EN LA MENTE DEL VIAJERO

Por si quieres recordar alguna frase perdida
entre chácharas viajeras por el limbo del ardor
por si te diera algún día por recordar nuestra vida
déjame enviarte un beso como prueba de mi amor.

últimamente el ocaso acaba con nuestros sueños
que empiezan por la mañana frente a una taza de té
en amarte simplemente he puesto todo mi empeño
conforme pasan los días, pues voy perdiendo la fe

pero hablar de amor me gusta, a tí parece que no,
y aún más yo te amaría si no estuvieses tan lejos
como la luna redonda que hay que ver con catalejo
como ese cariño inmenso, que a veces te es ajeno.

Hoy son palabras bonitas y ayer fueron gestos bellos
lo importante del amor es según como se mire,
pero permíteme al menos que un segundo yo te admire
mientras observo el collar orlando tu lindo cuello;

cuello de cisne imperial, rosado como el carmín
que ilumina tu sonrisa, tan bella y nada impostada
cuando caminas deprisa por el pequeño jardín
y si alguien quiere verte lo debe hacer de pasada,

pues tu enorme corazón no se detiene ante nadie
todo aquel que te desea, debe ponerse a la cola
quizá seas como el mar, formado por muchas olas
pero seguro que sabes que no hay persona que odie

la belleza furibunda que emana de un rostro serio
no con esa seriedad que se usa en el cementerio
sino con gesto sereno a la par que la emoción
lleva todo por delante, como si fuese un ciclón.

y en la mente del viajero, cargado con su maleta
tan llena que dice basta de presagios y de sueños
no existe más que pasado, y sin perder la chaveta
se imagina un buen futuro, uno casi de diseño.

que esto se consiga o no, es cuestión de avemarías
rezos a ratos hablados y otras veces elevados
a dioses inoperantes, que nunca dan alegrías
sobre todo si las plegarias no resultan de su agrado.

Voy a terminar aquí con una frase que aúne
todos esos pensamientos que nunca salen a flote;
permíteme que el amor en mi semblante se note
pues quizá a estas alturas es lo único que nos une.-




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