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Si de mi amor dependiese no darías ya ni un paso
y volverías a mí sabiendo cuanto te quiero
consciente de que tu ausencia hará rebosar el vaso
y marchitará las flores, puestas ya sobre el florero.
Pero si tienes la suerte de encontrarte a otro hombre
que te ame y te respete tal y como yo lo hice
y no tan solo lo piensa, sino que también lo dice
te ruego que en ese caso ni tan siquiera me nombres
pues el eco de su voz desgranando sobre tu oído
versos de amor, sin pudor, copiados de algún poeta
puede hacer que, a mi pesar, algún exceso cometa
y me olvide para siempre de lo que hayamos vivido.
Si te hubieses ido en tren, quizá pudiera alcanzarte
y decirte cara a cara, “está mal lo que me has hecho”
y acto seguido llorar como un niño contra tu pecho
pero esta vez has elegido el avión para alejarte.
Y como Dios no me ha dado alas como al pajarillo
me quedaré suspirando viendo las nubes pasar
me contentaré pensando que yo fui capaz de amar
y a una oscura relación hasta logré sacar brillo.
Pero el humo de la pira donde ardió nuestra pasión
ensombreció nuestra aurora, dejándonos sin motivos
para tratar de salvar una nave claramente a la deriva
ya sin velas para el viento, ni palas para el carbón.-
por eso me abandonaste agarrada al salvavidas
de un navío que surcaba el mar, sin atravesarlo
nadie te ama como yo, al menos en esta vida
y si crees lo contrario deberías presentarlo
anunciarte en los diarios, hacer sonar las campanas
contratar corresponsales que hablasen bien de los dos
así estarías contenta, y no digamos tus hermanas
que pasaron media vida sin dejar de rogar a Dios
por su hermana descarriada, ahora en otro continente
quién sabe en brazos de quién, rico o pobre daba igual
ni siquiera ellas me hablan y si lo hacen lo hacen mal
cuando mi único pecado fue nadar a contracorriente
por un mar que no era mío, y los peces me mordían
cada vez que hacia tu barco por el puerto me movía
tras de mucho cavilar, he llegado a la conclusión
de que puede ser más rápido si viajas en avión
pero allá a donde vayas, tarden el tiempo que tarden
te van a llegar mis cartas, pues mi alma está que arde
si no las quieres leer enciende con ellas el fuego
pero piensa que esa llama, tal vez te haga llorar luego.
