lunes, 20 de junio de 2011

TODA MI VIDA SIN TI




Ahora evitaremos amarnos y si un día el destino nos juntase
En un camino perdido en la montaña gris de los amantes
O en el pozo sin fondo en el que calma la sed el caminante
Puede que sin mirarme a la cara, y sin hablarme, recordases

Bien sea cada momento oculto entre los pliegues de una mente que resiste
O el impulso cruel de una decepción, que viene de lo que un día fue amor,
Y que trae consigo una gran dosis de pena, y sobre todo te deja resquemor
De saber que has perdido todo aquello por lo que hace no mucho luchaste.

Confundido entre los pájaros voló nuestro amor un día
Se sentía tan seguro que nunca creyó que el cielo acabaría
Pero el viento no disolvió del todo unos cúmulos solitarios
Y la bruma envolvió nuestro deseo como si fuese un sudario.

Desde entonces he planeado toda mi vida sin ti, y no recuerdo
Haber llorado tanto desde que, allende los años, yo era un niño
Sin ninguna otra opción en el mundo que la de estar de acuerdo
Con los que hablaban, a veces sin saber, de un efímero cariño.

Fuiste tierna en la mañana y dulce en el despertar
Y los pájaros en la ventana tu silencio respetaban
Gracias a ti he sabido lo que significa amar
Pero también que el amor, algunas veces se acaba

Y le da por suicidarse de una forma un poco extraña
Rompiendo los corazones que parecían blindados
A base de acometidas y de golpes muy bien dados
Que no llegan a matar, pero que sin duda, dañan

Y te dejan sin recursos ante un mundo que no entiende
Ni el motivo del adiós, ni la causa de la pena
Que desde luego no sabe que al fondo de la alacena
Hay una vela apagada que hace tiempo que no enciende

El fuego de la pasión que tanto tiempo cuidamos
Quemándonos en las manos al intentar arrimar
Todas las brasas posibles para poder cocinar
El guisote el amor, que finalmente, arruinamos.

A lo crudo del adiós se une la melancolía
De no saber que el amor es una cosa pasada
Un especie en extinción, una frase inacabada
Algo que ya ni siquiera inspira mis poesías.

Se que volveré algún día, tal vez pasado el invierno,
Para pasar junto a ti algunos breves momentos
Pero no será por siempre, no me quedan sentimientos
Ni puedo darte ya amor, caricias, ni besos tiernos

Y aunque pudiera hacerlo, sin duda ya no lo haría
Porque lo nuestro acabó un domingo a mediodía
Falleció de agotamiento tras unos años de tedio
En los que solo aspiraba a quitarse ya de en medio.-

Y en la lápida que aplasta nuestros cuerpos contra el suelo
Con un cincel oxidado y con algo de maldad
Alguien escribió una frase que se acerca a la verdad:
Una vez muerto el amor, ha de comenzar el duelo

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