Parada ante un mar agitado e insolente
pienso en ti un instante, y en mí mente T
e invoco aquí, por tu nombre sereno
y quiero que todos sepan que eres bueno.-
No he terminado aún de sentirme deseada
Aunque varias veces me he sentido amada
Pero la vida siempre te proporciona una salida:
Mi espera es una ofrenda en el altar de la vida.
Siento la sensación de lo vivido y lo querido
Y mis manos se alargan como queriendo amar
Mis pies se deslizan sobre las rocas de ese mar
al que me acerco para escuchar lo prohibido.-
Estoy aquí, con mi ración diaria de esperanza
Sostenida en mis propias voces, con la danza
Propia de las gentes que aman sin motivo
A veces dando vueltas en su propio tiovivo.
Darme cuenta de que no estas me atormenta,
y me duele; ahora pienso que las penas del amor
son las penas que mas duelen, y dan tanto dolor
Porque muchas veces el propio dolor las alimenta
Lo que está aquí, en la tierra, o en el mar agitado
Es la semilla, que dio fruto, en su destino y lenguaje;
La maleta feliz de aquel que viaja ligero de equipaje
En busca de una vida mejor junto a su ser amado.
El horizonte se entrelaza en la distancia interminable
En un lenguaje que ni empieza ni termina conmigo.
Y el viento me dice que un día tendré la indispensable
Recompensa a mi larga espera de desear un amigo.-
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