sábado, 9 de febrero de 2013
ESE OSCURO PORVENIR DE LOS AMANTES (1)
Por si en este momento te sientes, digamos, más sola que la una
y por no tener compañía de nadie, no posees ni siquiera un gato
déjame acompañarte mediante estos versos, siquiera por un rato
con esta oda escrita sobre el vaho de un cristal, por un rayo de luna.
Debo decirte en un primer momento que la soledad no es una opción
es opcional, si quieres, estar en compañía, pasar buenos momentos
junto con los amigos que se reúnen, unidos por un sólo sentimiento
como es el hecho de que ninguno de los suyos se pierda la función.-
Hay gente que elige siempre estar acompañada y por ese motivo
busca entre la multitud alguna cara conocida, un gesto déjà vu
tal vez un roce muy ligero en la cintura subiendo al autobús
o un beso arropado de caricias, en un bosque lejano, tan furtivo
que apenas hay constancia escrita de esa historia que golpea
el corazón de los protagonistas como si fuese un cruel mazo;
hay otros en cambio cuya única intención es cazar con un lazo
a no importa qué persona, de cualquier condición, sea cual sea
la razón o el despropósito que la llevó hasta este lugar
obviando lo evidente, que no es posible convencer a nadie
de que no puede ser, en este mundo en que nos toca estar
que todos y cada uno de sus habitantes felicidad irradien.
Sobre la soledad se han escrito tantas palabras que no queda
ninguna otra definición por descubrir, ni hallaremos jamás
un tratado sobre la falta de compañía, que nos pueda
aportar ese plus de conocimiento sobre el tema, y además
retrotraernos a la época gris en la que todo se veía diferente
y era oscuro el porvenir de los amantes que apenas si reían;
túnel larguísimo por el cual su tren a duras penas discurría
océano sin fin en el que sólo se podía nadar contracorriente.
Siempre nos quedará la nítida oportunidad de ser dichosos
cada vez que el aire de la tarde nos apremie a abrigarnos
o en cada ocasión que el azar nos obligue a arriesgarnos
y la memoria nos obsequie con sus recuerdos más hermosos
y si no la aprovechamos, en el debe de nuestro balance quedará
junto a las anotaciones de las compras de amores imposibles
un apunte en rojo pasión escrito con letra harto ininteligible
que al final de la página nuestra entera atención demandará
y volverán los sueños a tornarse en agravios como antaño
y regresarán al nido los pájaros que emigraron en invierno
y podremos perdernos en un bosque sin fin, plagado de castaños
sin caer en la cuenta de que cualquier camino se dirige al Averno.
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