martes, 31 de diciembre de 2013

AUN NO SÉ QUE ES PEOR





Tal vez no te interese, pero ahora mismo estoy sufriendo
como si fuese la primera vez que estuviese enamorado;
llegará Enero y los primeros copos del paisaje nevado
nos harán tiritar, el frío irá poco a poco, in crescendo

y volveremos a hacer planes para todo el año, sabiendo
que puede que en Abril, ya no tengan sentido
hoy, por ayer, de tus propios labios he sabido
lo que todo el mundo conocía que estaba ocurriendo.

No somos mejores que nadie cuando amamos
ni peores tampoco, cuando nadie nos quiere
la pulcra suavidad de la luz no nos hiere
ni el agua caída mancha nuestras manos.

Pero quiero decirte, olvidando lo que te estaba relatando
que el cielo azul,cuando una nube pasa, se suele poner gris
y oculta la luz del sol resplandeciente, que iba desafiando
a todos los poderes del universo, y no es grano de anís

tapar al astro rey con un poquito de algodón iridiscente
dando paso a la lluvia que cae, sumisa y monocorde
sobre la calle vacía de viandantes, remojando la tarde
y haciendo que andar bajo el paraguas no sea suficiente.

Yo no sé qué es peor, si caminar bajo la lluvia contigo
sin nada que decir, o abandonar el barco antes de amanecer
puede ser que el deseo, en un cierto sentido, nos permita crecer
y también que el amor, como bendita carga, nos convierta en amigos

o de una forma extraña, andando hacia el oeste, mirando al horizonte
nos podamos quedar absortos mucho tiempo, mientras la vida sigue
y allá en el viejo bosque, cae herida la presa que el cazador persigue
tú eres el cazador, yo la presa,y como ves el cuento acaba tristemente

tal como acaba el año, tan lejos ya de ti, como el planeta Marte,
esperando por ser el guardián de tu alma, celoso cancerbero
de un montón de ilusiones traídas a concurso a bordo de un velero
donde no se permite expresar emociones, y menos asustarte

con futuros presagios negros como la pez, infaustos, execrables
indignos de personas que suelen acertar incluso cuando aman
y estando ausentes, a través del teléfono, su amor proclaman
expresando, quizá de un modo infantil, su lado más amable

No ha lugar a la tristeza cuando los besos entierran el pasado reciente
pero no habrá paz entre nosotros a menos que algún día podamos entender
que cualquier acción nuestra tiene sus consecuencias; te conviene saber
que obtendrás el efecto contrario en tanto que conmigo te muestres impaciente.