martes, 17 de febrero de 2009
Y SI PUDIESE HACERLO
Si de mi dependiese, amor mío, solo te enviaría
Dulces palabras que formando lindos versos
Le pusiesen un poco de sol a ese universo
En el que te desenvuelves, tranquila, cada día.
Si pudiese soñar y hacerte participe del sueño
Si pudiese de un poco de tu tiempo ser el dueño
Si pudiese correr con toda mi carga de energía
Si pudiese hacerlo todo, tal vez te pediría
Que no te acostases pronto, para estar despierta
Cuando este pequeño poema llame a tu puerta
Y debas decidir entre el descanso que mereces
O leer mis pobres versos que solo son, a veces
Una agonía cruel, un suave y sereno desvarío
Producido por la áspera sequedad de un estío
Trocado en avalanchas hirientes de malicia
Que no dejan aflorar ni siquiera la delicia
De la opulenta levedad de la palabra escrita
De la simple esclavitud del alma inexistente
De la alusión al amor que nos hace diferentes
Aunque a veces sea una palabra asaz proscrita
Susurro impredecible hecho de tiernas alabanzas
Que son como de la ternura la punta de la lanza
Opíparos banquetes de frutas ha tiempo deseados
O simples discursos de amor tiernamente dictados.
Pero no depende de mí, sino tan solo de mi mente
Que a veces tiene vida propia, como esos poemas
Que a veces te suelo dedicar, y ya no solamente
Para hacerte partícipe de mis más queridos temas
Sino también para darte las gracias por tu ayuda
Sobre cuya utilidad ya no me queda ninguna duda
Tan preciosa para mí como lo fue para ti un día
El hecho de haberte dedicado una de mis poesías.
Muchas veces no te escribo y me cuesta confesarlo
Que no lo hago más a menudo, no por no desearlo
Sino para que no pienses que pretendo agobiarte
Cuando mi única intención siempre es alegrarte.
Tal vez algún día no tengas uno de mis mensajes
Tal vez no tenga tiempo o tal vez esté de viaje;
Pero no dudes amor que estás en mi pensamiento
En mas de una ocasión y en todos los momentos.
Hasta el instante puntual en que exista la telepatía
Y podamos saber lo que cada uno piensa realmente
Desde este pequeño rincón de España, yo te pediría
Que a tu vez,de tarde en tarde, pienses directamente
En este hombre que te considera la amiga perfecta
Siempre dispuesta a ayudar, siempre expectante
De recibir mis mensajes, aunque a veces le cuesta
Entender lo que los mismos le dicen realmente.
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