SOBRE PAPEL PAUTADO

Cómo sabes tanto del mundo si apenas has vivido
Cómo osas hablar de amor, si jamás te han querido
Por qué lloras, si aún tienes toda la vida por delante
Será mejor reír y mostrarles a todos, tu buen talante

Nadie se acuerda nunca de aquellos perdedores
Que dieron, sin apenas vivirla, por perdida su vida
Ni de los que presumiendo de tener grandes amores
No hacían más que buscar ésa estación perdida

Entre los pliegues de un pasado inconsistente
A mitad de camino de la nada, pero cerca de todo
Quizá todas sus posesiones ellos hubiesen dado
Por hallar un verdadero amor, seguro y resistente

Creo que es mejor pintarse el rostro y salir a la calle
Como si nada de lo anterior hubiese nunca sucedido
Borrando de las pasadas lágrimas, cualquier detalle
Y haciendo de la ácida nostalgia un sueño prohibido.

Pero hay algunos consejos cuyo seguimiento no es posible
Tal y como yo pienso, no es preciso amar en ningún caso
Quizá para olvidar ya sea tarde, y siendo el futuro impredecible
Nos podemos encaminar a toda prisa, hacia el negro fracaso.

Hoy, cuando la tristeza impregna tu corazón con saña
Y las nubes tapan el sol, porque con ella se han aliado
Sentirás que cualquier palabra sobre el amor, te daña
Mientras yo añoraré los momentos pasados a tu lado

Tratando de entender tu mundo, bastante incomprensible
Rememorando, uno por uno, los vaivenes de una relación
Estable pero incierta, y casi sin ganas de sacar a colación,
Los íntimos detalles de una convivencia a veces imposible.

No creas que lo sabes todo, porque hayas preguntado
Ni esperes una ayuda por parte de aquellos que amaron
En una etapa en la que de sus convicciones se alejaron
Escribiendo un diario, con lágrimas, sobre papel pautado.

Nadie nace sabiendo, pero se aprende rápido, y sabrás,
Que todo lo que tengas en tu mente, otrora tan vacía
Te proporcionará de vez en cuando, un poco de alegría
En tanto que procures no volver nunca la vista atrás.

Porque mirar al pasado es sinónimo de mentes atrasadas
Muy proclives al amor pasajero, sin ganas de ataduras,
Más propio de tímidas jovencitas que de mujer madura:
Será por eso que pienso que me has dejado en la estacada.




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AÚN QUEDA ALGO DE ÉSE AMOR

Y si no fuese así y como en tantas veces me equivoco
Te prometo rectificar en otra vida, en ésa dimensión
Donde los sueños nacen y se preparan para la ocasión
Y donde nadie es capaz de amar, ni yo, ni tú tampoco.

Escribamos si quieres algo sencillo del amor;
Pulidos versos sin ninguna intención, nacidos
Del alma del amante cuyo fervor ha renacido
Mientras el verde bosque gira a su alrededor

Y comparemos las notas, los unos con los otros
Para encontrar puntos en común, coincidencias
Que nos hagan pensar que, con mucha paciencia
Alguna puerta en algún sitio abren para nosotros

Y poder así colarnos en otra dimensión más llevadera
Profundamente unida a la tristeza, pero también incierta
Donde el mundo se acabe, y el amor sirva de lanzadera
Mientras la inquietud por el futuro se quedará en la puerta.

Hoy casi no recuerdo tu rostro angelical, a veces
Ungido por el halo celestial de ángeles y vírgenes
Coronado por tiaras, llenas de hojas verdes y peces
Ahíto de diamantes y escrito hasta en los márgenes

Un relato sincero de una vida llena de mentiras
Triste recuerdo de días que sin duda no hicieron
Mucha mella en tu corazón, pero tal vez pudieron
Acabar con esa relación, por la que aún suspiras.

Queda algo del amor, entre el húmedo heno de la era
Y algo de fantasía en los cuentos de hadas, regalados
Por los tíos venidos de algún país extranjero, ataviados
Con sus trajes de gala, llegando cada año en primavera.

Y al pasar el cariño por el cedazo del tiempo, nada queda
Todo se convierte en ceniza, como el tronco en la hoguera
Y aquellos buenos consejos, que metían tu futuro en vereda
Quedaron atrapados, sin escape posible, en jaulas de madera.

Nada será ya igual y lo mismo me da que aún me quieras
Si el pasado no vuelve, a santo de qué voy a esperarte
Ya se pasó el momento, qué digo, el instante de amarte
Y los recuerdos de lo que pudo ser, ahora me desesperan.

Ninguna soledad es capaz de acabar en buena compañía
Una persona sola no precisa de amor, pero lo añora
Hace tiempo ya que nuestra relación se contaba por días
Pero ahora mismo yo sería muy feliz si te viese una hora.



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LA HUELLA DE UN POSTRER BESO

Aún resuenan en mi cabeza palabras de despedida
Y la huella de un postrer beso en mi mejilla se ve
Ya casi no queda rastro de tu presencia en mi vida
Me parece estar viviendo una historia del revés.

Voy al centro y no conozco a la mitad de la gente
Extraños por todas partes, me saludan al pasar
Quizá hayan intuido que me has dejado de amar
Tal vez se me note mucho que sólo tengo presente.

Voy a poner un anuncio en el diario pidiendo
Una relación estable con una mujer serena;
Ya no quiero corazones inestables, causan pena
En el instante preciso en que se van despidiendo.

De nuestra vida en común dos cosas he aprendido;
La primera que sin rumbo, no se puede navegar
Pues un barco a la deriva nunca recorrerá el mar
A menos que un capitán le ponga algo de sentido

Al timón, cuyos virajes marean al personal
Haciendo del largo viaje una agonía total
He intentado, sobre todo, no dar bandazos
Y llorar únicamente cuando perdí tus abrazos

Pero también aprendí que las mujeres son tercas
Y cuando tienen razones para no amar, implacables
Nunca olvidan un desaire, y te apretarán las tuercas
Pero exhibiendo una sonrisa y su cara más amable.

Si un día yo no estuve, hubo muchos que sí estaba
Y en aquellos, ocupada, no me hiciste mucho caso
No quiero hablar del pasado, ni evocar ningún fracaso
Tan solo debo decirte que hubo un tiempo en que te amaba.

Y ese cariño invisible cuya estela ya no sigo
Se convirtió en soledad y cayó en coma profundo
Pugnando por no llorar, aún sigue estando conmigo
Quiero pensar que los dos dejaremos este mundo

En la misma barquichuela en la que cruzan los ríos
Del amor, aquellas gentes cuyo destino primero
A salvo de una tormenta que les obligue a un desvío
Es pertenecer a alguien y luego amar con esmero.

Y en la esquela escribirán, las gentes que me conocen
Muchas loas y palabras huecas como el flojo viento
Sólo espero que la Parca me permita un postrer goce
Y que para ti me quede un último pensamiento.-





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A DONDE VAYA ESE TREN

Cuando el tren parta raudo y el jefe de estación
Con su blanca bandera dé la señal de partida
Invadida tal vez por una cierta emoción
Y quien sabe si también un poco cohibida

No dejarás de mirar desde la ventanilla
A todos los que van quedando en el andén
Si estuviera a tu lado, rozando tu mejilla
Yo estoy casi seguro que miraría también.

Donde vaya ese tren, irá mi mente henchida
De amor, cuyos efectos son bastante conocidos
De repente te parecer ser como un árbol caído
Y un instante más tarde, regresarás a la vida.

No pasará ni un año y ya echaré de menos
Los instantes felices, por ambos tan queridos
Las caricias salvajes, los besos prometidos
Y momentos de gloria, en los días amenos

En que las circunstancias nos instaban a amar
Olvidando que afuera la lluvia intermitente
Descargaba con furia, como el agua del mar
Que se bate en retirada, con su estela imponente

Tras de hollar una roca, puesta sobre la playa
Por algún dios lejano, pero fuerte y pesado;
Quizá por no buscarlo, yo me haya encontrado
Atrapado en tu mundo, haciendo de cobaya

De un sinfín de ilusiones puestas sobre un altar
Sin vírgenes ni velas, ni tan siquiera un manto
Con el cual enjuagar las lágrimas de un llanto
Que causa con sollozos, sin dejar disfrutar

Del instante infinito que proporciona el hecho
De saber que el amor, siempre en dos direcciones
Se nutre del vacío que dejaron en ti las emociones
Y entonces podrás ver como están al acecho

Los horribles mirones que enfangan casi todo
Con su maledicencia, pura descortesía,
Fieles a ningún sitio, viajeros por un día
En un viejo autobús que suena de tal modo

Que debes de rezar antes y durante toda la travesía
A cuenta de un destino mas negro que el alquitrán
No querría que mis rezos prolongasen mi agonía
Lo peor es que mis sueños, tal como vienen, se van.



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DE LO QUE FUE UN GRAN AMOR

Como verás, sigo aquí, tras de un tiempo sin vernos
Disfrutando del verano, y añorando los inviernos
Que pasamos bajo el manto protector del frío cielo
Que convierte el agua azul en un pedazo de hielo.

Ya no me quedan palabras, las gasté sin ton ni son
Llamándote, pese a ser algo inútil, como un rayo
De esperanza en el medio de la nada, un diapasón
Que no afina nunca el piano, y así fracasa el ensayo

Una corriente de río que muere en el mar lejano
Una colección de cuentos tan vieja como arrugada
Una postal de Paris, un cajón donde no hay nada
Y una despedida gris, en un cartón hecho a mano.

El pasado siempre vuelve, salvo aquel que se marchó
Envuelto en lágrimas, ése no quiere volver, ni a tiros,
Y mientras alguien, perdido, en una estación quedó
Se fue, como ya te he dicho sin exhalar ni un suspiro.

Por mi parte sólo queda la expresión de alguna duda
Acerca del sitio exacto donde enterramos la dicha
Unos metros más allá, quizá, en ésa tierra desnuda,
Esperando que algún día el crupier mueva una ficha

Y la ruleta infinita de nuestra vida ordenada
Girará por un instante, puestos en ella los ojos
De todos los apostantes, rezando por su jugada
Puede que alguno de ellos se conforme con despojos

De lo que fue un gran amor, antes de entrar al casino
Donde pierdes, aunque ganes, y te vas como frustrado
En busca de aquel momento que da a los enamorados
Una cierta comprensión de lo que fue un desatino.

Hay muros altos y casas en las que no hay moradores
Existen, o eso me han dicho, dos clases de amaneceres
Para mi, el nuevo día siempre supuso el momento
De tomar junto a mi amada esa porción de alimento

Que nutre el alma, a la par que desarrolla el sentido
De posesión, pues amando, se tiende a ser egoísta
Nunca pude retener todo aquello que he perdido
Y de tu actual paradero nadie me dio ni una pista

Es por eso que los jueves, me acerco si no es festivo,
A la estación, por si vuelves, tan cargada de equipaje
Que necesites un mozo, al que le sobre el coraje
Para dar vueltas y vueltas en tu extraño tiovivo.

He sido un poco tirano, lo confieso, pero al menos
Reconozco que el amor, el cual tengo gran respeto
Me ha tratado muy mal mientras estaba al sereno
Mientras que dentro de casa tu me amabas en secreto.

Si solo me hubieras dicho que por mi culpa sufrías
Que el aire era irrespirable, que las paredes lloraban
Nunca te hubiese intentado retener con esa triste porfía
Con la cual hasta hice versos, tan sólo porque te amaba.-



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