Siempre nos faltó algo, sin que sobrase nada
Quizá el eco de un latido, una simple mirada
Para recuperar la paz durante las tristes horas
En las que el viejo sol de la luna se enamora.
Dejamos tantas cosas por decir y tantos sueños
Por cumplir, que, al tratar de hacer memoria,
Los recuerdos se nos van, como perro sin dueño
O como un personaje en busca de su historia.
Pasa la vida y cuando te paras a echar cuentas
Notas como entre los dedos se van escurriendo
Todas aquellas tardes, cuyas fuertes tormentas
Nos invitaban a ir a todas partes corriendo.
Por eso hoy, que es jueves y no es festivo
He decidido empezar a escribir un diario
Para hacerlo ahora me sobran los motivos
Pues me siento casi como un presidiario
En celda de castigo por un amor incomprendido
El tuyo, cuál si no, que ha destrozado mi alma
Como alborota la tempestad el cielo en calma
Una vez que la temerosa luna se ha escondido.
Hoy podría escribir sobre nosotros largamente
Y con bellas palabras describir nuestra vida
Aunque nadie las lea, escribiré igualmente
Una historia de amor, bastante resumida.
Será como si quisiera hacer que aflorasen
Los injustos momentos que tanto nos dañaron
Las viejas discusiones, seguidas de un impasse
En el cual, olvidados, nuestros sueños quedaron.
Tal vez no estés de acuerdo, pero no dejaré
Que tu mirada triste me impida ser yo mismo
Quizá al llegar la tarde de ti me alejaré
Llevándome en el alma un cierto pesimismo.
Pero si las palabras escritas no te gustan
O deseas expresar tus propias opiniones
No dejes que influyan en ti las emociones
Pues entrar en batallas ni siquiera te asusta.
Déjame pues que narre aquello que yo quiera
Y luego lo corriges con tu florida prosa
Por mi parte diré, siquiera a mi manera,
Que conseguiste hacer mi vida más dichosa.-
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