miércoles, 2 de junio de 2010

LA PRIMAVERA DEL POETA


Comoquiera que una distancia insalvable nos separa,
El pájaro del olvido levanta su vuelo hacia otro cielo
Y planeando a ras de la tierra pero sin tocar el suelo
Él vuela y vuela sin cesar y en su viaje nunca para.

Al igual que en otros casos hemos decidido amar
Soplar unidos las velas de un feliz aniversario
Convertir las alabanzas en el paso necesario
Para pasar juntos la noche, ser felices y soñar.

Parecido a las virtudes que compartimos a veces
Nos ha dado por pensar que nuestro destino es aire
El amor nos recompensa, quizá incluso con creces
Toda vez que no hace mella en nosotros el desaire

Que supone mendigar las caricias que hace días
Nos otorgamos creyendo que la vida nos daría
Una ocasión de ser mas que amigos, compañeros
Con una idea común, llegar a ser los primeros

Que tras de unos años juntos han decidido volver
A retomar esa vida que hubimos de abandonar
Cuando las ganas de amar no nos permitieron ver
Que con cariños sinceros es posible soslayar

La vergüenza de volver al terruño que nos vio
Nacer a la primavera del poeta, que en su afán
De crear algo perfecto un gran poema escribió
Y siendo para su amada lo envolvió en un celofán

Poema que comenzaba glosando las sensaciones
Que disfrutó conociendo a la mujer adecuada
Siempre alegre y preparada en todas las ocasiones
Fiel compañera y amiga y felizmente enamorada

Que seguía las virtudes de la dama desglosando
Su porte de fiel princesa, sus magníficos andares
Describiendo con detalle su pericia platicando,
Y elogiando su manera de no mostrar sus pesares.

Pero se rompió el amor en una tarde cualquiera
Y lo escrito fue a parar a algún estante olvidado
Y con el tiempo no halló ya nunca más la manera
De saber en que cajón fuera el poema guardado

Luego el texto apareció pero no volvió su amada
Y el poeta lo tiró, seguro de que no valía para nada
Pero alguien lo encontró y creyendo reconocerse
Lo escondió con la esperanza de que nadie lo leyese.

Son los poemas de amor hojas del árbol que mueren
Cuando les llega el momento, que suele ser en otoño
Pues hay que dejarles sitio a aquellos nuevos retoños
Que son elixir dorado para aquellos que se quieren.-

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