lunes, 29 de marzo de 2010
DE MI ALMA QUERIDA
No podría olvidarte nunca, aunque me faltase
El gen de la memoria y de todos mis recuerdos
Sólo quedasen vivos los instantes más cuerdos
Aquellos en los que, para siempre, tú me amases.-
Retazos de amor desgajados de una larga historia
Más triste que festiva, más ligera que el viento
Que hace girar tu mente, como si fuese una noria
Y que enfría, a su paso, los más bellos sentimientos.
No podría, aunque tú, que lo eres, no fueses parte de mi vida
Formas parte de mí, tanto en la blanda soledad del mediodía
Como en la áspera oscuridad de los días tristes del invierno
Eres mi alma querida
Y la persona que me ha sacado de una vez de aquel infierno
En el que pude amar y en el que tan solo tenía entre mis manos
Un frío corazón que no era mío, un alma sustentada por clavitos
Que formaban un camino hacia mi vida vacía, un sendero infinito
Por el que solo transitaban familiares, tíos, primos y hermanos.-
Si conocerte fue amarte y amarte fue mi bendita perdición
Desde que te conocí no quiero dejar que te alejes ni un segundo
Borraste mi amargura e hiciste para mí una bonita canción
Y dejaste tu casa, para venir a residir en lo que era mi mundo.
Y fuiste protagonista de mis sueños, a los que diste esplendor
Llenaste mis segundos de felicidad y alquilaste en mi calle
Un local en el que ahora solo se sirven cócteles de amor
Mientras una ligera orquesta interpreta, sin fin, sus pasacalles.
Tan solo rige mis días el consuelo de abrazarte
Disfrutar de cada instante de mi vida junto a ti
No hace falta que te diga lo que eres para mi
Y que prefiero tenerte, en lugar de desearte.
Todo en ti es poesía y blanca paz; la armonía
De tus manos es mi fin y tu alma mi objetivo.
Deseo de verdad que junto a mí te sientas vivo
Y quiero ser a mi vez ésa bendita alegría
Que arrincone tu llanto, si es que se produce,
Que consuele tu pena, la que a llorar te induce
Que sea como esas puertas que llaman de vaivén
Que permiten entrar… y dejan salir también.
Nunca voy a olvidarte aunque lo pude hacer
En una tarde aciaga de principios de Enero
Una vez que la nieve me cubrió por entero
Bajo el frío y la escarcha, yo no te pude ver
Y te recordé llorando entre la bruma azul
Y mi lágrima fácil se fue tornando en hielo
Tú viniste a mi vera, me trajiste la luz
Y dejando atrás la tierra, subí contigo al cielo.-
martes, 23 de marzo de 2010
Y DE MIS GANAS DE AMARTE
Nadie podrá nunca hacerme bajar del navío en el que juntos
Nos deslizamos por los mares del amor como si fuesen lagos
Y por los ríos del deseo, la dicha y el placer, en su conjunto
Mientras el sol se disputaba con el horizonte los halagos.
Nadie podrá decir que interrumpí nuestro viaje bruscamente
O que no te avisé del destino que después nos aguardaba
No podrán acusarme de jugar con tu alma impunemente
Ni de no haber guiado bien la nave que nos transportaba.-
No es mi estilo perder aquello que ha tiempo yo anhelaba
Ni hallar una razón para dejarlo todo como estaba
No siempre el amor es dócil, tanto como para domarlo
A veces se encabrita y se rebela y hay que saber pararlo.
Tú fuiste mi destino, al menos en aquella tarde fría
De principios de otoño de un año ya olvidado
Estaba anclado a ti como un perno oxidado
Y sin poder alejarme, ni dejarte, tal como suponía
Que me iba a pasar por estar tristemente a tu vera
Como se ve pasar desde el balcón la primavera
Igual que esas canciones que se entonan a coro
De recatadas voces y de letras escritas con decoro.
Soy parte de la orquesta que ejecuta esa canción
Alegre cuando vuelves después de cualquier viaje
Soy parte de tu vida y también del paisaje
Que se yergue despacio, pasado el septentrión
Y que se agosta a veces, una vez que te has ido
Esperando la gota que, en forma de tormenta
Dará lustre a tu vida y a mi dolor, sentido
Hasta que de mi tardío amor, tú te des cuenta.
Aunque se opone el mar, trato de conquistarte
Una vez que el ciego sol da la vez a la luna
Dejando que sus rayos duerman en una cuna
Hecha de soledad… y de mis ganas de amarte.
EN LA COPA DEL CIPRÉS
Soy como el ave silente que ansiosa de porvenir
Abandona el nido oculto en la copa del ciprés
Sólo para darse cuenta muy poco tiempo después
Que no hay que irse tan lejos, a no ser para vivir
Esas historias preciosas plasmadas en las novelas
Hechas de amor y deseo, quizá un poco en demasía
En las que el alma de uno a la del otro se confía
Aunque muchas veces ambos se quedarán a dos velas
Nada como el nido propio para gozar de la paz
Asociada a la familia que nos cuida, que nos ama
Nadie hay como una madre para arroparte en la cama
La mano amable que siempre por nosotros es capaz
De olvidarse de sus penas, dejar a un lado sus cuitas
No preocuparse nunca de si misma o de su ser
Estando siempre a tu lado, por si un día la necesitas
Y realmente bien dispuesta a darnos su parecer
Sobre esos temas tabú que nos persiguen de cerca
Sobre ese primer amor que se aleja o que se acerca
Según esté nuestro ánimo, según sea la ocasión,
Con palabras bien acertadas y cargadas de pasión
Cuando la persona crece y el niño desaparece
La madre da un paso atrás y observa con atención
Cómo afrontamos la vida recolectando las nueces
Del nogal de los deseos, del árbol de la ilusión.-
Y espera, con la tirita que nos curará la herida
Que la espina del olvido dibujará en nuestra piel
Apósito al que no siempre daremos la bienvenida
Pero que ira con nosotros como ese perrito fiel
Al que nunca hacemos caso sobre todo si no ladra,
Que nos recuerda de lejos a aquel amigo olvidado
Al que llamamos a veces, pero sólo si nos cuadra
Pero al que en alguna ocasión hemos dejado de lado.
La madre es ese amigo que espera nuestra llamada
Y si esta no se produce le da un poquito de pena
Pero enseguida se apresta a prepararnos la cena
Y como es de la familia, nunca se enfada por nada.
La amistad, en fin, es algo que nos gusta disfrutar
La antesala del deseo de nuestras ganas de amar
La consecuencia querida de una tarde de pasión
El combustible adecuado que hace andar el corazón
Simbiosis de cuerpo y alma que se ejecuta despacio
Una vez que la distancia deja de ser infinita
En una deliciosa tarde de color azul topacio
En la que la lluvia que cae nos parece agua bendita.
La amistad nunca se compra ni el amor sale a subasta
Y no hay tienda ni almacén donde vendan amistades
No escribas a los amigos contando mil veleidades
Debes saber que, por ser ellos, con una palabra basta.-
jueves, 18 de marzo de 2010
LA ROSA DEL DESDEN
Siendo el juego del amor laberinto sin salida
En el que hay que ir buscando la manera de salir
Para ver lo que nos tiene reservado el porvenir
Puede ser que en el intento se te vaya media vida.
Los amores de juventud son un regalo de Dios
Mientras en la edad adulta son como una lotería
Si tienes la enorme suerte de que te toque algún día
Será para repartir lo que has ganado entre dos
Ya habías dejado atrás la idea de enamorarte
Y hete aquí que la tristeza te abandonó de repente
Una vez que conociste a una persona excelente
Con la que ahora deseas reunirte y abrazarte.
Es este amor infinito el que te hace sospechar
Que las pasiones pasadas, ésas nunca volverán
Que en el fiel de la balanza debes ahora colocar
Los momentos de alegría que sin duda llegarán
A lomos de la esperanza de quien ama y quien espera
Escondido tras los pliegues de una cortina de tul;
Espléndidos si los miras cuando el cielo sea azul
Eternos y complacidos cuando halles la manera
De decirle a la otra persona que la quieres, que la amas
Que tu amor a los cuatro vientos a todas horas proclamas
Que en tu mundo, sin matices, el cariño es verdadero
Y que cuando hay que entregarse tú lo haces por entero
Solo para recoger, con mucho amor, las migajas
De lo que sobre la mesa fue sin duda un gran pastel
Son trocitos de pasión que no siempre van en cajas
Pero que a veces son dulces, tan dulces como la miel.
Nunca darás por sentado que la otra persona te quiere
Nunca dejarás de amar, aunque te creas amada
Nunca te verán llorar, aún estando enamorada
Nunca lo vas a olvidar, sobre todo si te hieren
Pero piensa que la vida es mas larga que el amor
Que nace envuelto en pañales de osadía y sentimiento
Que se quedará contigo hasta que note dolor
Pero que luego se irá dejando atrás los momentos
Más íntimos y preciosos que se puedan encontrar
Aderezados con pétalos de la rosa del desdén
Se irá sin duda algún día, sin que se vuelva a mirar
Si tu alma ha soportado, sin dañarse, ese vaivén
Reza por que no se rompa ese corazón diezmado
Ese pedazo de cielo que guardabas en tu pecho
Esa armadura irrompible que soportará el despecho
Ese trocito de ti que sin alma se ha quedado
Y ojala que nadie ría a tu espalda cuando pases
Por el centro del mercado en busca de alguna flor
Que te cure la nostalgia que provoca el desamor
Y que aspirando su perfume con tu tristeza acabase
Pero por si no la encuentras, quédate con estos versos
Léelos cuando el amor se aleje por la ventana
Y aunque a veces la poesía provoca efectos adversos
Si puedes leerlos hoy, será mejor que mañana.-
Si la vida no te alcanza para amar de esta manera
Es conveniente que vayas hacia la luz verdadera
Del sentimiento infinito que siempre nos acompaña
Cuando la pena cruel el cristal del amor empaña.
EN EL HALL DE LA ILUSIÓN
Era un día de Febrero, yo partí para otro cielo,
Y ya no te veré más, pero no me guardes duelo
Aunque ya no nos veamos nunca más en este mundo
Mira cada noche el cielo, y si es de un azul profundo
Yo seré una de sus estrellas, en busca de consuelo
Estoy triste por saber que suspiras por mi ausencia
Porque no nos queda espacio para andar enamorados
Porque el tren de los amantes nos ha dejado de lado
Y con él se han marchado tu locura y mi inocencia
Yo me voy también y deseo que no me llames
Ni me escribas, ni tan siquiera me ames
Porque aunque yo he sido parte de tu vida
Ahora doy mi bendita ilusión ya por perdida.-
Queda la rueda sin fin de un destino que separa
A dos almas que hasta ayer estaban encadenadas
Agradece que la vida, muchas veces, te prepara
Para hacer ver a la gente que esperabas la jugada.
Me duele un poco el pasado
Más me duele el porvenir
Si ya te tienes que ir
A poco de haber llegado
Tal ves debimos quedarnos
En el hall de la ilusión
Pero te digo que, amarnos,
Fue una buena decisión.-
Ahora te vas y el pasado vuelve a mí en su plenitud
Tengo que volver a ser aquel hombre que solía
Hacer de todas las penas un error de juventud
Y que todos los amores solo fuesen flor de un día
Hasta que llegaste tú en una carroza oscura
Con tus ganas de aventuras
Con tu amor a flor de piel
Y poco de aparecer ya escribía en un papel.
Unos versos doloridos, deformes, muy mal paridos
Que gustaban a unos pocos y que a todos atraían
Siempre poemas de amor, de rimas desconocidas
Que a veces me han empujado a volver donde solía
A esperarte dulcemente, al amparo del engaño
Cuando estaba bien seguro de que ibas a venir
Era un segundo de espera pero parecían años
Y cuando te lo decía, tú te echabas a reír
Luego sellabas mis labios con un beso tan profundo
Que me transportaba en globo al otro confín del mundo
Ahora me das a entender que ese globo se ha pinchado
Pero no por ello voy a dejar de estar – de ti – enamorado.
DONDE EL LLANTO SE DECIDE
Vencida por el sueño, en la noche serena
Vigilante del miedo, dejando atrás la pena
A medio camino entre la distancia y el olvido
Te han herido, quizás, las flechas de Cupido.-
Noctámbula curiosa que tratas de entender
Lo que pasa por tu mente en ese instante cruel
En que afloran las lágrimas, amargas como hiel
Y puede que a destiempo, según tu parecer
No te abandones al llanto, no decaigas y piensa
Que tal como tú estás, muchas mujeres antes
Tal vez abandonadas o tal vez aún anhelantes
Fueron también tocadas por esa pena inmensa,
Y que solas no pudieron, o no supieron salir
En busca de la vida que siempre está dispuesta
Y que a poco que conserves las ganas de vivir
La encuentras colocada sobre tu mesa, expuesta.
Son, como dice el poeta, lágrimas de eterna soledad
Triste consuelo solitario de muchas gentes buenas
Incapaces aún de proyectar hacia afuera su maldad
Y que prefieren convivir con penas propias y ajenas.
Te digo amiga mía, por si me quieres oír
Que venimos al mundo también para reír
Que llorar está bien y a veces desahoga
Pero las lágrimas para ti sólo son una soga
Que impidiéndote el habla, anulan tu entereza
Te convierten en nada, te dejan de una pieza
Y dime, amor, si merece la pena realmente
Pasar horas llorando, mientras ríe la gente...
Para cuando te sea preciso estarán los amigos
Donde empiece el dolor, siquiera en un momento
Y aunque cerca de ti no este, y mucho lo lamento
Tú sabes amor mío, que puedes contar conmigo.
Te pido que nunca llores y si tienes que hacerlo
Y aún después de leer esto, no pudieras evitarlo,
Voy a estar convencido de que, tras leer mi poesía
Esa lágrima furtiva que se escapa, es llanto de alegría.-
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