Sucedió en Mayo, pero podría haberse dado en Abril
Cuando las flores comienzan a mostrar su colorido
Y el sol inicia con gusto su imponente recorrido
Hasta convertir sus rayos en una estela sutil.
Yo venía de un amor fracasado, casi muerto
Como barco de papel que nunca llegará a puerto
Y me hallaba como un piano lejos de su diapasón
Tratando de darle cuerda a mi cansado corazón.
Quizá te vi, no recuerdo, pero sufro desde entonces
Esa especie de inquietud que aflora en las emociones
De la gente enamorada, que nunca atiende a razones,
De mujeres tan distantes como estatuillas de bronce.
La tarde moría a solas, como suele suceder
Cuando pasan de las seis y la luna se prepara
Para salir a mostrar al mundo su mejor cara
Y las nubes, a su paso, tienen que retroceder
Te acompañaba una amiga que fumaba sin cesar
Y mirabais escaparates sin prestar mucha atención
La vida, a veces, nos lleva en su lento caminar
A una suerte de camino que acabará en frustración.
Nada te dije y quizá perdí la ocasión primera de amar
Pero, de cualquier manera, nadie es profeta en su tierra
Y el amor, como los peces, se te escurre al apretar
Mientras un miedo cerval cualquier esperanza entierra.
Hoy he vuelto a aquel lugar, peinando canas, más viejo
Aunque no mucho más sabio, sólo para comprender
Sin echar en falta a nadie que me diese un buen consejo
Que cuando la ocasión huye, ya es muy difícil volver
A vivir lo ya vivido en aquel aciago día,
Del mes de mayo, cuando la tarde moría
El tráfico procuraba una cierta algarabía
Y la gente, sonriente, se abrazaba y se reía
Ya no estabas por allí, no quedaba ni el reflejo
De lo que fuiste en su día, una mujer de bandera
Agarrada a otra mujer, caminando de manera
Que sin detenerte nunca, has acabado tan lejos.
Como suele suceder, el sol daba sus últimos coletazos
Yo me dispuse a regresar a mi hotel para cenar
Y al girar choqué con algo, me quería disculpar
Y aunque era un poco tarde, por fin acabé en tus brazos.
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