lunes, 12 de julio de 2010

NO SIEMPRE EL CIELO ES AZUL.-


Prefiero pensar que no siempre me has querido
A reconocer que otras veces has estado enamorada
Solo sé que antes de conocerte mi vida no era nada
Y que aquellos días sin ti, fueron tiempo perdido.

Pero llegaste a mí como quien baja de un carruaje
Posando con cuidado tus pies en la alfombra dorada
Revestida de flores y por su dulce aroma perfumada
Dominando la vida, haciendo bello aquel feo paisaje

Que se extendía ante mí desde el albor del universo
Sin meta ni proyecto, sin fe y sin la auténtica alegría
Que proporciona el conocer, que, siquiera por un día
Una historia de amor se resume en unos pocos versos

Y a partir de ahí y durante bastantes primaveras
La estación que discurre entre Marzo y el verano
Disfrutamos la vida levemente cogidos de la mano
Mientras te prometía amor eterno, como siempre

Se hace cuando el cariño te sale a borbotones
Y no puedes cerrar el grifo del deseo que crece
Sin pararse a pensar que lo que la vida ofrece
Puede dejarte el corazón lleno de moratones.

Se extiende pues ante nosotros un paisaje feliz
Una tierra inexperta aún virgen de cultivos
Un lugar excelente donde quedar cautivos
Sin que exista la posibilidad de que un desliz

Pudiera dar al traste con lo que fue una historia
Escrita en medio de la noche, tal vez a media luz
No siempre fidedigna, pero en general satisfactoria
Y haciendo del cariño común su principal virtud.

Aún transcurrirá mucho tiempo y en el pasado
Quedarán unos abrazos dados en la despedida
Que culmina cuando uno emprende la partida
Y el otro termina por quedarse y vivir agobiado

Por lo que fue la pena de dejar que se marchase
La única persona a la que de verdad había amado
Acabando una relación con la que había disfrutado
Y de la que no le importaba lo que la gente hablase.

Y volverán las grullas de su viaje al oeste
Y retomarán las llaves de su nido de amor
Y los polluelos pronto se echarán a volar
Ingrávidos y oscuros sobre el azul celeste

De un cielo acostumbrado a ser protagonista
Por donde los aviones surcan sus horizontes
Dejando atrás los lagos, los ríos y los montes
Y teniendo como meta acercarse a una pista

Mientras una campana nos llama a la oración
En una iglesia humilde sin un cura asignado
Una de esas capillas en las que habrás rezado
A pesar de que tan solo vas en alguna ocasión.

La grulla y la campana no son sino la esencia
De un paisaje único perdido y sin presencia
El pájaro es un ser que vuela en compañía
Y la campana suena y nos llama cada día

Para que juntos entonemos sumisos esa oración
Que nos acerque a la gloria, desde el mundo
Ligero y engalanado, donde el deseo es profundo
Y las penas, si las dejas, se marchan en procesión

Chocando en el camino con un muro de alegría
Que no les deja pasar a este lado del puente
Que les impide seguir por la senda donde solían
Acecharnos a ambos intencionadamente.

Desechada la pena que me produjo tu segura partida
He visto amanecer sola más veces de las que querría
Antes de que pienses que estoy loca, sólo me gustaría
Estar lista cuando regreses, para darte la bienvenida.

Si el dios del tiempo me deja y apuesto a que así será
Siempre estaré prevenida porque sin duda vendrás;
Puede ser que todas las demás te hayan abandonado
Pero no temas volver, porque te habré perdonado.-

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