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Recordando, con nostalgia, en el balance final
Los momentos de cariño pasados en compañía
Las ilusiones compradas en esa tienda que fían
Y sobre todo esos viajes en los que no te fue mal.
Y pondremos como antaño, los puntos sobre las íes
Sin solventar el problema de los pasados errores
Sin aplicar del cariño los índices correctores
Sin ver en el horizonte aquella luz que te guíe
Hacia destinos más tiernos, de dureza inexistente
Más proclives al amor que a la amistad pura y dura
Supuestamente aliviados por la pulcritud latente
De aquel caballero andante de reluciente armadura
Recorriendo en su corcel la vasta llanura helada
Al pairo del sentimiento que sobrevuela el paisaje
El corcel se ha detenido, le molestan los herrajes
Habrá que darle un respiro al llegar a la hondonada.
Y cuando el ocaso muera como mueren los valientes
Luchando por existir, sin miedo a lo que vendrá
El arnés sobre el caballo el caballero pondrá
Ajustando las correas sobre el pecho aún ardiente
De la bestia noble y blanca, marchando a continuación
Hacia destinos prescritos, hacia ciudades lejanas
Como pronto llegarán para cuando peine canas
Y al animal, poco menos, le darán la extremaunción.
Así será nuestro amor, a un buen caballo subido
Sin tiempo para el asueto, mil millas ha recorrido
Y en el instante presente, cuando toca descansar
No ha encontrado el momento, ni la forma, ni el lugar
Y vaga sin opinión por trochas y por vaguadas
Enamorándose a ciegas de cualquiera que le mire
Bástale con que al oído una brisa le suspire
Se pirra por demostrar que no ha vuelto a las andadas
Y en el ínterin perfecto entre la bruma y la calma
Le ha dado por pensar que las bestias tienen alma
Así pues contrata un guía para llegar al destino
Bajo un cielo decidido a casi rozar los pinos
Del bosque de la ilusión donde habitan los de siempre
Cuatro gatos enfrentados por un poco de dinero
Enamorados de ti, se han vestido con esmero
Esperando que regreses, hacia mitad de Noviembre.
