PARA QUE NADA TE FALTE

Amaba el arte de amar, cuando era joven
y ahora en plena senectud la edad cuestiona
los gestos que con valentía el corazón gestiona
y en los que nada, que no sea agradable, cabe.

Sufre el mar en la distancia cuando los barcos
naufragan, al surcar sus negras aguas cada día;
son como cartas de amor escritas con la osadía
de quien nunca necesita usar un papel de calco

y comienza la misiva con una "mi muy querida"
una frase sin sentido pues nunca se quiere mucho;
antes bien, en el amor, o dejas el alma herida
o para cortar de raíz, hay que meter el serrucho

y hacer como con los árboles, horadar su resistencia
aserrando bien su tronco, tras años de crecimiento
sin detenerse jamás, y sin parar ni un momento
siquiera para comer, aunque una cierta paciencia

nos llevaría a buen puerto, a uno con buques grandes
todos llegados por mar, de bien lejanos países
parece ser que hay alguno que tiene su sede en Flandes
aunque ahora su bandera es la del país que pise.

Algunas alegorías no salen bien, son forzadas
y en el cómputo global de la vida, no cubican;
son como aves de Abril, que llegan emocionadas
y en sus olvidados nidos, una mañana se ubican

y luego dan a la luz sus polluelos de uno en uno
nacidos en el instante preciso para estar vivos
en esto de los amores, te conviene ser muy tuno
aunque siempre el corazón deberá estar muy activo.

Para que nada te falte, te voy a enviar por carta
unas cuantas situaciones que se dan en la pareja
trátalas bien, pues leyendo, el hastío se descarta
mientras que la tarde afuera se nos va volviendo vieja.

Y si piensas conseguir la gloria dentro de un año
o si crees que el destino te deparará sorpresas
no dejes que nadie ponga piedras en los aledaños
de tu casa, de tu villa, ni siquiera de tu empresa

y trata con devoción a las personas mayores
que no por ser viejos son material defectuoso
antes fueron unos niños, luego jóvenes patosos
y han llegado hasta aquí ahuyentando los temores.


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HACE FALTA VALOR

Nunca he sido capaz de amar a mediodía
cuando el sol calienta más de lo debido
y al llegar a casa, que sin tí está vacía,
porque quizá de compras te hayas ido

tan sólo me apetece dejar la ropa aquí y allá
un gesto que sé que te disgusta sobremanera
dirigirme de forma rápida y directa a la nevera
y coger una cerveza fría que en mi cuerpo caerá

como cayó el maná sobre aquellos israelitas
que cruzaban el desierto a lomos de camellos;
si era bueno, o no, tan sólo lo probaron ellos
en todo caso a Dios le dieron gracias infinitas.

Cuando la casa arde y no puedes ni acercarte
a la ventana, y hasta el reflejo de la luz molesta
cuando no quedan ganas de hacer ni una fiesta
y únicamente tienes en mente la idea de bañarte

es que estás en verano, en plena canícula estival,
meses en los que en algunos países es invierno
quien lo diría a la vista de cómo está el percal
y cuando ves tu casa convertida en un infierno.

Queda la tarde, con su carga de brisa refrescante
partitura de una ópera muchas veces cantada;
quién no se ha quejado nunca del calor reinante
mientras el abanico deja de ser una cosa olvidada.

Y qué decir de la noche, con su carga de estrellas
difusamente oscura, ciertamente entregada
a un poco de frescor, nostalgia encadenada
cuyo origen incierto, escondido, sólo conoce ella.

Sé que regresarás con tu carga de bolsas repletas
de artículo cuya necesidad, es quizá cuestionable;
me vale si así eres feliz, si el precio es razonable
tal vez la ropa que compraste antaño esté obsoleta

Ignoro cómo puedes ir de compras con este calor
con lo bien que se está en casa, sin gastar energías;
si me dieran a escoger, sé muy bien lo que elegiría
pues para salir de casa estos día, hace falta valor.

Pero no voy a darte la charla por tratar de ser dichosa
por salir de casa cuando más calor parece concentrarse
amar también consiste en ocasiones en saber adaptarse
a compartir la vida con una persona un tanto caprichosa.


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BESOS, ABRAZOS, CARICIAS...

BESOS
Nos besamos en la cama, como posesos
seguimos en el salón y luego en la cocina
no hay que hacer ruido, empleamos sordina
y nos miramos uno al otro, con tierno embeleso.

ABRAZOS

Son únicamente para poder estrechar lazos
no hay complicidad aparente entre los dos
hemos roto el signo del amor en mil pedazos
y luego con paciencia los recogemos todos.

CARICIAS

Estar en el mismo cuarto que tú es una delicia
se pone el sol por el horizonte y se oscurece
a medida que el astro rey, cae y desaparece
dejándole a la luna el cielo en plan franquicia.

MIMOS

Se dan en todos los momentos felices que asumimos
resultan caros si se comparan con otras actitudes
te haré un gesto, no sé si te he llamado, pero acudes
a quedarte conmigo en el lugar que convinimos.

AMISTAD

Nos duele a veces, pero suele ser verdad
que los amigos sinceros, te harán llorar;
no quiero dejar llevarme por la vanidad
pero estando conmigo solo puedes mejorar.

DISTANCIA

Se puede estar lejos, estando en la misma estancia
y muy cerca aunque haya kilómetros entre ambos;
haré versos, que al poeta aficionado dan prestancia
con el agudo entusiasmo del que escribe ditirambos.

LEJANÍA

Es todo lo que proporciona un buen libro de poesía
unas lágrimas ciegas, unos ojos llorosos y saltones;
vine a este mundo en busca de paz y de sabiduría
y al conocerte, empecé a beber del amor a borbotones.


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YO DARÍA MI VIDA

Qué pasaría si dejase de amarte, y luego
no quisiera ser más tu marioneta, tu pelele;
para tí, la vida conmigo es sólo un juego,
yo tengo que bailar al ritmo de tu ukelele.

Las oscuras razones del deseo compiten
en desconfianza con las notas vibrantes
de un apagado laúd que suena en la lejanía
sin fijarse una meta más allá del mediodía,

acariciado por manos acostumbradas al ocaso
tañido por yemas de unos dedos que conforman
en cada partitura una especie de oda al fracaso
que tiernas voces de constancia serena entonan.

Suena la levedad del viento que trae hojas
de árboles que abandonan sus verdes trajes;
hay en el suelo un manto, y quien lo recoja
quizá se encuentre con un áspero paisaje

en el que cielo y tierra se combinen sin parar
en el que los astros, no brillen, cegadores,
sino más bien como puntitos de colores
a cierta distancia de la espuma del ancho mar

refugio de navegantes sin destino, permisible
con todo aquel que va en pos de lo imposible
generador de sueños, guardián de la verdad
y también exhausto, cansado de tanta soledad.

Porque hay quien se opone a ser tan solo
una muesca más en la pistola del destino
un miembro más de una partida de bolos
o un bostezo en un desayuno vespertino;

para los que piensan que amar es suficiente
hay tratados que niegan la mayor, escritos
por hombres, a los que consideramos eruditos
libros que se deben de leer completamente

captar la esencia de una relación que no reviste
ninguna emoción para los que la vemos de fuera
si alguna vez he amado, si así fuese siquiera
recordaría sin duda aquel momento triste

y daría mi vida por volver e experimentar celos
y por volver a tomar aquel café hecho por tí
y también por volver a recoger del sucio suelo
los tiernos y prolongados besos que nunca te di.



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Y MAÑANA EN LA ESTACIÓN

Vuela la cometa, sobre un fondo azul oscuro
la vieja bruja en su cueva, realiza mil conjuros
hay un sonido lejano, como a trompeta afinada
pasan los años también y luego no queda nada.

En el mundo la codicia nos condiciona la vida
abarcamos, sin esfuerzo, toneladas de deseos
hay un trajín en la calle de carretas distinguidas
persigue por las esquinas a su medusa, Perseo

y en cada rincón degustas los dulces de la ilusión
relamiéndote y gritando de placer cuando masticas
quieres ser un caballero de adarga en ristre y jubón
de tu humilde procedencia das noticia si platicas

y en el mundo, en conclusión, todos parecen reír
aunque no siempre consiguen una mueca divertida
si ya es hora de marchar, preparemos la partida
y no miremos atrás, pues la nostalgia es morir.

Cada minuto que pasas en brazos de la tristeza
es una bala perdida de la pistola del miedo
tendemos a sujetar el gatillo con el dedo
apretarlo muchas veces, es un signo de destreza.

Resolvamos los conflictos por la vía del perdón
esa palabra en desuso, cuyo valor se perdió
una noche de domingo, cuando la luna salió
toda sucia y desgreñada, sólo con el camisón

y se dirigió a su sitio, junto a otras, en el cielo,
estrellas del firmamento que a veces acompañan
los sueños de tanta gente que ya su vista se empaña
y tienen que contentarse con imitar los modelos

de conducta y prevenir que ,en tiempos de convergencia
no basta con ser muy sabio, ni de doctorarse en ciencias;
es preciso rebatir las ideas con los hechos,
y cortar en el jardín las malas hierbas, helechos

cuya raíz tan efímera, a la primera abandona
y sale con un tirón sin emplear mucha fuerza;
hay un pico en un rincón cuyo filo no perdona
y un águila vigilando para que nada se tuerza

Las cartas de navegar te llevarán a destino
casi sin tener que hablar con el segundo de a bordo
hoy me quedo junto a tí, ése parece mi sino
mañana, ya en la estación, me tocará hacer trasbordo.



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DIFÍCIL DECISIÓN

Soplaba un ligero viento de levante, y era frío
pues venia del norte, de donde nace el hielo
atrapando a su paso, entre el suelo y el cielo
un bello paisaje que en origen, fue sombrío.

Dos pájaros pasaron raudos, quizá en busca
de mejores latitudes para cuidar de su prole;
allá en el mar un pez, de una forma brusca
le pedirá al cangrejo que en su nao se enrole

para navegar juntos, para llegar a puerto
sin haber sido capturados por las redes
de torpes pescadores, alguno de ellos tuerto
que cada día ponen trampas donde pueden.

Difícil decisión es a veces, quedarse o marchar
si te vas, otra gente puede sentirse herida
en cambio si te quedas, siempre podrás mirar
de frente a quien con tanto mimo te cuida

y ofrecer lo mejor de tí mismo, que no es mucho
teniendo en cuenta lo vivido y lo ya gastado
es como si a las puertas de su caseta, agotado
se acostase recogiendo la lengua el triste chucho

sin fuerzas ya ni para ladrar, ni para asustar siquiera
prototipo de can venido a menos, cuya edad agiliza
el sabio sentido del olfato, cuando fallan las fuerzas
y el correr detrás del ladrón se convierte en quimera.

Tal vez el perro no sea el mejor ejemplo de fiereza
porque no tiene dientes, aunque alguna vez los tuvo
y se dedicaba a enseñarlos, sin que le diese pereza,
abrir la inmensa boca, y en tiempos los mantuvo

limpios y relucientes, como nácar de primera
haciendo juego con su pelo limpio e inmaculado;
soy como el can aquel, aún con la lengua fuera
de tanto caminar tras de tí, por el campo sembrado

de flores relucientes y de plantas es busca de destino
hubo alguna ocasión en que quise dejarte y buscar
otra dueña, que no viviese cerca, sino en otro lugar
o que al contrario que tú, conociese el camino

que lleva desde el puerto, situado entre las dunas
hasta donde los árboles no dan sombra de noche;
subamos de la mano, en nuestro viejo coche
y vayámonos antes de que salga la luna.-


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