lunes, 27 de junio de 2011

DEJANDO A UN LADO EL CARIÑO




Sobre una vela encendida en una iglesia olvidada
He intentado construir una historia coherente
Pero aunque no he dejado de estrujarme la mente
En este mismo momento, aún no se me ocurre nada.

Somos, a veces, la suma de dos vectores extraños
Por una parte la idea que nos asalta a diario
Acerca de si la pena de verdad nos hace daño
O es la falta de amor lo que nos deja en precario

Pero la duda responde siempre a una circunstancia
Puntual y desesperante que nos corroe por dentro
Siendo el dolor infinito, si el duelo le da prestancia
El emplasto que lo cura siempre se aplica en el centro

Del alma ya zaherida por los vaivenes del miedo
Que no se atreve a pensar en pasados ya finitos
Es la vieja teoría de lo que quiero y no puedo
Llevada, sobre un cometa, casi hasta lo infinito.

De aquella historia inicial nos quedamos “a dos velas”
Dando a la imaginación una patente de corso
Dejar a un lado el cariño en un tema peligroso
Y el fracaso consiguiente aparece en las quinielas

Que la gente puede hacer sobre el futuro inmediato
Del alma de dos amantes que decidieron dejarlo
Que mirándose a los ojos, dejaron pasar el rato
A los que la vida unió, puede que sin merecerlo

Y el destino separó casi por obligación
Una vez que sus destinos tomaron distintos rumbos
Haber intentado amarse sería su perdición
Y ahora caminan solos, tropezando y dando tumbos.

En busca de redención en una iglesia olvidada
Con sus muros jalonados por la pérfida retama
Donde las velas se muestran consumidas y quemadas
Pero prestas a encenderse, si se les aplica una llama.

Solo perdura el cariño si Cupido así lo quiere
Y no consta en esta historia, que esa sea su intención
Cuando dispara sus flechas tal parece que te hiere
Pero si pasan de largo no suele haber ocasión

De volver sobre tus pasos, amando como solías
A la persona que ahora ocupa tu mundo en sueños
Convirtiendo en aventura el ocaso de tus días
Y haciéndote de tu nada, un poquito más el dueño.-

No hay comentarios: