lunes, 24 de noviembre de 2014

SI TAN SOLO POR MÍ FUESE






Cuando miro tus ojos, sólo veo el reflejo de los suyos
Porque me recuerda a ella admiro tu forma de caminar,
Todo en ti me trae a la memoria su manera de amar,
Pero no son sus ojos los que veo, pues son los tuyos.

Cómo decir a nadie que sigo enamorado de una idea
A quién explicar las noches en blanco, sin dormir
Simplemente viviendo de recuerdos, como un fakir
En su cuerda, que de modo milagroso no se balancea.

Hoy me he propuesto olvidarla, y aún no he podido
Las vivencias conjuntas son más fuertes que el olvido
Nunca jamás el tiempo pasado junto a ella fue perdido
Pero es cierto que el cielo está lleno de ángeles caídos.

Nunca volverá, es verdad, y ésa certeza me duele todavía
Como una herida mal curada, como una gangrena
Que acaba por alcanzar mi corazón y me envenena
Haciendo que la recuerde a cada instante y casi cada día.

Y mientras tanto tú, que poco conoces de esta historia
Que te comportas igual que cualquier mujer enamorada
Que finges no sufrir, aunque llena de quejas tu memoria
Mejor que de mí reciente pasado, nunca conozcas nada.

Venimos al mundo con un libro con las páginas en blanco
Y después la vida se encarga de dejar en ella sus mensajes
Unos son optimistas, otros suelen ser de muy difícil encaje
A veces nos dan ganas de tirar ése ejemplar por el barranco.

Hoy puedo escribir unas líneas en aquel cuaderno, sin rencor,
Pues ya las canas han establecido una enorme línea de mesura
Hace tiempo cualquier referencia a tu persona era una tortura
Ahora tus recuerdos, por grandes que sean, no producen temor.

Y disfruto de una existencia, digamos que feliz, en compañía
De otra mujer, menos experimentada quizá, pero contenta
De no tener que compartirme con nadie, sin caer en la cuenta
De que un hombre sin pasado, tal vez en el presente sufriría

Mientras que cualquier otro, cuyo corazón roto en mil pedazos
Está amarrado de manera eficiente con los hilos de otro amor
Olvidará enteramente y para siempre, todo aquel resquemor
Mientras el día vira hacia el ocaso, dando sus últimos coletazos.

No me lo tengas en cuenta si algún día, estando en tus brazos
Me acuerdo de ella, no es más que una molestia pasajera,
Aunque es cierto que nunca podré olvidarme de sus abrazos
Y que si fuese por mí, habríamos compartido una vida entera.-



................