martes, 8 de julio de 2014

YO NO TE PIDO LA LUNA





Qué le puedes pedir a una mujer que lo da todo
Cuidando de tus hijos en tus muchas ausencias
Haciendo gala de enormes dosis de paciencia
Y sobrellevando su soledad de cualquier modo.

Le pedirás que sea una dama en las reuniones
A las que sueles llevarla si no hay más remedio
Olvidando sus quehaceres, soportará el tedio
Y se hallará a disgusto entre tantos moscones.

También habrá de conocer de economía global
Para llegar a fin de mes con tu pequeña paga
Si un día se equivoca y las cuentas hace mal
Oirá tus comentarios, hirientes como dagas

O quizá ni siquiera digas nada absorto como estás
Viendo el partido, o aquella serie que te gusta
Te levantarás tan solo para cenar, un día más
Y al hablar con ella, tu expresión será adusta.

Seguramente roncas en la cama, pero si no es así,
Tu sueño es tan profundo que nunca te despierta
La llamada de un niño que se planta en la puerta
Y pide agua a las tres de la mañana, porque sí,

Y tu mujer, solícita, a la par que resignada
Evitando pensar que está ya muy cansada
Se levanta y le atiende con enorme ternura
Haciendo fácil lo que parece ser una tortura.

Y luego en la mañana, sin casi haber dormido
Le tocará preparar el desayuno, hacer tostadas
Poner la cafetera, una acción cada día ensayada
Y para cuando pueda comer algo, tú te has ido.

Los niños en el cole, el marido en el tajo, a limpiar
Los temidos rincones de la casa común,
Aquellos donde el aire suele dejar algún
Recuerdo en forma de pelusilla, que hay que retirar.

Si puede hacer colada, la hará sin rechistar
Y también la comida, eso no puede faltar
Ganando tiempo al reloj tal vez pueda leer
Alguna página de un libro antes de comer.

Seguramente sea una historia de amor, lo que le falta
En un mundo cruel que coloca a la mujer en la cornisa
De un edificio medio en ruinas, que colapsa deprisa
Y en el que, o bien se hunde con él, o en cambio, salta,

En la creencia de que abajo puede haber otra vida
Donde el hombre le ayude en su quehacer diario
Y su única tarea no sea acatar la orden recibida
Tal y como suele ocurrir en ambientes cuartelarios.

...///....

Que le vamos a pedir a una mujer que lo da todo
Sin esperar a cambio ninguna recompensa tangible
Y lo único que desea es sobrevivir de cualquier modo
Pues la felicidad a nuestro lado, es del todo imposible.-