sábado, 12 de julio de 2014

BIENVENIDOS A BORDO (1)




Me dí cuenta que el amor ya nunca regresaría
en cuanto me di la vuelta y vi la cama vacía
me vestí de cualquier modo, y al momento
acudieron hasta mí en forma de sentimientos

ésos años compartidos bajo el yugo del querer
postales enmohecidas por las gotas del olvido
viejos álbumes de fotos con el borde carcomido
y un florero abandonado con las flores sin poner.

Salí a la calle en tu busca, provisto de algunos mapas
de lugares que hace tiempo solíamos recorrer
a cada paso que daba, creía desfallecer
y se me ocurrió buscarte como el que recorre etapas

musitando melodías que nadie escucha ni entiende
y cuando pasando el puente, sobre el proceloso río
que parte por la mitad la ciudad donde te escondes
me pareció vislumbrarte, siendo sólo un desvarío

me dí cuenta que mi mente no iba a tener ocasión
de saldar cuentas contigo, que a pesar de tu traición
la suerte no estaba conmigo, como siempre, digo yo
y me sentí como un niño jugando con su yo-yo

el cual trata de alejar dejando caer al suelo
solo par comprobar como vuelve a cada envite
de tu partida no queda ni siquiera ya en el consuelo
de que contando mis penas tu lástima se suscite

y vuelvas, como solías, por la tarde caminando
llevando a la espalda el sol y delante tu sonrisa
paso a paso, recorriendo la carretera sin prisa
sabiendo, como sabías que te estaría esperando.

No será así porque intuyo que cogiste un avión
que te trasladó deprisa a un lejano continente
te mezclaste con dulzura con el resto de la gente
y a nadie le diste cuenta del inicio de tu acción

y dejaste tras de tí todo un mundo de ilusiones
amigas desde la infancia que finges no conocer
un ajado tocadiscos con las últimas canciones
que con tanto amor te traje y ahora debo recoger

en el fondo de un baúl entre tu ropa de fiesta
las chaquetas de lana cuyo olor aún permanece
una foto de pequeña en medio de la floresta
y varias cartas de amor cuyas letras establecen

una relación sincera con un hombre ya mayor
tal vez un artista anónimo de la pluma y de los versos
heredadas de tu madre, y entre objetos muy diversos,
un tratado en letras góticas, acerca del desamor.

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