martes, 5 de febrero de 2008

NO FUE UN HASTA LUEGO





Necesariamente todo ha de terminar.
De un tiempo a esta parte, me angustia
Cada vez más esta intensa espera.
Como cada noche me siento frente al mar,
Mis ojos con su tenue sabor a brisa abrazan el silencio,
Una inmensa soledad tengo por compañera.

Mi mirada cruza entre las olas hasta descubrir
Allá en el horizonte como el cielo y el mar se abrazan,
Ante tal inmensidad mis ojos terminan solitarios
Como cada cosa, como cada noche.

Me angustia pensar que tal vez ya no volverás
Y nadie deposita un poco de serenidad, de abrigo,
A esta incertidumbre que me agobia.

Miro al mundo, al mar sin desmayar
Tantas veces mis ojos que no pueden distinguir
Entre la brisa y las lágrimas vieron el estridente
Sol amanecer, como el vientre redondo
De una mujer en cinta, como el de el hijo
Que no verás nacer. Me angustia pero es
Necesario que esto termine, esconderé estos versos
Entre mis manos, entre la lluvia, entre las horas
Y las noches de larga espera junto al mar.

De pronto, no sé a qué atenerme en medio
De un camino a ninguna parte, sin ilusiones,
Con trazos de una vida que me asombran;

No sé cuál es el punto donde todo empieza
Donde todo acaba; Me pregunto y
No recuerdo el aderezo de tu último beso.

Cuando más allá del horizonte los
Océanos se retiren, muera el error de creer
Y me de cuenta que ya no volverás
Quien sabe si entonces, sólo entonces
Pueda dejar de quererte, pero es necesario
Que naufrague el candor, la ingenuidad.

Mi error fue creer que tu “hasta luego”
No fue un adiós.
Es necesario que esto termine.

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