Me pregunto y no obtengo una razón
Que es lo que hice mal; estoy serena
pero a la vez, también llena de penas
En perenne suplicio siempre mi corazón;
Sólo sé que estoy presa de un querer
Que tal vez no me va a corresponder.
Entre marjales y espinas yo he sembrado
La bendita semilla del amory por momentos
He luchado en contra de mis sentimientos,
Lucha perdida, cuando tu estas a mi lado.
He sentido la herida del amor,
Y de tanto querer, la del dolor.
A tí te otorgué en abundancia desmedida
Pedazos de mi amor sin ninguna medida,
Como injusto pago he recibido una profunda herida.
Que me ha dejado una vez más en la tristeza sumida.
En ti una y mil veces he pensado
rozando, hasta tocarlo, el desatino
Y ciertas esperanzas del destino
Toda mi voluntad han anulado.-
No se en qué se tornarán las penas
Que en triste compañía siempre llevo;
Sólo sé que de confianza yo estoy llena
Para hacer en esta vida lo que debo.
Tal vez no deba quejarme nunca de la herida
Que causa en el amor, no ser correspondida.
Dos veces tropecé en la misma piedra fría
Quedando de amor herida, y ahora yo daría
Por todos esos golpes que me ha dado la vida
Cuanto queda de mi, por ser corespondida.-
Pero no debo quejarme, pues fui yo quien marcó el camino.
Por tu parte las palabras siempre fueron claras y concisas
He querido a veces correr, ya que la vida pasa tan deprisa
Pero siempre he sabido que tu eras realmente mi destino
Hoy mis versos son rosas rojas que ante ti presento
Y aunque exentos parezcan de elegancia y frescura
Yo con ellos te entrego mi cariño, pero sin la locura
De que nuestra bonita amistad sea para tí un tormento
El fondo de mi afecto inundado de ternura,
El amargo y acre sabor del infinito desaliento
Que no ve en la otra persona el sufrimiento
No impide que te diga que te amo con locura.-.
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