en su momento amigos y ahora, tan solo algún recuerdo
fantasmas sin pasión, lejanas obligaciones del pasado
con las que no se pudo, ni se podrá, llegar a acuerdos.
Me río en la distancia del olvido, cruel paradoja recurrente
epilogo sutil de un libro inexistente, aún no imprimido
entre los largos cabellos de la rubia sirena adormecido
y a lomos de su piel, pálida como la luz de la luna silente,
retorcido; como una serpiente indecorosa, ahíta de maldades
parecida a una parca desatada en busca de una presa facilona
anclada en un pedestal de odio e ira, pozo de deslealtades
cuyo impacto visual, en un descuido, te mandará a la lona.-
Ahora que recuerdo, un día me dio por amar a todo el mundo
y en la efímera cordialidad de los besos sin retorno
afanados en busca de otros corazones más profundos
me quedé con la idea de poner en derredor algún adorno,
algo así como un Cupido dibujado al carbón con su arco
y sus flechas, un ojillo tapado y toda la túnica abierta
como corresponde a un dios que no emplea las puertas
y que en los mensajes que lanza se ha mostrado parco
al menos en los que a nosotros, otrora, nos llegaron
ligeramente amargos, siempre sin remitente conocido
atados a palomas mensajeras que algún día volaron
para retornar, una vez la entrega realizada, a su nido.
Y el cielo se tiñó de una luz oscura a su alado paso
bramaron las montañas, los ríos escondieron a sus peces
y el único amanecer que disfrutamos fue un fracaso
y en el lento torbellino de furia, cuando la ira crece
todos los pensamientos tienden a converger en una idea
no preguntes cuál es, pues yo mismo acabo de olvidarla
y desde ahora me pongo a empezar a pensar en la pelea
difícil de librar, sobre todo cuando las ganas escasean.
Pido perdón, lo he dicho, a todos aquellos amigos olvidados
a los que fueron fieles y a los demás también, nobleza obliga
y si el nombre de alguno en el tintero se ha quedado
exijo desde aquí, que por parte de los otros, se me diga
porque no dormiré tranquilo hasta saber cuál ha sido el problema
que nos ha impedido ser felices, a nosotros que somos todo amor
la causa probable lo sería el estar siempre hablando sobre un tema
y la improbable quizá fuese que aún me guardases parte del rencor
con el que asumí tu marcha, después de haber disfrutado tu presencia
una mancha en mi historial de amor, inmaculado como la blanca nieve
he llegado a pensar que al tratar de disparar contra todo lo que se mueve
me ha faltado una bala para amarte como te mereces, es decir, con decencia.-
Vacía quedó mi alma y rota en diez mil pedazos,
En el instante en que vi que de mi lado te irías
Sin haberte dado yo, lo que más me gustaría.-
Rota por el dolor, por ti lloró de pena mi corazón
Preparé un buen discurso por si acaso te quedabas
Pero sólo pude ver como de mi lado te alejabas
Sin darme la oportunidad de exponerte la razón.
Por la cual aquella no era la noche mas indicada
pues para amarte sentía que no estaba preparada
Ni era adecuado el sitio, ni era nuestra la velada;
No hace falta que te diga que lloré desconsolada.
Soñaba en dormir contigo y estando desnuda y sola
en la cama en que otras veces por tí me sentí amada,
Pesando en si volverías, me pareció que una ola
Me mojaba dulcemente para secarme en tu almohada.
Abrí la ventana pues
Buscando en el firmamento
El fin para mi tormentos
Para ver claro después
Que la estrella que mas lucía
De mi dolor se reía
Destilando en su hermosura
Esa especie de locura
Ese bonito crisol
Que hace brillar como un sol,
- sin tener en cuenta el alma -
Ese poquito de calma,
Que a veces y sin razón
Nos llega del corazón
cuando menos te lo esperas
viajando de mil maneras.
A una estrella le he contado
cuántos besos me habrás dado
Como siempre, a tu manera
Si tan sólo por mi fuera
Viviríamos arriba, allí
Donde el horizonte espera
Que otro amanecer le quiera
Como yo te quiero a ti.
Donde la luna sonriente
En el cielo suspendida
Viendo mi mirada ardiente
Se mostrará sorprendida.
...///...
Después, y cuando se dio cuenta de la tristeza infinita de mi alma
Viendo como sin freno ni razón por mis mejillas las lágrimas fluían
Su tenue luz se encendió de una manera sutil , tal como harían
Cien dulces ángeles, con otras tantas velas, iluminando mi cama.-
Cuéntame le dije amiga mía
Si allá donde está tu casa
Ves la vida como pasa
Nos ves morir día a día
Porque yo quiero vivir allá donde no hay llanto
Donde el amor sea cierto, un cariño verdadero
Donde el dolor sólo sea un botín perecedero
Y las lágrimas no sean, del alma, negro manto.
Llévame hoy pues, a tu libre albedrío
A ése lugar donde una lágrima cayendo
Es una dulce gota de próspero rocío
Que el rictus del dolor va diluyendo.-
Porque en ésta habitación, donde cada noche sueño
Hay un lado de la cama, por el momento sin dueño
a menudo me sorprendo llamándole quedamente
para atormentada y sola despertarme bruscamente.
Esta noche es especial; quiero
Añorar su cuerpo entero
Y cuando el sueño me busque
Juntos los dos por el bosque
Levemente entrelazados
Y tiernamente abrazados
Le haré lo feliz que pueda
pues tan solo esto me queda
Prestándome a sus deseos
Que son igual que los míos
es perfecto el desvarío
es todo cuanto poseo.-
A éste hombre yo he amado
pero creo que él lo ignora
pues tan solo hace unas horas
de mi lado se ha marchado.-
...///...
Mas quiero decirle a el, que es el amor de mi vida
Que si estoy alguna noche tal vez algo decaída
Es porque cuando me acuesto, lo deseo junto a mi
Sin darme cuenta siquiera de lo que una vez viví,
Junto a su cuerpo desnudo, levemente ladeado
Un instante más de amor largamente deseado,
No fueron sino palabras producidas en mi mente
a veces no quedan bien y no suenan muy prudentes
A mi lado no lo encuentro, pues de mi lecho se ha ido
En busca de otros destinos, de otros besos, de otro nido.
aunque junto a mí no esté, siempre lo tengo presente,
Cada vez que llego a casa, me lo recuerda mi mente
Lo llamaba, entre sollozos y mis lágrimas ardientes
húmedas por la emoción y por el dolor calientes
resbalaban por mi cara suplicando su perdón
Y cada día junto a él me otorgaba la ocasión
De ver su cuerpo desnudo, para llegar a admirar,
Ése apéndice de amor, cuyo ardor nunca perece
Y con el ritmo adecuado, como un arbolito crece.
A qué asunto me refiero, no lo vamos a explicar.-
Y por fin el sueño viene
A mi cuerpo dolorido
Ya que una vez que se ha ido
Ni siquiera me sostiene
...///...
...///....
Y tal y como ya lo he dicho, cuando estábamos dormidos
Mi cabeza sobre él, mis manos sobre su cuerpo, unidos
Por ese amor tan perfecto, que nos hizo ser dichosos
Llena estaba de alegrías, ahíta de instantes hermosos
Y luego en mitad del sueño, me creía caminando
Por el jardín del Edén, esperando a que me dijera
Después de habernos parado a descansar en la era
Cuanto él me deseaba y cuánto me estaba amando.
Y cogidos de la mano, pareciendo enamorados
En el primer día juntos, casi en la primera cita
Como una pareja más que se ama y se necesita
Ambos dimos la impresión de por vida estar atados.
Y deseando tenerlo junto a mí en cada despertar
De este sueño tan real, me preparé a tomar nota
Una vez ya constatado, que tener el alma rota
es el único destino de quien no hace mas que amar
Pues llorar de desconsuelo
Y suplicar hacia el cielo
O rezar largo y tendido
es sólo un tiempo perdido
Y ahora pienso en mi interior, sólo para mi tormento
Que después de haberme ido con el alma destrozada
Y sin poder, por tu parte, sostenerme la mirada
Quizá para decir algo, no fuese el mejor momento.
Pasó otro día sin vernos
Mil minutos sin amarnos
Pensé en ti cada segundo
Y tu estabas en tu mundo
Ya me dijiste el por qué
Algo que yo rechacé
Por las razones descritas
Pero en la próxima cita
Y si tú aun lo deseas
Te dejaré que me veas
Y me abraces, y me ames
Pues juntos vamos a estar.
Hasta que el día nos llame
Otra vez para empezar.-
...///...
...///....
Mañana será el momento y alejaremos por fin
Todos los resentimientos que nos hacen tanto daño
Bebiendo en la vieja fuente agua por el mismo caño
Amándonos en silencio, abrazándonos sin fin
Dejando atrás el pasado, ya de por si inexistente
Mirándonos a la cara de una forma harto valiente
Entregando yo mi cuerpo, tú tu alma, yo mi amor
Sin condicionantes previos, sin reproches, sin rencor
Aceptando el uno al otro tal y como nos hicieron
Y sin repetir las frases que hace tiempo nos hirieron
Reconociendo sin duda que tal vez nos equivocamos
Cuando antes de despedirnos ni siquiera nos hablamos
Porque aunque cuando sufres pareces todo entenderlo
No creo que sea malo, si hay problemas, exponerlos
De forma que el pensamiento opte por la libertad
De callarse o no callarse, decir o no la verdad,
Para cuando llega el día de querer sin condición
Nadie debe de encontrar en el otro una razón
Ni siquiera una sospecha, ni el reflejo de un lamento
Para que ninguna duda nos estropee el momento
Ni los reproches consigan ser del alma el alimento,
Antes de empezar a amar y de perder el aliento,
Hay que colgar en la puerta del hotel, por si nos llaman
Un cartel bordado en oro con letras resplandecientes
Con la inscripción bien visible para el resto de clientes
“no molestar, dentro hay dos personas que se aman”.
Y por encima de todo son dos seres muy valientes
en medio de la tormenta siempre conservan la calma
y si después de esto el cielo entero
se mostrase atónito y severo
y si las nubes bajas y uniformes
que dibujan figuras filiformes
no entendiesen lo nuestro
juro que estaría dispuesto
a expresar en poesía lo que siento
a renunciar al hecho inopinado
de solicitar para el alma el alimento
del amor puro, tierno, inmaculado.-
...///...
Otras tantas veces es el hado furibundo
El que nos aleja un poco de este mundo
Para reconstruirnos luego pieza a pieza
Allá donde el misterio de la vida perviva
Aliado con la verdad, un poco esquiva
Nos enfrentará a la ecuación definitiva
De una relación que camina a la deriva
Pero surcan los mares desde antaño
Viejos marinos que aun viven hogaño
Negra la piel, blancos los alamares
Vestigios de surcar los siete mares
Y calla la tierra cuando el sol camina
Alejando con su pujanza la neblina
Haciendo de su fuerza y poderío
Un especie de alud feo y sombrío
Una tierna compaña, una encomienda
De amaneceres cortos y de ocasos
Con el valor del alma un poco escaso
Para ofrecer la vida como prenda.
Nada decimos del amor en cuanto
Que lo que supone amarse tanto
No es sino el reflejo poderoso
De un calendario frío pero hermoso.-
Hay que saber cuando la palabra se hace llanto
Hay que esperar casi siempre bajo un manto
Hecho de fantasía y abarrotado de coraje
Que nos brinde cobijo tras aquel largo viaje
Que emprendemos gustosos cada día
En pos de una ilusión, de una utopía
Que nos lleva al final de la jornada
En la que casi nunca ocurre casi nada
A movernos despacio, o a pensar deprisa
Levemente inclinados hacia el terso
Y oscuro perfil del olvidado verso
Que para alejar la tristeza, causa risa.
