Hay un rayo de sol que busca mi cara
Aún dormida; y con los ojos cerrados
Se oye el ruido como de una cuchara
Y hay un cierto olor a café recalentado.
Anoche me quedé con las ganas de decirte
“te quiero”, pero hoy me lo voy a imponer,
Como esas tareas que uno tiene que hacer,
Espero tener el tacto suficiente de no herirte.
Muchas esperanzas mueren con el día
La noche nos trae desolación y olvido
Prefiero las mañanas, aunque sean frías
Para besarte y sentir el deber ya cumplido.
Y mientras tanto tú, sentada en la cocina
Quizá oyendo la radio y tomando café
Invocarás como siempre a la triste rutina
Porque dentro de un momento, yo me iré.
Y quedarán unos cuantos platos por fregar
Y ropa que planchar y cuadros por limpiar
La compra y la comida y mucha más faena
Que afrontarás también con mirada serena.
Y mientras tanto yo, sonriendo en la oficina
Hablando de fútbol y tal vez de mujeres
Pasaré el rato feliz, sin mucha disciplina
Bajo el lema “donde vayas haz lo que vieres”.
Qué distinta es la vida según quién la cuente
Qué diminuto el mundo para un alma herida
Qué difícil encontrar para cada río, un puente
Qué fácil sería no tener que vivir ésta vida.
En la cual te encasillan, y ya nunca será igual
Cada paso que des será analizado y comentado
Con suerte, hasta los vecinos te mirarán mal,
Mientras que eres dichosa lo darán por sentado.
Como salir de aquí, he ahí la cuestión,
No basta con quererlo, aún de corazón
La vida tiene esto, te mata lentamente,
Cada vez que alguien te besa fríamente.
El rayo de ese mañanero sol me despierta del todo
Y todos aquellos pensamientos vuelven a su lugar
Aún bostezando, bajaré a la cocina para desayunar
Y después, me despediré de ti, de cualquier modo.-
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