lunes, 27 de junio de 2011

POR UNA ÚNICA RAZÓN




Alguna vez el quieto mar se vuelve incongruente
Y se dedica a zarandear los barquitos que lo surcan
Y como si estuviesen bailando una loca mazurca
De proa a popa hay un trasiego incesante de gente.

De vez en cuando torna hacia el gris un cielo inmaculado
Y lo que eran enormes nubes blancas, figuras de algodón
Se transforman en lluvia, y ves gente correr de lado a lado
Como si la pieza interpretada fuese un ligero rigodón.

La mayor parte del tiempo la verde pradera proporciona
Al feliz caminante, un remanso de paz que le emociona
Pero cuando sopla el gélido viento que viene de poniente
El sendero se tuerce y los pasos se dan de forma diferente.-

A veces la calma del desierto nos da una perspectiva
Un poquito sesgada de la fuerza de la tranquila arena
Pero hay que tener cuidado de no quedar a la deriva
Para no tener que contarlo poco después con pena.-

Tu eres como el mar, tranquilo e infinito, y cuando quieres
Eres la ola fugaz que me transporta a un mundo diferente
Viaje que yo he de decir que había elegido libremente
O sin que nadie me hubiese obligado a hacerlo, si prefieres.

Compararte con el cielo azul es más difícil, y en el intento
Se agotan todas las metáforas que atesora nuestro idioma
A veces eres nube, otras veces un sol de puro sentimiento
Que va minando mi resistencia igual que hace la carcoma.

Hemos caminado juntos por el bosque y te he comparado
Entre otras muchas cosas, con la frágil elegancia del ciprés
Cuando supe que de ti y para siempre me había enamorado
Me dí cuenta que en mi vida hubo un antes y un después

Y que puedo sin rubor asociar mi vida presente al infinito
Mar de tierra que en el desierto da vía libre a los osados
He firmado de la empresa que proporciona amor el finiquito
De donde me han echado, por la única razón de haberte amado.-

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