COMO UNA LUZ DE NEÓN

Roja como el carmesí de una rosa temprana
igual de azul que el naciente cielo de la primavera
tan alegre como un pájaro que canta por la mañana
así debe ser la vida, y hay que disfrutarla entera

Porque los sueños robados a niños huérfanos son
delitos imprescriptibles que se persiguen de oficio
moratorias sobre actos que prueban los beneficios
de oír música bien pautada, a ritmo del diapasón.

La estela de un barco va siguiendo el mástil, tratando
de alcanzar una meta tan lejos como el confín
del ancho mar que en su fondo acoge al listo delfín
y también a los cangrejos que van hacia atrás andando.

Y en el ancho laberinto de la tierra y sus enredos
donde el árbol más longevo da su fruto, ya escaso
quedan atrás los recuerdos que sonarán a fracaso
mientras el agua sutil se escurrirá entre los dedos.

Para no mojar siquiera la punta de aquella lengua
tan fina sobre los labios que parece transparente
mientras la luna nos traiga cada día sus relentes
no importa si por la tarde su ancha figura mengua.

y se troca, de sandía, en rodaja de melón
suave al tacto de los dedos, si se pudiese tocar
receptiva a los halagos, si alcanzase a escuchar
y que todo lo ilumina, como una luz de neón.

El cuento de Cenicienta nos enseña que en la vida
no todo el rico es feliz, ni el pobre desagraciado,
aunque el dinero, sin duda, ayuda a ser halagado,
mientras la pobreza marca una pauta constreñida

entre lindes de miseria, por donde cruzan los ríos
de la más desconocida fiebre del tesoro inalcanzable
hoy como ayer el destino se ha mostrado implacable
y hasta el café de la tarde se nos ha quedado frío.

Para volver a empezar, desde el punto de partida
y para no cometer los errores que marcaron
un destino como a fuego, pero sin cerrar la herida,
siempre queda recordar a los que antes marcharon

y se fueron porque el bus, no espera a nadie, o quizá
si eres amigo del dueño, te puede buscar un hueco,
en el siguiente autobús, que no sabes dónde irá;
como tampoco conoces de donde proviene el eco.


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