martes, 3 de julio de 2007

Quizá un Día Vuelva


Si pretendes encerrar, aunque sea en jaula de oro
A ese pájaro de paz que anida en tu pensamiento
Aunque te gusten sus plumas y su canto, tan canoro
Debes tener muy en cuenta como es su sentimiento.

Por mucho que te guste oír a un pajarillo cantar
Aunque dentro de su jaula le prepares un altar
Eso que a ti te parece un gorjeo de alegría
Una forma de sentir, un canto de fantasía

Un aluvión de bondades, una dicha, una bicoca
Un conato de alegría que se escapa por su boca
Todo ese canto desnudo encierra una moraleja
Es canto de libertad hecho desde los barrotes
Pura lagrima escondida, lista para que la notes
Un poso amargo que sube y posteriormente baja.

Yo quería retenerte
Tú ansiabas la libertad
Yo te ofrecía quererte
Tú anhelabas mi amistad.

Tener fuerza yo querría,
Para vencer mí tormento
Y no una vez sino ciento
Tan solo a ti te amaría

Pero me hunde la tristeza
De mi amarga desventura
Siendo la vida tan dura
No puedo con mi destreza

Soportar a solas esta pena mía:
No ha mucho, viví con alegría
Pero hoy...infeliz y desdichada.
A veces me creo hasta olvidada

Quizá un día vuelva, con el viento,
Aquel pájaro al que yo quise enjaular
De mi boca no saldrá ni un lamento
Cuando de nuevo se pretenda marchar

Ofreciéndome su incondicional amistad
Y a veces su amor profundo e infinito
Me ha enseñado lo que significa la verdad
Después de haberme engañado un poquito.

La puerta de la jaula para ti la dejo abierta
Cierra en cuanto entres despacito la puerta
Cógeme por la espalda como hacíamos antes
De que la vida nos convirtiese en dos amantes
Bésame despacio en la nuca descubierta
Que sabes que me gusta, es cosa cierta
Y no digas nada que pueda estropear
Todo aquello que tanto nos costó arreglar,
Cuéntame para cuantos días vienes
Y así sabré el cariño que me tienes.



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