dejes de amar ni seas el primero
en enamorarte cuando el sol en invierno
apenas calienta de soslayo los senderos
con sus rayitos aún un poco tiernos.
No dejes de lado al amor, pero si lo haces
afronta con valor las consecuencias
no podrás llegar nunca a hacer las paces
a menos que actúes con paciencia.
Estuve enamorado de tí apenas un ratito,
y sufrí en silencio los rigores del verano
estar siempre en tus brazos sería muy bonito
pero ya no lo es tanto el caer en tus manos.