lunes, 24 de febrero de 2014

CON TU GATA QUERIDA




Tal vez porque siempre has estado a mi lado
crees estar capacitada para decirme cada día
si voy a salir de noche o si llego tarde a mediodía
o que solamente de tí puedo estar enamorado.

Normalmente tú eliges el momento apropiado
para decirme todo aquello que tenías guardado
también planificas las vacaciones de verano
sin consultarme nunca, ni abrir una mano

a otras opiniones diferentes a las tuyas; no me quejo
pues la hora de la batalla me queda un poco lejos
no deseo peleas, porque cuando éstas comienzan
no siempre los contendientes actúan con limpieza.

Mi vida gira alrededor de tí, como perrito fiel
moviendo el rabo cuando le acarician la cabeza
si me lo pidieras sería capaz de dejarme la piel
sólo por conseguirte en el desierto una cerveza.-

Un día acabará esta situación, tal vez muy pronto
me marcharé de tu lado, sin tener pensado regresar
me iré para que nadie me conozca como el tonto
que no fue capaz de rebelarse, por no dejar de amar

y alquilaré una mansión en nuestra vecindad
invitaré a mis fiestas a preciosas mujeres,
anunciando las mismas en toda la ciudad
tras llenar la nevera de opíparos víveres

tomaremos daikiris y otras dulces bebidas
al borde de una piscina llena para el fiestón
tanto bikini suelto, te causará impresión
cuando vuelvas del tajo por la fría avenida.

Serán mujeres rubias, de labios muy sensuales
con melenas al viento y pieles bronceadas
de carnes prietas y piernas torneadas
todas distintas, pero todas iguales.

Para hacerme olvidar esos años pasados
en total armonía, aunque sin rechistar
sin dejar de quererte, sin siquiera pensar
y en muchas ocasiones bastante enfurruñado.

Haré durar la juerga hasta la madrugada
no faltará el champaña, aunque sea muy caro
me beberé la copa entera de una sola tacada
mientras tú desde enfrente observas mi descaro

y cuando sea hora de irnos a la cama y la enorme piscina
se vaya quedando vacía de bañistas, de vasos y de besos
habiendo ya disfrutado de la situación como un poseso
quiero verte, rendida y humillada llorando en una esquina

implorando un regreso que se antoja imposible
una vez probada la carne, nadie quiere pescado
ahora mismo estoy, o al menos eso creo, libre
mientras otrora estuve completamente atado

a una sucesión de tonos grises, eternamente reducido a la nada
por alguien como tú, imagen virginal y sin duda preciosa
al menos así fue la primera vez que te vi en la estación parada
sin saber que mi vida junto a ti no iba ser un camino de rosas.


...///....

Acabada la noche, el despertador me devuelve a la vida
te encuentro en la cocina, desayunando con tu gata querida
quiero contarte lo de anoche, pero sólo logro decir con voz sumisa
si no estás demasiado ocupada como para plancharme una camisa.