Hoy ha venido a atracar en un puerto ignoto
Un barco, cargado de extraños sentimientos
Pronto se dejarán ver, si es a favor el viento,
Dos mil palabras de amor, y algún sueño roto.
Trae en la popa un marinero tatuado
Y en la sentina un polizón escondido
En el puerto, el barco se ha escorado
Y del peso hasta casi se ha hundido.
Quien dice que no pesa el amor, no sabe nada
Y quien mantiene que las caricias no le gustan
Es porque no ha estado en brazos de su amada
Todo el tiempo debido, o el cariño le asusta.-
A veces cargamos con el lastre innecesario
De la rutina, que nos hace narrar con detalle
A todo aquel que se nos acerca por la calle
Desgranando como las cuentas de un rosario,
Todas nuestras cuitas, muchas y variadas,
Encadenando gestos de hastío con sonrisas
Colocándonos de vez en cuando la camisa
Y haciendo de cada noticia una portada.-
Pero volviendo al barco, trae melancolía
Y dosis suficientes para un año, de hastío
Viene a dejar su carga, en medio del gentío
Y después descansará un tiempo en la bahía.
Como hormigas, en fila, irán descendiendo
Con sus cajas de cartón sobre los hombros
Algunos bajarán por la pasarela sonriendo
Otros saltarán por encima de los escombros,
De una relación que cayó como una torre
Partida en dos por aquel rayo vigoroso
Caído de un cielo, antes azul y hermoso
Y que con su fuerte luz la llanura recorre.
Pero todos tendrán en común una filosofía;
El amor no puede ser nunca flor de un día
Y mientras se secan el sudor de sus frentes
Cada uno con su pañuelo y todos diferentes
Llegado ya el momento, han recogido su carga
Y ahí estoy yo, esperando que llegue mi caja
De lejos puede parecer que algo no encaja
Si te acercas verás que la emoción me embarga.-
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