viernes, 30 de septiembre de 2016

SIN YO DESEARLA / AQUÍ Y AHORA






Escribo esto con profunda emoción, alejado
del cielo, pero cerca de una vela encendida
en tu memoria, retazos crueles de una vida
que, sin yo desearla, se me ha proporcionado.

Hoy se cumplen los sueños que ayer tuvimos
andamos por el mundo ahítos ambos de pasión
no nos dolían prendas en decir cuando quisimos
que si el amor es verdadero, es todo corazón.

Cuando el sol se ponga mañana y la dulce noche
nos envuelva con su capa oscura y despiadada
y los pájaros se oculten, finalizada su jornada
llegará de lejos el sonido del motor de un coche

y llegará hasta la puerta el agrio olor a gasolina
mezclado con aromas del flores del ajado jardín;
entonces cogeremos algo para comer de la cocina
y cenaremos juntos, yo en pijama y tú en batín.

Entonces será hoy cuando la simple pereza nos atraiga
hacia ésa parte del mundo donde no se hace nada
tú te quedarás como barca en el ancho mar, varada,
y yo trataré de labrarme un camino, caiga quien caiga;

y si los árboles del paseo perdiesen ya sus hojas
y la aguda marmota, preparase su cama y su comida
sería tiempo de silencios y también de congojas,
quizás igualmente de alegrías, pero sobrevenidas;

nada como la risa para exorcizar el llanto prematuro
quizá una canción de amor que apenas suena cuando
al poner el disco en marcha, éste empieza sonando,
pero al estar rayado, que llegue al final no es seguro.

Queda para otro año el consuelo y la dicha de amar
la áspera, hasta entonces, soledad llega y se apodera,
como si nuestros cuerpos humanos fuesen de madera
de todo atisbo de compañía, y tal vez acabes por llorar

aunque las lágrimas rara vez resuelven un conflicto;
antes bien lo crearán si no andas por el mundo listo
para pasar página cuando los demás aún no empiezan
con el libro del amor, cuyo final nos deja de una pieza.

y así andamos a tientas muchos días, y entre horas,
como si fuese un tentempié, nos hartamos de besos
hoy casi he podido verte, y aunque con poco seso,
me ha dado por escribir este poema, aquí y ahora.-


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POR NEGARME TU AMOR





Ahora puedes volver a tu vida de antes
la de los hombres vestidos de etiqueta
mujeres que nunca se quitan la careta,
con lujosas perlas, sombreros y guantes

pieles vestidas con pieles de animales,
excéntricos viajes, y sobre todo vinos
cuyo sabor, se intuye, que es divino,
y lo más lejos posible de los arrabales.

Sólo quise tener la oportunidad de amar
y únicamente te puse como condición,
no tener que arrepentirme nunca, ni llorar
así que empleaste tus armas de seducción

y de repente fui un muñeco de guiñol
manejado por manos infinitas y blancas
moviéndose entre finos hilos y palancas
sin futuro, y vacío como un brindis al sol.

Por mi parte me iré a ese lugar del mundo
donde el mar, no sea nunca muy profundo,
me dedicaré a pescar y sobre todo a ser
lo que un día fui, mucho antes de conocer

el amor en su parte oscura y peligrosa
en manos de una mujer harto ambiciosa
qué bonito sería, sin caer en tus manos,
estar siempre en tus brazos, tan humanos,

como fingían ser al principio, para luego
tornar, de un puzzle difícil, en piezas frías
poco dadas a encomiendas, sin alegrías
con, eso sí, tu nombre grabado a fuego.

Te deseo, eso sí, y aún te añoro a ratos,
también en la cama me haces falta, pero
buscando entre la basura, con esmero
he visitado un mundo de amores baratos

donde hay que pagar, es cierto, pero nunca
te romperán el corazón en mil pedazos,
aunque tampoco lo pasarán por el cedazo
que entre sus agujeros la triste vida trunca

de aquellos que pusieron su vida en manos,
como yo hice, del albedrío de la bella mujer
hoy quisiera morir, o mejor, ser tu hermano
pues de esta manera, aún te podría querer.-



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AUN QUEDAN UNOS CUANTOS DÍAS PARA ENERO





Tuve miedo a cerrar la puerta entreabierta del deseo
y padecí lo indecible por tu ausencia, que no fue tanta,
pero mientras tanto mi corazón sufrió un buen meneo
aunque realmente nunca fue demasiada la distancia.

Ahora has vuelto, sí, y la extraña sensación se ha ido,
he echado las lágrimas al desgastado cubo del olvido
me he puesto ropa limpia, y con un clavel en la solapa
tras de mirar una de tus fotos, en la que estás muy guapa

he ido a la oficina, como si fuese el primer día en el tajo
con la misma ilusión con la que vas a la primera cita
con tremenda pasión, terminando por sudar en el trabajo,
he llegado a pensar que esas gotas eran de agua bendita.

Se presupone que la vida es un camino de rosas y a veces
es así, pero en la mayoría de los casos, te digo de verdad,
que no logras dar a los que te rodean lo que se merecen
y te frustra un montón enfrentarte a solas a la realidad.

Quizá bajen aún revueltas las aguas de la amistad
quién sabe si el futuro es o no es, placentero,
aún quedan unos cuantos día para Enero,
y muchos más para que la verdad

se abra paso en nuestra almas, tan castigadas por la duda,
absortas ante un paisaje que fingen ni entender, ni compartir
tu creíste que había llegado el momento preciso de partir,
yo me quedé con la sensación de necesitar cualquier ayuda

y sobre todo en compañía de una soledad que no se apiada
de los que todo lo fían a un solo momento, a una sola idea,
cualquiera que esta sea, y aunque hallen la salida tapiada,
ellos siguen pensando que aún son los reyes de la aldea,

y que alguien acudirá en su rescate, quizá sobre un caballo
o más moderno aún en un buen coche, con muchos extras
con el que se puedan subir, por un instante, a la palestra,
aunque del clavel de la solapa, ya tan sólo quede el tallo.

No por haberte ido es por lo que he sufrido en estos días,
ni tampoco por no poder decirte cuanto te echaba en falta
es el hecho de no poder acompañarte, ni hacerte de guía,
lo que me ha dejado como si hubiese padecido fiebres maltas.

Es un poco el calor que te llevaste y otro poco el frío restante
lo que me ha impulsado a añorar tu recuerdo, que no duerme,
sino que permanece bien despierto, como hacen los tunantes,
cuando se preparan para robar la dicha a los cuerpos inermes.



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TIRANDO A NEGRO






Viajé lejos, como hacen todos aquellos que aman
en pos de alguna ilusión, aunque fuese fría y triste;
nada cambió mi destino, y lloré cuando te fuiste,
de mis ojos una lágrima como una fuente emana,

cada vez que el tren atroz, se te lleva por delante
no te mata, pero te aleja de mí, y me deja desvalido
aunque esta vez, lo juro, la lección ya he aprendido
y no tendré, cuando vengas, yo nada que reprocharte.

Queda en silencio la noche, y el gallo para su canto
mientras que el viejo castillo se recorta contra el cielo;
no hay un solo movimiento, la luna extiende su manto
y aún en plena oscuridad, casi me muero de celos.

Sin saber nada de tí después de unos cuantos días
me consume la impaciencia, me deja frío el pensar
en cuantos lugares juntos, aún podríamos estar,
si no te hubieses marchado, y cariño, no te rías

pues las penas del amor, sólo se curan con besos
y ahora, cuando vengas, me tienes que compensar
por instantes, divididos entre amar como un poseso
y al minuto siguiente, tras de pararme a pensar,

que sin duda algo de espacio necesitas tú también,
congratularme por tí, que has viajado y has vivido
un par de historias conjuntas entre el sueño y el olvido
oyendo trinar los pájaros entre el trajín del andén

por donde viene la furia del viento, que no detiene
el tren en el que te marchas, ojalá que se escacharre
antes de poder salir de la estación, pero ahí viene,
y entre todos los viajeros, ya se forma un aquelarre

de maletas y de enseres, de despedidas y abrazos
cuánto siento no poder desearte un feliz viaje
cuantos sueños se me van por mi falta de coraje
cuantas veces deseé despertarme entre tus brazos.

El maquinista se afana, y el factor agita el brazo
se despiden en silencio, los que a bordo ya están
de aquellos que se quedaron dibujando algunos trazos
sobre un lienzo inacabado, que nunca terminarán.

Luego miro en el correo que has llegado y me alegro
de que el viaje haya sido, por lo menos placentero,
no te miento, aunque me duela casi todo el cuerpo entero
y aunque el futuro lo vea hoy más bien tirando a negro.




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SIN DEJAR NADA DETRÁS




Cuando volvamos a vernos, tras del fin de semana
y contemos, ya por turnos, lo que hicimos por ahí
al ver que, de tus mejillas, el rojo rubor emana
voy a hacer aún lo imposible con tal de creer en tí

en la contienda del sexo habrá dos antagonistas
como en las pelis de amor, en las que los guionistas
plasman toda su ilusión mientras le plebe admirada
se aferra a sus butacones, siempre fija la mirada

en la pantalla en la cual las escenas van cambiando
al mismo ritmo que el rollo arriba se va acabando;
y al final de la película y sin dejar nada detrás
de la mano, y en pareja, todo el mundo marchará.

la vida es un film perpetuo, lleno de escenas acordes
con las raras situaciones en las que a veces se hallan
aquellos que por vivir, aprovechan hasta muy tarde,
y sobre el motivo cierto de tanta tardanza, callan.

Nunca seré un buen actor, pero a veces no hace falta,
pues para decir te quiero, sobra cualquier otro gesto,
hay un dicho del amor, que a cualquier pena espanta
hay pedazos de emoción, con los que llenar un cesto

carga liviana a hombros de hombres muy corajudos
que se hicieron a sí mismos, un poco como poetas
que siendo cortos de mira, sí se marcan unas metas
aunque a veces sus poemas, no sean dignos de estudio

estoy seguro que lo hacen con su mejor intención
y no para figurar, sino pensando en su amada
la cual no los leerá, hasta que esté recostada,
una vez que, en la distancia, el sol siga su guión

y se retire, humillado, por las sombras que produce
la noche en su plenitud, territorio de ladrones,
que roban a troche y moche, pues el peligro seduce;
tú robaste mi corazón y con él mis emociones

y lo fui a denunciar y escuché las carcajadas
de un funcionario aburrido de tomar nota de todo
no era digno nuestro amor de acabarse de este modo
no se debe de montar un caballo a horcajadas,

sobre todo si no hay silla, te puedes caer al suelo,
y todos te mirarán con asombro, y en tu ayuda,
mil manos acudirán, cien voces darán consuelo,
y algún tonto quizá, hasta crea que eres viuda.-



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