Tuve que volver a amar;
Pues la vida se nos muestra
Como una vieja maestra
Que nos tiene que enseñar
¿ Fue Cupido en esta ocasión
el que me impuso el amarle?
¿O tal vez intenté darle
a la vida una lección?
Por no desairar al dios
Abrí mi puerta al destino
De forma que mi camino
Lo iba a llevar entre dos
Y a este mi nuevo amor
Le abrí asimismo mi puerta
Mi alma quedó desierta
Y se me pasó el dolor
Y aunque le amé de repente
era un amor bien extraño;
nunca me ha causado daño
Y hasta parecía diferente
Supe leer en sus gestos
Pude ver en su mirada
En sus caricias forzadas
Como una falta de afecto
Con la de cal, la de arena
“ ya no soy ninguna nena”
Me repetía a diario
Aunque lo hacía en precario
Pues nadie en el corazón
Puede poner la cadena
Porque es la sinrazón
Lo que nos produce pena
Me dijo que me quería
Me lo repitió al oído
Lo di todo por sabido...
aunque la duda seguía
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